La economía española ha cambiado por completo desde la crisis de 2008. De ser uno de los principales países del mundo a ser un país en una crisis permanente. En estos últimos diez años, sin ir más lejos, hemos sufrido múltiples episodios que han hecho que el país esté en una situación muy difícil. Y, para mostrarlo con claridad, hoy, te presentamos los últimos 10 años de la economía española, en cifras.
Como verás, España tiene serios problemas con multitud de áreas distintas de la economía. Tiene unos niveles de paro altísimos (no digamos ya de paro juvenil), tiene un sector público demasiado grande para lo que puede permitirse, unos impuestos elevadísimos… En definitiva, tiene mucho que reformar si quiere seguir siendo sostenible. Pero no nos adelantemos. Eso es algo que vamos a ver en los siguientes apartados. ¡Vamos!
Empecemos por el paro, porque es la cifra que mejor representa a la economía española… Y no precisamente para bien. Aunque, en honor a la verdad, el paro que tenemos no viene de ahora. La tasa media de paro en el último medio siglo ha sido de alrededor del 18%... ¡Es una locura! Así que no es culpa de la crisis de 2008. Aunque, desde luego, las cosas no mejoraron desde entonces.
El paro, en 2012, se ubicaba en el 22%. Ahora ronda el 15%. Desde luego, ha habido una bajada. Pero debemos recordar que en 2012 estábamos en plena crisis y, ahora, deberíamos estar en un momento boyante. Además, conviene mencionar que buena parte de esa reducción del paro se debe alas masivas entradas de personal al sector público, algo altamente insostenible.
Si el paro en general es alarmante, el paro juvenil lo es todavía más. Hablamos de que, en 2012, el paro en menores de 25 años se situaba en el 45%, mientras que, en la actualidad, está alrededor del 40%. Una bajada imperceptible y que sigue manteniendo a los jóvenes en un estado de dependencia absoluto. Conviene recordar que, sin un trabajo, es imposible desarrollar un proyecto de vida.
El PIB puede parecer una métrica poco importante para el día a día de los ciudadanos. Sin embargo, es muy importante. A fin de cuentas, es la medida de la salud económica de un país y, por lo general, a mayor PIB, mayor peso en la esfera global. Pues bien, desde la crisis de 2008 el PIB de España mantiene una tendencia bajista que, pese a que se redujo un poco en algún momento, no se ha corregido.
Así, en 2012 teníamos un PIB de 1,325 billones de dólares, mientras que, hoy, tenemos un PIB por debajo de 1,281 billones de dólares. Si alguna vez ves en las noticias alguna cumbre internacional y te da la sensación de que se ningunea a España, ten claro que, en buena medida, se debe a esto.
El PIB per cápita sirve para aproximar la salud de la economía de un país de cara no al propio país sino a sus ciudadanos.Cuanto mayor PIB y menor población, más parte de la riqueza del país toca a cada ciudadano. Es lógico, ¿no? Después habrá que determinar la desigualdad que haya en el país, por supuesto. Pero, por lo general, el PIB per cápita es buena métrica para determinar la riqueza de los habitantes de un país.
Pues bien, en 2012 el PIB per cápita de España estaba en unos 28.300 dólares, mientras que, en 2022, se encuentra en el entorno de los 27.000 dólares. Lo normal, por supuesto, es que el PIB per cápita en un país tienda a aumentar, porque lo normal es que los ciudadanos y los países se enriquezcan, no lo contrario. Pues España lleva una década perdida a este respecto.
El tejido empresarial nos permite determinar la salud del emprendimiento en un país. En condiciones normales, los países tienden a experimentar un crecimiento en el número de empresas, porque la gente se atreve a probar proyectos. Sin embargo, en España, en los últimos 10 años, el número de empresas activas apenas ha cambiado. Sigue estando en el entorno de las 3.300.000.
Además, a este respecto hay que hacer un matiz, y es que, en estas estadísticas, se incluyen los autónomos y las PYMES unipersonales. Es decir, aquellas personas que están trabajando por cuenta propia porque no han encontrado ninguna oportunidad en el mercado laboral también están incluidas en esta estadística. Es probable que la cifra real sea mucho más dramática.
El déficit es la diferencia entre lo que se ingresa y lo que se gasta. Se puede expresar tanto en porcentaje del PIB como en millones de euros. Sea como sea, las cifras son dramáticas. En los últimos 10 años no ha habido un solo año en que hayamos tenido superávit. En 2012 tuvimos un 11,55% de déficit, mientras que, actualmente, estamos por encima del 5%.
Por supuesto, el déficit tiene consecuencias. El dinero que gastas sin generar es dinero que tienes que pedir prestado. Y, si siempre estás pidiendo prestado, tu deuda no hace más que crecer. Pues bien, la deuda pública de España ha pasado del 90% en 2012 a más del 120% en 2022. Es decir, deberíamos entregar todo lo que produce el país durante un año (sin quedarnos NADA) y aun así no habríamos cubierto la deuda que tenemos.
Y todo esto, sin tener en cuenta las obligaciones adquiridas por el Estado frente a sus ciudadanos. Por ejemplo, la cifra anterior no tiene en cuenta el gasto a pensiones, que es un gasto al que el Estado deberá hacer frente porque “ha prometido” a sus ciudadanos que les pagará una pensión. Si ese tipo de obligaciones se tienen en cuenta, la deuda pasa a ser de un 400%. Sencillamente, insostenible.
Como puedes ver, la economía española lleva una década bastante complicada, como reflejan las cifras que te hemos dado. Confiemos en que, en los próximos años, se empiecen a tomar medidas y se adopten políticas más inteligentes que puedan hacer que el país prospere y vuelva a un cauce más o menos razonable… ¡Porque un país con estas cifras no es sostenible!