¿Quieres crear una startup? ¿Crees que tienes una buena idea que puede ser rentable como para crear una nueva empresa? Si estas dos preguntas son afirmativas estamos ante un claro caso de emprendedurismo, pero a todo emprendedor le surgen una serie de dudas después de tener su idea. Algunas de ella son: ¿le interesará a la gente mi idea? ¿Comprarán mi producto o servicio? ¿Les resolverá sus necesidades?[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] Por ello, en este post te ofrecemos una serie de consejos para que tu sueño emprendedor de crear una startup se convierta en realidad. ¡Síguenos!
Define qué necesidad, problema o deseo resuelve tu idea. Tener claro este punto es fundamental, ya que de ello depende que las personas se emocionen con él y, en su caso, te compren.
Establece a quién te diriges. Tienes que responder claramente a estas cuestiones: ¿Quiénes va a ser tu público potencial o tus clientes potenciales? ¿Dónde están? Y, sobre todo, ¿Cómo son?
Realiza un estudio de la competencia e investiga el mercado. Comprueba si tu idea es única o alguien la ha tenido antes, si tienes competencia comprueba en qué te diferencias. Analiza el mercado o el sector en el que te vas a mover, mira a ver si hay hueco, o como se suele decir en la jerga “marketiniana”, encuentra un nicho de mercado
Establece en qué se diferencia tu producto del de tus competidores. En la diferencia está el éxito, ya que si te asemejas a algo existente, podrías catalogarte como una “copia”, tanto de cara a posibles compradores como en el propio mercado.
Analiza qué recursos necesitas para hacer de tu idea de negocio una realidad. Cuantifica todas las necesidades que tendrás a la hora de crear tu negocio. Así sabrás qué gastos fijos tendrá tu empresa. El análisis financiero es fundamental a la hora de crear una startup.
Crea un prototipo o demostración de tu producto o servicio. Así conseguirás que las personas a las que van dirigidos, o posibles inversores, se hagan una mejor idea de lo que ofreces.
Trámites burocráticos para crear una startup
Una vez ya tienes claro cuál es tu negocio, qué lugar ocupará en el mercado y qué tipo jurídico de sociedad vas a crear (limitada, anónima, cooperativa, etc.) llega la hora de realizar los trámites burocráticos para crear tu empresa, es decir, comenzará la época de los papeleos.En este sentido, aunque los trámites para crear una empresa se diferencian según el tipo de sociedad elegida, los que generalmente son comunes a todas los tipos de sociedades son los siguientes:
Solicitud de la certificación negativa del nombre: Con ella se acredita que no existe otra sociedad con el mismo nombre que la tuya. Se solicita en el Registro Mercantil.
Depósito Bancario en una entidad financiera del capital social exigido según sea el tipo de sociedad que has elegido. Se solicita en cualquier entidad financiera acreditada.
Creación de los estatutos y de las escrituras de constitución. Con ellos se crean las normas que rigen tu sociedad. Las escrituras las tenéis que firmar todos los socios ante notario antes de comenzar a funcionar la empresa.
Solicitar el C.I.F: Supone la identificación fiscal de tu empresa y se solicita en la Agencia Tributaria. Es provisional durante los seis primeros meses y después ya se obtiene el definitivo. Es necesario que se solicite los 30 días inmediatamente después a la constitución de tu sociedad.
Liquidación del impuesto de transmisiones patrimoniales: Consiste en el pago del 1% del capital social aportado al crear tu empresa y tienes que realizarlo los 30 días hábiles posteriores a su constitución. El trámite para pagarlo lo tienes que realizar en la Delegación de Hacienda donde se encuentre domiciliada tu Sociedad.
Inscripción de la empresa en el Registro Mercantil: Es el último trámite para la constitución de tu empresa y gracias a él conseguirás plena capacidad jurídica para poder operar.
