¿Estás en un trabajo en el que sientes que no te pagan lo que mereces? ¿Crees que merecerías un aumento de sueldo? ¿Te gustaría pedirlo, pero no tienes claro cómo hacerlo?¿Te da miedo no saber cómo negociarlo? ¡No te preocupes! Esto es algo muy normal.
En España, por alguna razón, nos da mucho miedo negociar nuestro salario. No debería ser así. Es completamente legítimo hacerlo. Por eso, en este artículo te vamos a dar algunos consejos para negociar un aumento de sueldo.
Como verás, estos consejos pasan por hacer bien nuestro trabajo (es obvio que no podemos pedir un aumento si no estamos cumpliendo con nuestra parte), por comprender la empresa en la que trabajamos y la situación de la misma y por conseguir una posición de fuerza para la eventual negociación. Iremos paso a paso, así que no te preocupes.
En primer lugar, es fundamental que hagas bien tu trabajo. No puedes pedir un aumento de sueldo si no estás cumpliendo con tu parte del actual acuerdo. Es una cuestión de ética profesional y de decencia personal: si quieres pedir un aumento de sueldo, antes debes demostrar que eres un buen trabajador y ser cumplidor.
Además, los empresarios saben valorar a un buen trabajador y no tienen problema en remunerarles como se merecen (siempre en el marco de una cierta negociación en la que cada parte intenta arrimar la ascua a su sardina, claro).
Sin embargo, también tienen claro quién es un mal trabajador, un trabajador incompetente o que sólo hace lo justo y necesario. A estos últimos es difícil que les remuneren mejor, porque su trabajo no lo amerita.
El siguiente paso es tener clara tu posición en la empresa. Y esto implica más de lo que tú puedes pensar en un principio. Y es que, sí, entender tu posición en la empresa implica entender cuál es tu puesto, qué tal lo desempeñas, cuál es el puesto de los demás y cómo lo desempeñan, cuánto cobra cada uno, si tienes o no margen para un aumento en relación a la calidad de tu trabajo y de los demás compañeros, etc.
Eso está claro. Pero hay más. Tu posición en la empresa también implica cuántos muertos en los armarios conoces, cuántos “secretos”, cuánta información privilegiada, etc. Incluso si tú jamás fueras a usar esa información contra tu empresa, es algo que puede preocupar a tu jefe y que, si los utilizas a tu favor (aunque esto hay que hacerlo con sutileza), puede ayudarte a conseguir un aumento.
No hablemos ya de aquellos casos en que eres la única persona que sabe hacer tal o cual cosa o que se sabe una pieza imprescindible del correcto funcionamiento de la empresa. En estos casos, eres indispensable, así que tienes una posición negociadora muy fuerte, como veremos más adelante. Pero, incluso sin llegar a esos extremos, se puede conseguir una posición razonablemente fuerte en una negociación.
Las empresas no están ganando dinero a espuertas constantemente. De hecho, lo normal es que las empresas, especialmente las PYMES, no tengan una posición financiera espectacularmente buena. Y esto es algo que debes tener en cuenta al plantear un aumento de sueldo. Debes ser inteligente en el momento de pedirlo.
Si ves que la empresa está atravesando un mal momento, puedes plantearle a tu jefe que, en el futuro, le pedirás un aumento, pero que eres consciente de que es el momento de arrimar el hombro. Es algo que él valorará y estará más dispuesto a subirte el sueldo en el futuro. Pero, si ves que la empresa va bien, puedes acudir directamente y pedir ese aumento. Simplemente, abre los ojos y echa un vistazo a cómo está la empresa.
Por último, el punto más importante: consigue una posición negociadora fuerte. No te recomiendo que pidas un aumento de sueldo sin haberte asegurado esta posición negociadora fuerte. Si no la tienes, es mucho más probable que tu jefe te diga que no te da el aumento de sueldo y tú tengas que aguantarte. Si sí la tienes, es mucho más probable que tu jefe te dé ese aumento sin ponerte pegas.
Ahora bien… ¿Cómo consigo esa posición negociadora fuerte? Bueno, lo primero es cumplir con los criterios que hemos mencionado anteriormente. Ser un buen trabajador y tener una posición en la empresa un tanto diferenciada e importante (que tu marcha ocasione problemas) es lo básico, pero no es lo único.
Tu negociación será mucho más eficaz si tienes alternativas al actual trabajo, aunque sólo sea para tener la espalda cubierta en el caso de dar un ultimátum a tu jefe. Si le planteas “o me das el aumento o me voy” sin tener un plan B, puede que te digan que no y te veas en una situación muy comprometida. Los faroles no son buena idea en este tipo de negociaciones.
Piensa, además, que todo esto hay que jugarlo con sutileza. De lo contrario, puede vérsete muy desesperado. Y eso no jugará a tu favor. Te pongo un ejemplo: Hace algunos años un amigo mío quería un aumento de sueldo, y antes de pedírselo a su jefe envío un currículum a su propia empresa. ¡Sí! A la empresa en la que estaba trabajando. El currículum le llegó a su propio jefe.
¿Qué pensó el jefe? Que estaba echando currículums a otras empresas porque estaba pensando en cambiar de trabajo. No hizo falta que mi amigo pidiera nada. El jefe le llamó al despacho, le preguntó si había algo con lo que estuviese disconforme en la empresa, y él le dijo que tan sólo buscaba la posibilidad de una mayor remuneración. Y el jefe se la dio. Si eres un activo valioso para una empresa, no te dejarán ir. Pero tienes que negociar inteligentemente.
Como puedes ver, con estos consejos para negociar un aumento de sueldo es muy poco probable que no lo consigas. Si eres un buen trabajador, la empresa está en situación de dártelo y juegas bien tus cartas, lo conseguirás. ¡La empresa es la primera interesada! No tengas miedo ni vergüenza por pedirlo. Si crees que mereces cobrar más, plantéaselo a tu jefe.