Todos, en algún momento de nuestra vida, necesitamos hacer obras en nuestra casa (y lo que nos va a costar) ya sea porque una instalación o electrodoméstico se ha quedado obsoleto o, simplemente, porque queremos darle un toque más moderno. Pero antes de nada, tendremos que saber cómo financiar la reforma de la vivienda.Pero para ello hace falta una suma importante de dinero. Aunque hay pequeñas reformas que no suponen un gran gasto, si queremos hacer una reforma más completa, el precio se va a las cinco cifras sin demasiados problemas.Además, no hay que olvidar que el precio puede variar durante el proceso en función de las circunstancias, cambios en el plazo o demás inconvenientes que puedan surgir en la obra.Por eso, si estás pensando en dar un cambio a tu casa, tendrás que buscar una manera de financiar los gastos: minicréditos, préstamos personales, ahorros, etc. ¿Tienes una reforma pendiente? Te contamos cómo afrontarla.
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Infografía | Cómo financiar la reforma de una vivienda[/caption]
Como podrás imaginar, los ahorros siempre son la primera opción. Si tenemos dinero de sobra y nos podemos permitir pagarlo de golpe y quitárnoslo de encima, mejor que mejor. Aunque estos ahorros no suelen ser suficientes para hacer obras grandes o reformar habitaciones enteras, normalmente sí permiten cubrir gastos menores o pequeños arreglos, como cambiar un electrodoméstico o pintar la casa.Así que, ya sabes, la próxima vez que tengas que cambiar algo pide presupuesto y si tienes unos ahorrillos, utilízalos. ¡Estarás más tranquilo si no debes dinero a nadie!
Y si esos pocos ahorros tampoco son suficiente para hacer esos pequeños arreglos, ¡no te preocupes! Hoy en día, es muy fácil obtener un minicrédito. Como la cantidad prestada no es muy elevada, la tramitación es rápida y sencilla y prácticamente cualquier cliente puede solicitarlo.En Vivus te ofrecemos tu primer crédito, de hasta 300 euros, sin intereses ni comisiones, y podrás devolverlo en 30 días. Además, el proceso de solicitud es muy intuitivo y 100% seguro.
Si el plazo de devolución del minicrédito no te encaja, puedes buscar alternativas de financiación con un plazo mayor. Por ejemplo, las tarjetas de crédito, que, aunque pueden llegar a ser realmente caras en la modalidad revolving, permiten devolver el importe en más tiempo. Además, la gestión es muy rápida, ¡podrás tener el dinero que necesitas en un pispás!
¿Y si quieres hacer una reforma más grande, como, por ejemplo, cambiar el suelo o las ventanas? En ese caso, es posible que esos métodos de financiación se te queden cortos y deberás recurrir a un crédito mayor, como los préstamos rápidos. Con estos préstamos puedes llegar a obtener hasta 5.000 euros en menos de 24 horas.
Para este tipo de reformas (cambiar el suelo, ventanas, electrodomésticos, etc.), las tiendas suelen ofrecer una financiación de lo más asequible, con buenas condiciones, plazos amplios, cuotas bajas y pocos intereses. Además, el proceso es instantáneo y muy sencillo. ¡Pregunta en la tienda antes buscar otras opciones!
Si, por el contrario, tu intención es reformar habitaciones enteras (o incluso toda la vivienda), puedes pedir un préstamo personal. Este es el método de financiación más conocido y habitual, ya que permite solicitar hasta 60.000 euros con un porcentaje bajo de comisiones e intereses. Además, tienen un plazo de devolución bastante amplio, por lo que podrás establecer una cuota mensual asequible… ¡y llegar más desahogado a fin de mes!
La mejor alternativa a un préstamo personal es, sin duda, un préstamo preconcedido, en los que el cliente ya cuenta con el «sí» del banco por su buena relación y confianza con la entidad. Con estos préstamos el proceso de tramitación será mucho más rápido; de hecho, a veces se conceden el mismo día de su solicitud.¡Y eso no es lo mejor! A pesar de su urgencia, la TAE apenas aumenta y el precio puede ser bastante económico. En otras palabras, tendrás las mismas ventajas de un préstamo personal pero en menos tiempo.
Teniendo en cuenta los bajos intereses actuales, ampliar la hipoteca puede ser una opción barata para reformar tu vivienda. Además, no te supondrá un esfuerzo extra, ya que no tendrás que pagar más todos los meses; solo tendrás que seguir pagando la misma cantidad unos meses más.Eso sí, es importante que ya lleves un tiempo pagando la hipoteca para que el banco compruebe tu solvencia económica antes de ampliar el contrato.
Son muchas las entidades bancarias que, en un intento de ayudar a reducir la huella ecológica, conceden préstamos para electrodomésticos eficientes. Este tipo de electrodomésticos consume menos energía y menos agua, lo que se traduce en una reducción de la factura de la luz.Sin embargo, el precio inicial es algo más caro que el de un electrodoméstico convencional, por lo que, en ocasiones, hace falta recurrir a un pequeño préstamo ecológico. ¿Estás pensando en comprarte un electrodoméstico de clase A? ¡Infórmate en tu banco!
Además, las comunidades autónomas también se han sumado a esta iniciativa de la eficiencia energética, ofreciendo ayudas en reformas como la instalación de placas solares o ventanas con aislamiento térmico. Si quieres hacer alguna reforma de este estilo, consulta en tu ayuntamiento o en el BOE antes de pedir un préstamo. ¡Tal vez el precio de la reforma sea más barato de lo que pensabas!¡Y esto es todo! Es cierto que hacer reformas en casa no es nada barato, pero con una buena financiación, el pago será mucho más llevadero. ¡Consulta la opción que mejor se adapta a ti!