Muchas personas deciden marcharse de su empresa en busca de nuevos derroteros. Los motivos pueden ser diversos: se sienten infravalorados, piensan que su carrera profesional está estancada, han encontrado algo mejor, se aburren, quieren emprender… ¿Y tú, quieres irte de tu empresa?El denominador común es que no hay despido, es una baja voluntaria.Independientemente de la causa que justifique este atrevimiento, es mejor irte de tu empresa por la puerta grande. Si alguna vez tomas una decisión de este calibre y quieres quedar como un señor ante tus jefes y compañeros, puedes seguir estos consejos.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí]
Llamar por teléfono a tu jefe para avisarle de que mañana no irás a trabajar es muy poco serio. Este interpretará, con razón, que lo estás dejando colgado. Siempre que sea posible, avisa de tu marcha con tiempo suficiente para que la empresa pueda encontrarte un sustituto y que el traspaso de poderes puede hacerse sin prisas.
Por respeto, la persona a la que deberías comunicar tu decisión en primer lugar es a tu jefe directo, es decir, a aquel de quién recibes las órdenes cada día. Más adelante, si lo deseas, puedes hablar con un superior o con los del departamento de recursos humanos.No le entregues una carta de renuncia. La comunicación debe ser verbal y desde el buen rollo, argumentando los motivos cara a cara con tu jefe. Pregúntale si es necesario también que comuniques tu decisión por escrito. Que sea él quién lo decida.
Si en tu cabeza hay una fecha de salida te costará concentrarte y tendrás ganas de hacerte el remolón. Debes ser profesional y, si tienes algún proyecto pendiente, no procrastinar y dejar acabada tu tarea. En el caso de que sea totalmente imposible, al menos facilítale el trabajo a la persona que llegue tras de ti.
Olvídate de los malos rollos con los compañeros y con tus superiores. Por muy mal que algunos te lo hayan hecho pasar, no vas a ganar nada enfrentándote con ellos, criticándolos o ninguneándolos.Si quieres irte de tu empresa por la puerta grande te va a tocar morderte la lengua. Y sí, lo sabemos, a veces es bastante complicado.Si lo piensas fríamente, tienes poco que ganar con una salida airosa, más allá de alimentar a tu ego, y mucho que perder. Nunca se sabe qué te deparará el futuro, por lo que es mejor que dejes todas las puertas entre abiertas.
La empresa en la que trabajas termina convirtiéndose en una especie de hogar en el que pasas muchas horas cada día. En ocasiones, los compañeros de oficina acaban siendo tus amigos. Ocho horas al día dan para muchas risas y confesiones.Despídete de ellos como se merecen, uno a uno y agradeciéndoles lo que has aprendido de ellos durante tanto tiempo. No te olvides de tus superiores. Tampoco de los compañeros de otros departamentos con los que tenías menos contacto. A esos últimos puedes enviarles un email de despedida.Si sigues estos consejos saldrás de tu empresa por la puerta grande, con el respeto de todos y el agradecimiento de tus superiores. Como es lógico, alguien podrá enfadarse por tu decisión, pero eso es algo que no vas a poder controlar.
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