Se acerca el día de Nuestra Señora del Pilar, también conocido como el Día de la Hispanidad, y eso en España se traduce en día festivo. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, este año cae en mitad de semana, lo que quiere decir que mucha gente se lo tomará de forma relajada, sin grandes viajes ni escapadas demasiado grandes.
Pero, ¿quién dijo descanso? Un día puede ser tiempo más que suficiente para hacer planes divertidos sin necesidad de hacerte un gran viaje. Y, además, servirá para visitar destinos low cost en los que podrás pasar el puente del Pilar.
A continuación, os dejamos con un pequeño listado de destinos en los que no tendrás que desembolsar mucho dinero.
A menos de dos horas de Madrid en AVE se encuentra León, una de las ciudades más bonitas, y al mismo tiempo más infravaloradas, de España.
León sorprende por lo variado de su arquitectura, siendo una de las pocas ciudades de todo el territorio nacional que reúne los tres principales estilos arquitectónicos (románico, gótico y barroco), su excelente gastronomía y su gran accesibilidad, ya que se puede recorrer a pie en muy poco tiempo.
Pocas provincias han notado tanto los efectos de la España vaciada como Soria. Pero, al mismo tiempo, son uno de los destinos más imponentes del país por sus contrastes, desde el Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión hasta poblaciones medievales como Medinaceli o Burgo de Osma.
Incluso puedes hacer una ruta de cine descubriendo los emplazamientos en los que se rodó la famosa película Doctor Zhivago a mediados de los años 60.
En Andalucía se ubican los pueblos blancos de la sierra de Grazalema, un conjunto de localidades que se caracterizan por su homogeneidad, al estar todas las casas pintadas de blanco.
Se trata de una tradición que se remonta a la época romana y que cobró especial protagonismo en el siglo XIX, cuando las autoridades recomendaron la cal como desinfectante para evitar la propagación de enfermedades y epidemias.
Pueblos como Zahara, Grazalema, Arcos de la Frontera, Setenil, Ronda o Ubrique forman parte de esta ruta en la que el aspecto paisajístico y natural se combina con la artesanía y la gastronomía.
Cáceres es una de las ciudades españolas que más tienen que ofrecer a sus visitantes pero, al mismo tiempo, una de las grandes desconocidas. El centro histórico de esta ciudad es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y es uno de los mejor conservados de toda Europa. La Plaza Mayor, la Torre de los Púlpitos o el Palacio Episcopal son algunos de los principales puntos de interés.
Y si quieres visitar la provincia, no puedes dejar de visitar Plasencia, el Valle del Jerte, el Parque Nacional de Monfragüe o Trujillo.
Si buscas una zona que combine tranquilidad, belleza, buena gastronomía y vistas al mar, Asturias es inmejorable. Sus pueblos pesqueros, únicos por situación geográfica, la cercanía a la montaña, su interior verde y sus grandes playas hacen las delicias de todos sus visitantes, que buscan excusas para volver a este paraíso natural.
Las escapadas low cost suponen hacer un pequeño desembolso económico para visitar ciudades con encanto. Y estas premisas las cumple Toledo a la perfección.
A pesar de ser una ciudad de apenas 80.000 habitantes, tiene mucho que ofrecer: la Catedral, la Mezquita del Cristo de la Luz, la Iglesia de Santo Tomé o el Alcázar son algunos de sus monumentos más populares.
Pero lo mejor es dejarse perder por la judería y las calles estrechas del centro de la ciudad para admirar el encanto del Toledo medieval.
A pesar de ser la única provincia gallega que no tiene mar, Orense ofrece a los visitantes otros encantos, como sus termas romanas, ubicadas en el centro de la ciudad.
A todo ello hay que sumarle su excelente gastronomía, las más de cinco denominaciones de origen de sus vinos o la cercanía a la Ribera Sacra, que ha sido incluida en su candidatura a la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Mérida es, sin duda, la ciudad española que mejor representa la grandiosidad de lo que fue el Imperio Romano.
Famosa por su anfiteatro, un teatro, un circo y varios puentes, todas ellas de origen romano y muy bien conservados hasta nuestros días, cualquier momento es bueno para disfrutar de la capital de Extremadura, pero es especialmente interesante en el inicio del otoño, cuando el sol ha dejado de apretar.
Navarra es una de esas comunidades uniprovinciales que tiene mucho por explorar. Sus contrastes son espectaculares. La selva de Irati, en el norte, ofrece un entorno único, donde el bosque genera una humedad casi continua durante todo el año.
En el sur, el paisaje se vuelve semidesértico, hasta llegar al Parque Natural de las Bardenas Reales. A mitad de trayecto, podemos visitar Pamplona, famosa por sus sanfermines, u Olite, antigua capital del Reino de Navarra.
En Portugal, las opciones de turismo son casi infinitas. Las grandes ciudades, Oporto y Lisboa, copan buena parte del protagonismo (y no es para menos), pero hay rincones menos conocidos e igualmente atractivos: ciudades históricas, románticas, miradores de cine y 800 kilómetros de costa que guardan faros, cabos, acantilados y playas de enciclopedia.
A todo ello se le suma el carácter de los portugueses, profundamente hospitalarios con el visitante español, su excelente gastronomía y su favorable clima, especialmente en esta época del año.