Tener una buena situación financiera se basa en tres grandes pilares: Aumentar los ingresos, reducir los gastos (es decir, ahorrar) e invertir. Si seguimos estos tres pilares, tendremos unas finanzas saneadas. Hoy, nos vamos a centrar en el segundo. Concretamente, vamos a darte algunas recomendaciones para ahorrar en el hogar.
Y es que, aunque parezca que no, en el hogar tenemos muchísimas áreas en las que podemos ahorrar dinero. Solemos pensar en el ahorro fuera de casa y en lo relativo a compras, pero hay mucho dinero que podemos dejar de gastar si hacemos algunos pequeños cambios en nuestro día a día en el hogar. Así que… ¡Vamos allá!
En primer lugar, si quieres ahorrar en el hogar es fundamental que ahorres en las facturas. No queda otra. En las facturas se va mucho dinero, así que es importante que las reduzcamos. Todas: La de luz, la de gas y la de agua. Ahora bien… ¿Cómo se pueden reducir las facturas? Bueno, nosotros hemos escrito varios artículos sobre cómo ahorrar en las facturas. Te recomiendo que los consultes para profundizar.
De todos modos, puedo avanzarte que el secreto está en ser conscientes de todo el gasto que hacemos, de forma que también seamos conscientes del uso que hacemos tanto de luz como de agua y calefacción. Solo con eso, ya consigues poner tu mente en modo ahorro, y eso hace que vayas apagando luces, que no pongas la calefacción más de lo necesario, que te duches en 5 minutos cuando normalmente lo haces en 15, etc.
Por supuesto, también es muy recomendable que hables con las compañías en las que estás y que compares con otras. Quizá haya ofertas que te resulten interesantes, otras tarifas, etc. Y, claro, una vez tengas toda la información, siempre puedes utilizarla para negociar con tu actual compañía. Puedes conseguir una reducción significativa de las facturas sin demasiado trabajo con esta simple técnica.
El siguiente paso es ahorrar en comida. El ahorro que se puede conseguir en este punto es muy importante, especialmente si sois una familia y estáis acostumbrados a gastar bastante en caprichos y tonterías. Si vives solo también puedes conseguir un ahorro interesante, especialmente si también eres de los que gastan bastante en tonterías.
La cosa aquí es sencilla: Hazte un calendario de comidas. Así de sencillo. Hazte un calendario y síguelo a rajatabla. Aprovecha para que sea un calendario que incluya alimentación de todo tipo, con una dieta variada y rica en todos los nutrientes necesarios. No tengas miedo de cocinar bastante, porque lo harás todo en un solo día. Simplemente, en este primer paso, define bien lo que vas a comer cada día.
El siguiente paso es encontrar los mejores precios para los ingredientes que vas a usar. Pásate por los diferentes supermercados que haya por tu zona y valora dónde sale más a cuenta comprar cada cosa. Piensa que la compra la vas a hacer una vez a la semana, así que vale la pena ir a un par de supermercados para conseguir el mejor precio.
Y el tercer paso consiste en dedicar el domingo a cocinar. Dejas todos los platos hechos y los congelas. Y, después, día tras día, vas recurriendo a ellos. Con esto, consigues liberar muchísimo tiempo durante la semana y, además, ahorras. ¿Por qué ahorras? Pues porque estás comprando sólo lo que necesitas y, como sólo vas una vez a hacer la compra cada semana, reduces mucho el riesgo de comprar chorraditas.
Además, si haces cocina de cuchara (lentejas, pucheros, etc), ahorrarás muchísimo dinero, porque hacer comida de este tipo para varios días tiene un coste ínfimo y es muy nutritiva. No te engaño si te digo que una sola persona, utilizando este método, puede ahorrar más de 100 euros al mes en comida… ¡Imagínate una familia!
Otra opción que poca gente aprovecha es la de negociar. No te voy a engañar: A veces no hay margen de negociación. Pero tampoco pierdes nada por intentarlo. Si vives de alquiler, puedes llamar al propietario y decirle si puede reducirte un poco el alquiler, aunque sea transitoriamente. Y, si vives en una casa en propiedad, puedes tratar de negociar con las aseguradoras (en seguros también se va una buena cantidad de dinero cada año).
Otro consejo importante: Utiliza la técnica de la semana de margen para cualquier compra que quieras hacer para la casa. ¿En qué consiste la técnica de la semana de margen? Muy fácil: Cuando quieras hacer una compra, no la haga. Apúntala en un papel. Después de siete días, revisa el papel y mira qué es lo que querías comprar.
Si, al revisar el papel, sigues queriendo hacer la compra, hazla. Pero te sorprenderás de las muchas veces en que, al cabo de una semana, ya no te interesa hacer esa compra. Los seres humanos somos muy impulsivos. Si posponemos la compra, acabamos dándonos cuenta de que no deseábamos eso que íbamos a comprar. Y cosa que no compramos, dinero que ahorramos.
Por último, podemos no sólo reducir los gastos para ahorrar, sino que podemos aprovechar para aumentar los ingresos. Para ello, puedes vender las cosas que no estés utilizando. Tienes herramientas como Wallapop para hacerlo. Simplemente, haz un inventario de lo que tienes por casa y vende lo que no uses. Por poco dinero que saques vendiendo cada cosa, será un ingreso extra que te permitirá pasar el mes con más holgura y ahorrar más dinero.
Como puedes ver, ahorrar en el hogar es fácil si sabes cómo. Y, al hacerlo, podrás liberar dinero que podrás dedicar a invertir, consiguiendo una mejora en tus finanzas personales. Es por ello que deseamos que estas recomendaciones para ahorrar en el hogar te sean útiles y puedas reducir tus gastos mensuales. ¡Seguro que lo consigues!