¿Sabes cuántas clases de factura puede emitir un autónomo? Debido a la complejidad del mundo empresarial, existen distintos tipos de factura que documentan y registran cada una de las operaciones que realiza o puede realizar un profesional autónomo. A continuación te explicamos cuáles son las seis más importantes.
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Infografía | Cuántas clases de facturas puede emitir un autónomo[/caption]
Es el tipo de factura más habitual y la que usamos la mayor parte del tiempo. Se trata de un documento que recoge la información de la operación comercial, ya se haya dado una compra, una venta o la prestación de un servicio.En este tipo de factura deben aparecer los datos del emisor, que son los datos de la persona física o jurídica que emite la factura, así como los datos los datos del receptor. En el documento se recoge también el concepto de la operación comercial, así como su importe y los impuestos que correspondan en cada caso.
Este tipo de factura es una simplificación de la factura ordinaria, no suele contener los datos del receptor a menos que este lo solicite expresamente.Además, el importe y los impuestos no aparecen de manera desglosada, solo se incluye la frase “IVA incluido”, que expresa que el precio que se refleja en la operación incluye ya la cantidad porcentual de impuestos correspondientes.
Puedes emitir una factura simplificada como autónomo, en los siguientes casos:
Hay algunos casos en los que no es posible emitir este tipo de facturas:
Ten en cuenta que para deducir el IVA de una factura simplificada de un ticket, deben aparecer el nombre y domicilio del destinatario, así como la cuota repercutida del impuesto separada de la base imponible de la operación.
La factura proforma es el equivalente a un presupuesto. Por tanto, no tiene validez ante la Agencia Tributaria y no debemos contabilizarla.Esta factura ni sirve como justificante de una operación ni actúa como garantía de compra, tampoco tiene valor contable, por lo que no establece ninguna obligación de pago.Debe expresar claramente que es una factura proforma.Suelen utilizarse mayormente como justificación y compromiso de una inversión o gasto a realizar cuando se solicitan subvenciones ante las Administraciones Públicas.
Como hemos mencionado anteriormente, son facturas de carácter ordinario, cuyo objeto principal es la realización de una modificación o anulación con respecto a una factura original.La causa que motiva la emisión de una factura rectificativa es que se haya cometido algún error en algún dato o con el importe de una factura ordinaria o simplificada.Junto en el documento de factura simplificativa, o factura de abono, como también es conocida, debemos recoger los datos tanto del emisor como del receptor de la factura, así como la causa que motiva la emisión de este tipo de documento.Tanto si emitimos una factura rectificativa de anulación total como si es solo parcial, la factura original y la que la rectifica son válidas. Eso sí, no se puede rectificar una factura que lleva vigente más de 4 años.Las facturas rectificativas suelen llevar otra numeración distinta que las facturas simplificadas originales, así como ocurre también con las facturas proforma. Dentro de la contabilidad de una empresa o de un autónomo, suelen reservarse distintas series de numeración para llevar un mayor control y separación entre estos conceptos.Se pueden realizar también facturas rectificativas negativas, pero no siempre. Este tipo de factura se emite en los casos de que se devuelva el producto o bien adquirido.Los requisitos que debe cumplir una factura rectificativa son:
Este tipo de facturas permiten agrupar un conjunto de operaciones realizadas por una persona física o jurídica, es decir, con un único receptor, en un mes natural.Tiene el mismo valor legal que cualquier otra factura ordinaria, por lo que debe cumplir los mismos requisitos básicos que las descritas anteriormente.La particularidad de una factura recapitulativa es que debe contener el importe total de todas las ventas emitidas en un mes a un mismo cliente, así como una descripción breve de cada una de las operaciones.
Con el fin de simplificar el proceso de facturación y hacer más ágiles a las empresas, se implantó este tipo de factura. La factura electrónica contiene los mismos elementos legales que la factura ordinaria emitida en papel. Es, por tanto, una alternativa legal a la factura tradicional, solo que se expide y se hace llegar al receptor en formato electrónico.Las facturas electrónicas tienen ventajas porque facilitan las transacciones. Al emitirse y enviarse de forma telemática, son más rápidas que si llegaran por correo ordinario, se consume menos papel y, además, reducen las cargas administrativas a las pequeñas empresas.