La Seguridad Social es un ente muy importante en España, pues es la que permite que muchísimas personas no caigan bajo una situación de pobreza y de desamparo. Sin embargo… ¿Sabemos cómo funciona?
Lo cierto es que son muy pocas las personas que saben qué hace exactamente la Seguridad Social y hasta dónde puede llegar. Por esta razón, hoy, en Vivus, respondemos a algunas preguntas habituales sobre la Seguridad Social.
La Seguridad Social es una institución pública que se encarga de que toda persona española tenga acceso a una serie de prestaciones mínimas que le permitan vivir de forma digna, independientemente de su situación laboral, personal, de su edad y de cualquier otra consideración.
La Seguridad Social se encarga de que nadie caiga bajo un umbral mínimo de vida digna.
Naturalmente, como parte de lo anterior, la Seguridad Social se encarga de gestionar las pensiones. Las pensiones son parte del objetivo de la Seguridad Social, porque son las que permiten que no haya personas de edad avanzada sin lo suficiente para vivir de forma digna.
No obstante, cabe decir que las pensiones y otro tipo de prestaciones y subsidios de la Seguridad Social funcionan de forma un poco distinto.
No. Este es un error frecuente: mucha gente cree que el dinero que aportan a la Seguridad Social se guarda en una cajita y que, cuando lo necesita, acude a ella y encuentra el dinero que ha estado gastando. No es cierto. No funciona así.
El sistema cobra a los contribuyentes y paga a los que reciben una prestación en el acto. No hay ninguna caja ni ningún sistema de ahorro (por eso tenemos el problema de pensiones que tenemos).
No. Este es otro de los errores comunes. También muchas personas creen que la Seguridad Social financia a la Sanidad Pública (de hecho, sigue siendo normal escuchar que alguien va “al médico de la Seguridad Social”), pero lo cierto es que hace décadas que la Seguridad Social no financia la Sanidad Pública.
Actualmente, la Sanidad Pública se financia con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
Sí, la prestación por desempleo se financia con la Seguridad Social y la cantidad que puedes percibir y el tiempo por el cual puedes percibirla depende directamente de cuánto hayas contribuido a la Seguridad Social (aunque, como comentábamos más arriba, no es “tu dinero”, es el dinero de un tercero que se te otorga a ti, igual que el tuyo se otorgó a otras personas cuando fue necesario).
El subsidio de desempleo es un subsidio que se otorga a las personas que agotan la prestación por desempleo sin encontrar otro trabajo.
Este subsidio también corre a cargo de la Seguridad Social, al igual que todos los subsidios de carácter no contributivo de la Seguridad Social (tales como las pensiones no contributivas, como las de viudedad, por ejemplo). A diferencia de la prestación por desempleo, el subsidio tiene duración y cuantía fijas.
Sí, las cotizaciones a la Seguridad Social, aunque no se presentan al gran público como un impuesto, en la práctica, funcionan como tal.
Por lo tanto, son totalmente obligatorias y no se puede decidir no pagarlas. Hay que pagar tanto las cotizaciones propias como las de los trabajadores que tengas a cargo. De no hacerlo, nos exponemos a multas.
Esta es una pregunta muy habitual, también. Lo cierto es que, a igualdad de salario, los autónomos y los trabajadores por cuenta ajena pagan más o menos lo mismo.
La diferencia está en que los autónomos pagan sus impuestos directamente. Es decir, lo hacen ellos mismos y ven cómo se va el dinero cada mes, cada trimestre y cada año, algo que los trabajadores por cuenta ajena no ven. Por eso parece que los autónomos paguen más. Pero, más o menos, pagan lo mismo.
Si no pagas, puede que nadie se dé cuenta. Pero, si sí se dan cuenta, lo normal es que te exijan el pago pendiente más un recargo.
En el caso de que sigas sin pagar, se te aplicarán sucesivos recargos. Si sigues sin pagar, te embargarán tus cuentas y se cobrarán directamente tanto lo que te exigían como los recargos. Y si, aun así, no fuera posible cobrártelo, tendrías una deuda con la Seguridad Social que, en última instancia, podría devenir incluso en prisión.
Por último, tenemos la pregunta de si tiene sentido que exista la Seguridad Social. A fin de cuentas, si no hay una contraprestación directa entre lo que pagamos y lo que recibimos… ¿No tendría más sentido pagar impuestos y ya está?
Y la respuesta es que sí. Eso sería lo lógico. Pero hay que mantener la apariencia de que el sistema es justo y de que funciona por sí mismo de forma ajena a los Presupuestos Generales del Estado.
Y ya con esto acabamos. Como seguro te habrás percatado, la Seguridad Social es un ente un tanto complicado, que tiene muchas atribuciones y que ha cambiado su papel a lo largo del tiempo. Es por ello que no es nada extraño que la gente confunda cuál es su papel, cómo se financia y qué puede hacer por nosotros.
En cualquier caso, esperamos que este breve artículo te haya ayudado a clarificar un poco las dudas sobre la Seguridad Social que tuvieras.