Los beneficios para la salud derivados de dormir un rato después de comer son incuestionables. Es algo que ha sido demostrado científicamente y, quizás por ello, la siesta cada vez está más extendida. ¿Te imaginas si te dejasen de echarte una siesta en el trabajo?[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] Pues deja de imaginar y pasa a la acción. En este artículo vamos a darte 7 razones con las que convencerás a tu jefe para que te deje de dormir la siesta en el trabajo. Quién sabe, quizás hasta él termine dando una cabezada después de la comida.
Quieras o no, tu cerebro necesita descansar. Las maratonianas jornadas de trabajo son ineficaces. Tu jefe no necesita que una persona caliente una silla mientras mira la pantalla del ordenador, sino a alguien activo que resuelva problemas. Tras 20 minutos de siesta tu cerebro se resetea y te despertarás como si fuesen las 8 de la mañana, o casi.
Por la misma razón que te hemos explicado en el punto anterior, la productividad de cualquier empleado cae en picado según avanza el día. La siesta puede ser el punto de inflexión que cambie la tendencia. Te aseguramos que serás mucho más ágil y productivo después de una pequeña cabezada.
Llamadas constantes, el inbox a tope de emails, montañas de papeles sobre tu mesa de trabajo, el jefe mandando nuevas tareas… El ambiente de oficina puede llegar a ser muy estresante. El descanso tras el almuerzo también conseguirá que te despiertes menos estresado.
La serotonina es un neurotransmisor que no solo regula el sueño, también el estado de ánimo. Es por eso que después de una reconfortante siesta todo el mundo se despierta alegre y de buen humor: el cerebro está a rebosar de serotonina.
Un cerebro sin estrés, de buen humor y descansado es un cerebro más creativo. Si tu profesión exige una buena dosis de creatividad dile a tu jefe que el hemisferio derecho de tu cerebro (la zona que se asocia con la imaginación) necesita echarse una buena siesta.
La psicología clínica tiene claro que la actitud y el enfoque motivacional son imprescindibles para resolver situaciones problemáticas. Esta habilidad de las personas mejora sustancialmente después de alcanzar la fase REM del sueño.
Un aspecto fundamental para mejorar la productividad es la concentración. Una persona puede conseguir mejores resultados en su trabajo y en menos tiempo si está concentrada al cien por cien. Echarse la siesta en el trabajo ayuda a acabar con la dispersión y a centrar la mente en lo verdaderamente importante.
¿Crees que necesitas más motivos para convencer a tu jefe de que te deje echarte la siesta en el trabajo? Seguro que no.Búscate un sitio cómodo y agradable en la oficina, donde no molestes a nadie y tampoco seas molestado. Si tiene poca luz, poco tránsito de personas y un sillón cómodo, mucho mejor.No necesitas más de 20 o 30 minutos para dar una cabezada. Pasado este tiempo tu estado físico y mental mejorará sustancialmente. ¿Preparado para convertirte en el empleado más productivo de tu empresa?Si necesitas una ayudita extra, en Vivus podemos ofrecerte un préstamo rápido de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas) para poder hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. Es muy sencillo y solo te tomará diez minutos. ¡Apenas hay papeleo!