La compra en el supermercado es uno de los principales gastos de las familias españolas. Según la encuesta sobre presupuestos familiares, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, los gastos en la partida Alimentos y Bebidas no alcohólicas de una familia española ascienden hasta los 381,5 € al mes, lo que supone cerca del 15% del total de la renta disponible de las familias.
Ante esta realidad, la pregunta que se hacen muchas personas es: ¿cómo ahorrar en la compra del supermercado? Si bien no existen fórmulas mágicas, ya que todas las familias tienen que alimentarse (y alimentar a las personas dependientes), sí que existen varias maneras de ahorrar dinero en la compra de comestibles. A continuación, te presentamos algunos consejos para ayudarte a reducir el coste de la próxima compra en el supermercado.
Es una de las formas más eficaces de ahorrar dinero al ir al supermercado. La lista de la compra te ayudará a evitar comprar productos innecesarios y a mantenerse dentro del presupuesto familiar.
Al tener una lista, te enfocas en comprar solo lo que realmente necesitas, en lugar de ser tentado por ofertas o productos que no estaban previstos en el presupuesto. Eso sí, debes apuntar únicamente los productos estrictamente necesarios.
Muchos supermercados tienen un sistema de precios más bajos para los artículos básicos, como la leche y el pan. Sin embargo, probablemente obtengas un precio más reducido en otro supermercado, al menos para un conjunto de productos.
En la actualidad, existen muchos comparadores de precio por internet (como el que ofrece la OCU) donde podrás contrastar toda la información y comprar en aquellos que ofrezcan la mejor oferta.
Los alimentos de temporada son aquellos que se cultivan y están disponibles de forma natural durante una cierta época del año, especialmente el verano. Estos alimentos suelen ser más frescos, sabrosos y nutritivos que los alimentos importados o fuera de temporada. Y, por supuesto, al ser más abundantes, son mucho más baratos durante esa época.
Muchos supermercados ofrecen cupones y descuentos en su sitio web o a través de aplicaciones móviles. Asegúrate de utilizar estos cupones y descuentos para obtener descuentos adicionales en los productos que ya planea comprar.
Eso sí, debes tener en cuenta que los cupones a menudo tienen restricciones, como fechas de vencimiento, requisitos de compra mínima y limitaciones en la cantidad de productos para los que se pueden utilizar.
Si sabes que vas a necesitar un determinado producto en el futuro, y este no es perecedero, una buena opción es comprarlo en grandes cantidades cuando esté en oferta o en promoción. Aunque suponga un elevado desembolso en un primer momento, te ayudará a ahorrar dinero a largo plazo.
Muchas veces, las marcas blancas tienen la misma calidad que los productos con marcas conocidas, pero a menudo son más baratos. Normalmente, esto es debido a que no tienen que cubrir los gastos de publicidad y promoción de las marcas más conocidas. Además, a menudo tienen menores gastos generales, lo que les permite ofrecer precios más bajos.
Los productos frescos, como las frutas y las verduras, suelen ser más saludables y más baratos que los productos procesados.
Hay varios motivos que explican este precio más reducido, como su producción y transporte, que son más baratos, y también porque no requieren ingredientes adicionales ni un proceso de elaboración complejo, lo que reduce los costes de los productos al llegar al supermercado.
Al igual que ocurre con los productos frescos, los alimentos congelados suelen ser más económicos que los alimentos frescos y pueden ser una excelente opción para alimentos que no están en temporada.
El motivo es que su proceso de congelación preserva los alimentos en su punto óptimo de frescura, lo que permite a los productores y distribuidores ofrecerlos durante más tiempo y en una variedad de lugares. Esto significa que los alimentos congelados pueden estar disponibles todo el año y no solo en temporada, lo que reduce su precio.
Comprar productos a granel, especialmente algunos alimentos como las frutas secas, las especias o las legumbres, suele ser más económico que los productos empaquetados, que se pueden comprar en el supermercado. Por eso, en algunos momentos, puede ser mejor comprarlos a granel en fruterías o pequeños supermercados que en grandes superficies.
Las tiendas de descuento, como los centros de liquidación, suelen tener precios más bajos que los supermercados tradicionales. En algunos casos, exigen estar en posesión de un CIF para acreditar que somos propietarios de una sociedad pero, en otros, es posible comprar como persona física, y no como sociedad.
En conclusión, hay varias formas de ahorrar en la compra del supermercado y reducir la factura del supermercado de las familias españolas. Eso sí, es importante recordar que el ahorro en el supermercado no solo se trata de gastar menos dinero, sino también de hacer elecciones saludables y sostenibles para ti y tu familia.
Con un poco de planificación y un ojo atento a los precios, puedes ahorrar dinero y asegurarte de que estás proporcionando a tu familia los alimentos que necesitan para mantenerse saludables.
