Cuando uno se decide a montar una empresa, generalmente es porque ya tiene un negocio funcionando razonablemente bien y necesita contratar personal, y la mejor forma de hacerlo es mediante una empresa. Ahora bien… ¡Hay muchas formas de hacerlo una vez la empresa se ha constituido! Y lo lógico es querer pagar lo menos posible. Así que, hoy, hablamos de cómo ahorrar al contratar personal para tu empresa.
Como verás, tienes diferentes trucos para reducir el coste que te supone contratar personal en tu empresa, y no todos pasan, necesariamente, por pagar menos a los empleados. Así que presta atención, porque, si estás montando una empresa o ampliando tu plantilla, lo que te traemos hoy te interesa… ¡Y mucho!
La primera forma de ahorrar al contratar personal en tu empresa es… Bueno, pagar menos. Esto siempre es una opción. Si estabas pagando salarios razonablemente altos y, de repente, la empresa empieza a ir mal, no hay nada de malo en que reduzcas un poco lo que pagas para poder hacer más viable tu empresa.
Eso sí, ten en cuenta que, en ocasiones, lo barato sale caro. Además, una empresa que, para sobrevivir, necesita pagar salarios muy bajos, es una empresa que no está en muy buenas condiciones. Por lo tanto, deberías replantearte más cosas en tu negocio, no solo la contratación de personal a precios reducidos.
En cualquier caso, comprueba cuál es el precio medio que pagan las empresas de tu tamaño a sus trabajadores y valora si tienes margen para reducir un poco el salario. Lo bueno de España (para el empresario) es que hay tanto paro que incluso con precios un poco por debajo de la media de tu sector puedes encontrar empleados (cosa distinta es que sean los mejores o los más dedicados a la empresa, claro).
El siguiente paso es elegir el tipo de contrato adecuado. Piensa que existen contratos que pueden estar bonificados o que tienen un salario mínimo inferior al de los contratos indefinidos. Por lo tanto, elegir bien el contrato es fundamental para ahorrar al contratar personal.
Eso sí, necesitas a alguien especializado en derecho laboral para que tengas claro qué contratos puedes utilizar y cuáles no y en qué casos, así como las particularidades de la configuración de dichos contratos para que se ajusten perfectamente a las necesidades de tu empresa y de tu situación financiera.
Además, cuando contratas personal, nunca sabes de antemano si va a ser un buen o un mal trabajador. Es por ello que conviene una temporada de prueba para valorar si ese trabajador, finalmente, merece ser parte de la empresa. En este sentido, los contratos temporales serán tus mayores aliados (aunque, una vez compruebes que el trabajador vale la pena, un contrato indefinido puede ser un buen incentivo para que continúe en tu empresa).
Piensa también en las condiciones de los despidos. Hay ciertos contratos, como los temporales, que ponen muchas más facilidades a la hora de despedir trabajadores. Otros, como los indefinidos, ponen muchas trabas a la hora de despedir trabajadores. Por eso es importante que elijas el mejor contrato en cada momento.
Otra forma fantástica de reducir el coste que te va a suponer el personal de tu empresa es no pagando todo en dinero. También puedes pagar en especie. En este sentido, pagar una parte del salario con formación, aprendizaje y experiencia puede ser una forma fantástica de reducir las nóminas a pagar a final de mes.
Esto es algo que no todas las empresas pueden hacer, porque no todas las empresas tienen un gran valor que aportar a los trabajadores. Pero las hay que sí. Piensa en esos ayudantes de cocina que van a trabajar de forma gratuita con un gran chef porque, cuando salgan de allí, tendrán un currículum excelente que les permitirá ganar una gran cantidad de dinero. Si tu empresa es de este tipo, puedes plantearte algo así.
Además, ten en cuenta, también, que, aunque no suceda explícitamente, esto es algo que pasa constantemente en casi cualquier empresa con los trabajadores jóvenes. Aquellos trabajadores que apenas tienen experiencia están dispuestos a cobrar bastante menos que sus homólogos con experiencia por el simple hecho de poder añadir algunas líneas al currículum. Por tanto, no desprecies la posibilidad de jugar con este aporte de valor.
Por último, puedes plantearte la contratación de personas de colectivos protegidos por el Estado. Estas personas suelen tener bonificaciones muy interesantes, que pueden hacer que tu trabajo salga adelante con un precio mucho menor del que esperarías. ¿Ejemplos de estos colectivos? Parados de más de 45 años, parados de larga duración, víctimas de violencia de género, procedentes de trata de seres humanos o que hayan sufrido violencia doméstica…
Tienes muchísimos colectivos que pueden ofrecerte una bonificación, no sólo los discapacitados (que también son un colectivo que puede ser interesante a la hora de reducir el coste en personal de tu empresa). Además, si contratas a través de ETT también puedes conseguir unos salarios más bajos por diferentes bonificaciones que pueden aplicar.
Y, en general, para cualquiera de los colectivos mencionados, se añade una segunda bonificación si la persona en cuestión es una mujer. Por lo tanto, puede ser buena idea contratar mujeres con algún tipo de discapacidad o que pertenezcan a algún colectivo en riesgo de exclusión. De este modo, puedes obtener un trabajador tan bueno como cualquier otro, pero a un precio notablemente inferior.
Como puedes ver, ahorrar al contratar personal en una empresa no es algo especialmente complicado. Tienes diferentes vías para hacerlo. Por supuesto, no debes priorizar este ahorro por sobre otros temas importantes, como la productividad. Pero, a igualdad de productividad, siempre será mejor reducir un poco el coste que nos supone contratar al personal, ¿no te parece?