Una de las preguntas más habituales de los propietarios que han adquirido su vivienda con un préstamo es si es buena idea o no amortizar hipoteca. La respuesta, como suele suceder con las cuestiones financieras, no es blanco o negro sino que depende de diversos factores.
En este artículo, exploramos los pros y contras de hacer una amortización anticipada de hipotecas, y proporcionaremos ejemplos para ilustrar el impacto de esta decisión y cómo afecta a la deuda e intereses.
Amortizar una hipoteca significa realizar pagos adicionales para reducir el principal importe de la deuda de una hipoteca y ,con ello, los intereses. Esto puede hacerse de una vez, como un pago único grande, o gradualmente, a través de pagos adicionales regulares. Sin embargo, no siempre es el mejor momento para amortizar.
La amortización de un préstamo hipotecario es habitual cuando una persona recibe una gran cantidad de dinero y quiere cancelar parte de su deuda. Por ejemplo, una persona que recibe 50.000 € en herencia, puede optar por cancelar total o parcialmente su préstamo hipotecario, ya sea por esa cantidad o por una menor.
La amortización anticipada puede ayudarte a ahorrar dinero en intereses a largo plazo y a pagar tu hipoteca más rápido, algo muy habitual para quien quiere reducir la deuda de la hipoteca de su vivienda. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que algunas hipotecas pueden tener penalizaciones o comisiones por amortización anticipada, por lo que es importante entender los términos de los préstamos personales o, en su caso, hipotecario antes de decidir cuál es el mejor momento para amortizar tu hipoteca.
Amortizar una hipoteca tiene una serie de ventajas para el deudor a la hora de optimizar su dinero. Algunas de las más importantes son las siguientes:
A pesar de sus indudables ventajas, la amortización de la hipoteca es una opción que en parte y, según tu interés, puede ocasionar problemas. Entre ellos se encuentran:
Imaginemos que tienes una hipoteca de 200.000 € a 30 años con un tipo de interés del 3%. Si realizas los pagos mensuales regulares durante toda la vida del préstamo, terminarás pagando un total de aproximadamente 302.000 €, de los cuales 102.000 € se pagan en concepto de intereses.
Ahora, supongamos que otra de las opciones es que decides amortizar 50.000 € de tu hipoteca en el primer año. Esto reducirá el principal de tu hipoteca a 150.000 €. Si continúas haciendo los mismos pagos mensuales, terminarás pagando tu hipoteca en aproximadamente 22 años en lugar de 30, y pagarás un total de aproximadamente 242.000 €, incluyendo solo 42.000€ en intereses.
Por lo tanto, al amortizar 50.000 € en el primer año, podrías ahorrar hasta 60.000 € en pagos totales y 10 años de pagos de hipoteca. Sin embargo, también debes tener en cuenta que has utilizado 50.000 € de tus ahorros para hacer esto, por lo que el ahorro neto sería de 10.000 € en intereses.
Ahora bien, si el banco cobra un 1% como comisión por cancelación anticipada, habría que pagar 500 € por este concepto. En este caso, el ahorro total sería de 59.500 € en intereses, debido a las comisiones que hay que pagar. Es decir, la comisión no tendría, a priori, un efecto significativo en la cancelación hipotecaria.
Eso sí, hay que tener en cuenta, además del tipo de interés que tengas, que el impacto de que la amortización anticipada de la hipoteca se reduce conforme pasan los años. Esto es debido al propio sistema de amortización francés, en el que se pagan más intereses al inicio del periodo de amortización, y menos después.
La decisión de amortizar hipoteca es una elección personal que depende de una variedad de factores a tener en cuenta, incluyendo tu situación financiera actual, tus metas a largo plazo y tu tolerancia al riesgo.
Es importante hacer tu propio cálculo y resolver dudas antes de hacer nada, ya que mientras que la amortización anticipada puede ofrecer ahorros significativos en intereses y la posibilidad de ser dueño de tu casa más rápidamente, también es verdad que puedes verte en el caso de que se limite tu liquidez. Además, potencialmente puede costarte oportunidades de inversión más rentables.
Recuerda que cada caso es único y conviene evaluar cuál es el mejor momento para ti a la hora de amortizar o de llevar a cabo una cancelación del préstamo. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Por tanto, puede ser útil hablar con un asesor financiero para ayudarte a ver tus opciones y tomar la decisión que mejor se adapte a tu interés y necesidad, así como objetivos personales y de ahorro.