El fichero de ASNEF es uno de los más peligrosos y que más negativamente pueden afectar a tu vida. A fin de cuentas, si estás presente en esta lista, los bancos y las entidades de crédito no querrán prestarte dinero. De hecho, es posible que tengas problemas al contratar otro tipo de servicios no relacionados con los créditos, los préstamos o las finanzas. Así que es importante saber qué hacer para jamás entrar en la lista de ASNEF.
Y eso es lo que vamos a ver, precisamente, en este artículo. En los siguientes apartados te daremos todas las claves para que jamás aparezcas en este fichero, que tanto daño puede llegar a hacerte. Simplemente, asegúrate de cumplir con lo que vamos a comentar en los siguientes apartados, y puedes tener la seguridad de que no estarás nunca en esta lista… ¡Y así podrás vivir financieramente tranquilo!
Lo primero que tienes que hacer si no quieres entrar en el listado de ASNEF es no meterte jamás en préstamos que no vayas a poder pagar. Es tan simple como eso. Con esta mentalidad, podrás estar tranquilo siempre. No ya porque no vayas a entrar en el listado de ASNEF, sino porque tendrás la tranquilidad de que tus deudas no te agobiarán (que es mucho más importante para el día a día que el hecho de no estar en dicha lista).
Por supuesto, siempre puedes acabar en la lista. Ya sea por un error, porque las cosas se han dado la vuelta y ya no puedes pagar el préstamo que antes sí podías o, simplemente, porque te parece que están abusando de ti y no quieres pagar esos intereses usureros. En estos casos, recuerda que tenemos un artículo sobre cómo salir de la lista de ASNEF.
Pero, en la práctica, es muy raro entrar en la lista de ASNEF si tienes unas finanzas personales saneadas (lo que implica no contraer deudas que no puedes afrontar). Así que este es el primer consejo: Sé muy consciente de cuánto ganas, cuánto gastas y cuánto ahorras cada mes. De esta forma, sabrás qué deudas puedes afrontar sin dificultad.
En segundo lugar, la continuación de lo anterior: Paga tus deudas. Si has contraído una deuda teniendo en cuenta lo anterior, pues no tendrás mucho problema. Cada mes pagas lo que debes y listo. Ahora bien, si tomaste un dinero prestado sin tener en cuenta lo anterior, puede que te encuentres en una situación complicada.
Es posible que te esté costando hacer frente a tus pagos. En este caso, deberás reorientar toda tu economía doméstica y tus finanzas personales a priorizar el pago de la deuda. Esto puede hacer que ahorres menos dinero a final de mes, que tengas que reducir tu consumo energético o que tengas que comprar comida de peor calidad. Lo importante (para no estar en ASNEF) es pagar la deuda. Eso es lo prioritario.
Ahora bien, eso es lo prioritario para NO estar en ASNEF. Pero es posible que tengas otra prioridad antes que esa. Quizá tus hijos no pueden permitirse esa reorientación del gasto para priorizar la deuda. En estos casos, quizá te convenga entrar en ASNEF por impago, olvidarte de la deuda por una temporada y, más adelante, cuando las cosas te vayan mejor, pagar la deuda y los intereses y salir de la lista. Aunque, antes de eso, tienes otra solución.
Esa otra solución es renegociar la deuda. En vez de impagar, entrar en ASNEF y pagar más adelante, puedes solicitar a la entidad que te ha prestado el dinero (o la empresa que te está exigiendo unos cobros) una renegociación de la deuda. Quizá puedas conseguir otro plan de pagos más flexible y que te permita vivir mes a mes más holgadamente.
No te voy a engañar: No siempre es posible. Hay empresas que son muy agresivas. Pero, por lo general, sí es posible conseguir una renegociación. Piensa que a la otra parte le interesa cobrar, así que prefieren sacrificar una parte del dinero o esperar un poco más para cobrar el 100% antes que perder el 100% de lo que les debes. Así que no tengas miedo: Llámales, concierta una cita y renegocia con ellos.
Por supuesto, no basta con pagar. Tienes que pagar a tiempo. Piensa que muchas empresas que prestan dinero tienen un modelo de negocio en el que, si no les pagan a tiempo, su situación de liquidez se ve comprometida. Por tanto, es muy importante para ellos que el dinero les llegue religiosamente. No vale con recibirlo una semana o un mes después. De hecho, es posible que, si te retrasas, te cobren un recargo.
Y el problema no es el recargo en sí (que también), el problema es que, si te retrasas, pueden incluirte en la lista de ASNEF incluso aunque, finalmente, hayas acabado pagando. Así que ten mucho cuidado con los retrasos. Asegúrate de tener dinero en tu cuenta cuando te vayan a llegar los cobros y evitarás estar en la lista de ASNEF.
Por último, para conseguir todo lo anterior, lo mejor que puedes hacer es tener una fuente de ingresos sólida. A fin de cuentas, la aparición en ASNEF se debe a que impagas, e impagas porque no tienes dinero. Si tienes dinero, problema resuelto. ¿Cómo tener dinero? Teniendo fuentes de ingresos. No es el objeto de este artículo, pero tenemos algunos otros donde te contamos formas de ganar dinero extra cada mes.
Como ves, las claves para no entrar nunca en la lista de ASNEF no son especialmente complicadas. Todo lo que necesitas es contraer deudas que puedas pagar (o, mejor, no contraer ninguna deuda) y, si las contraes, asegurarte de pagarlas y no dejar que éstas se te coman.
También puedes negociar, en aquellas ocasiones en que no puedas hacer frente a los pagos y, en caso de impago, preocuparte por saldar tus deudas cuanto antes (aunque sea tarde).
