Que la factura de la luz se está yendo por las nubes no es una sorpresa para nadie. Es por ello que, en el artículo de hoy, queremos hablarte de qué puedes hacer para ahorrar y no gastar más de la cuenta en luz. Y es que, aunque lo deseable sería que el precio de la misma no fuera tan elevado, lo cierto es que lo único que podemos hacer nosotros es tratar de gastar menos para no pagar tanto.
En los siguientes apartados, te mencionamos algunos trucos que te servirán para pagar menos en la factura de la luz. Son trucos sencillos que cualquiera puede aplicar, aunque puedan ser un poco exigentes en el día a día (no todos lo son). Presta atención, porque la reducción en el coste de la factura que puedes obtener no es nada despreciable.
Lo primero que tienes que hacer es buscar la mejor tarifa para la luz. Esto puede parecer obvio, pero es fundamental y a muchas personas se les olvida.
Sucede que,como tenemos interiorizado que la luz debe ser cara y que es un mercado muy regulado, los márgenes que tienen las compañías para ofrecer mejores precios es muy limitado.
Sin embargo, esto no es cierto. Hay muchas opciones de contratación, y algunas son bastante más baratas que otras.
Puedes analizar las diferentes empresas que ofrecen servicios de electricidad en la ciudad en la que vives y encontrar el mejor precio.
Además, muchas de ellas ofrecen diferentes tipos de descuentos y ofertas y planes especiales que permiten reducir aún más el coste de la factura. Elegir bien aquí es fundamental para reducir nuestra factura de la luz.
Sin embargo, como muchas veces el precio que vayamos a pagar tiene que ver con la potencia contratada y el consumo energético que hagamos, conviene que cambiemos de compañía después de haber aplicado alguno de los siguientes trucos que vamos a mencionar en esta lista. De esta forma, podremos conseguir ofertas y precios aún más bajos.
El primero de esos otros trucos que debes aplicar es el de apagar las luces y los electrodomésticos. Es increíble la cantidad de energía que despilfarramos dejando luces y electrodomésticos encendidos cuando no es necesario. Acostúmbrate a apagar las luces cuando no las necesites y a no dejar electrodomésticos encendidos sin motivo.
Por ejemplo, yo me di cuenta de que dejaba el ordenador encendido casi todo el día. Me iba a pasear al perro y dejaba el ordenador encendido para no tener que encenderlo al llegar de nuevo a casa. ¿Qué sentido tiene eso? ¡Si encenderlo sólo lleva 30segundos!
Y no digamos ya el dejar luces encendidas cuando no estamos en ciertas habitaciones. Darse cuenta de estos detalles y corregirlos es la mejor forma de reducir el consumo energético en el día a día.
En invierno, tenemos dos opciones: o bien utilizamos calefacción, o bien recurrimos a calefactores eléctricos.
La cuestión es que, aunque los calefactores nos permiten tener una calefacción más instantánea y dirigida, también es verdad que suelen ser mucho más caros. Esto puede tener sus excepciones (puede ser más caro el gas que la luz), pero es poco habitual.
Si quieres ahorrar dinero en la factura de la luz, lo mejor que puedes hacer es no utilizar calefactores y limitarte a la calefacción y a otros trucos para calentarte (ponerte más ropa, usar mantas, etc).
Los calefactores, especialmente los que tienen varillas incandescentes, tienen un consumo energético muy elevado. Es conveniente usarlos lo menos posible. Y, en caso de querer algo parecido, optar por estufas de butano.
Otro truco para ahorrar un poco de energía es apagar los vampiros eléctricos. Los vampiros eléctricos son esos pequeños elementos que siguen consumiendo electricidad, aunque pensemos que ya no lo están haciendo.
Por ejemplo, hablamos de esa lucecita que se queda encendida en el televisor cuando lo apagamos desde el control remoto. Esa lucecita inocente sigue consumiendo electricidad.
Acostumbrarse a apagar estos vampiros eléctricos es una forma fantástica de reducir nuestro consumo energético sin tener que sacrificar nada. A fin de cuentas, no tiene coste para nosotros apagar el televisor con el botón que tiene para ello, ¿verdad? Y, a final de mes, notaremos el ahorro.
El siguiente truco es un poco más costoso, pero es uno de lo más efectivos. Si nuestros electrodomésticos son más bien viejos, apostar por el uso de electrodomésticos eficientes es una idea excelente.
Si sustituimos estos electrodomésticos por otros más eficientes, con etiqueta A+++, conseguiremos que la factura de la luz a final de mes se reduzca enormemente.
Además, aunque es verdad que aplicar este truco es caro, también es cierto que tienes ayudas estatales que te permiten reducir un poco el coste de la inversión.
Estas ayudas cambian constantemente, pero siempre hay alguna activa y te permite sustituir tus viejos electrodomésticos por otros nuevos más eficientes. Así, la inversión te sale mucho más rentable y la recuperas más rápidamente.
Por último, un consejo sencillo pero muy eficaz es lavar la ropa en frío. Con ello, conseguirás una reducción significativa en la factura de la luz, porque lo que más consume en la lavadora es el hecho de calentar el agua.
Pero es que, además, te permitirá hacer que la ropa dure más tiempo, porque el lavado en frío es mucho mejor para tus prendas, evitando que se encojan y se deterioren.
Y tú, ¿conoces algún truco que no esté en la lista?