2022 ha sido un año atípico en lo económico, al menos para muchas generaciones. La salida de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento en los costes de la energía han provocado numerosos cambios en este ámbito.
Si bien el principal protagonista ha sido la inflación, lo cierto es que está teniendo impacto en el resto de variables, que también han sufrido. ¿Quieres saber cómo ha sido 2022 y qué se espera en 2023? A continuación, te explicamos siete de las principales cifras sobre la economía en 2022 que deberías conocer.
El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España muestra síntomas de agotamiento después del crecimiento de los últimos trimestres, motivados por la apertura de la actividad económica.
Según las cifras revisadas de la Contabilidad Nacional Trimestral del INE, el PIB creció en España un 1,5% en el segundo trimestre de 2022. Este dato supuso una significativa revisión al alza con respecto al 1,1% avanzado inicialmente, contrarrestando así la simultánea revisión a la baja de la cifra de crecimiento del primer trimestre.
Según las previsiones de FUNCAS, todo apunta a que esta situación se agudizará en 2023, tal y como se viene observando en los últimos meses. El principal factor es la pérdida de poder adquisitivo de los hogares como consecuencia de la inflación y el aumento en los tipos de interés del BCE.
El desempleo en España ha dejado de ser una preocupación para muchos españoles. Desde el aumento registrado durante el primer y segundo trimestre de 2020 a causa de la pandemia covid-19, la tasa paro no ha dejado de caer en los siguientes periodos, según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicado por el INE.
Pero este 2022 ha sido especialmente bueno en términos de desempleo. En el segundo trimestre de 2022, la tasa de desempleo cayó un 17,62% en términos interanuales. En la actualidad, de acuerdo al último dato publicado, la tasa de paro se sitúa en el 12,67%, que es la tasa más baja registrada desde los últimos meses de 2008, en plena explosión de la burbuja inmobiliaria.
La inflación ha sido, sin duda, la gran protagonista de este 2022 en términos económicos. El fin de la pandemia, unido al comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania y la consecuente crisis del gas ruso, provocó una escalada de precios sin precedentes que rápidamente se trasladó a la cesta de la compra.
La inflación alcanzó su pico en julio de 2022, al alcanzar el nivel del 10,8% en términos interanuales, según datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa más alta de los últimos 38 años. Desde entonces, el IPC se ha estabilizado y ha comenzado a decrecer. En octubre de 2022, último dato publicado por el INE a fecha de publicación de este artículo, ha caído hasta el 7,3%.
Y aunque las previsiones marcan una inflación todavía elevada para 2023, todo hace indicar que seguirá cayendo hasta niveles mucho más tolerables a lo largo del próximo año. Aunque todo dependerá de la evolución de la guerra y de cómo se comporten las materias primas en los siguientes doce meses.
La deuda pública continúa siendo un problema para las administraciones públicas, ya que desde hace unos años se encuentra disparada.
Según datos del Banco de España, la deuda de las Administraciones Públicas ascendió a 1.504 billones de euros, el 116% del PIB en septiembre de 2022, lo que representa un máximo histórico desde que se tienen registros. En términos interanuales, ha crecido un 5%.
El 88% de esta deuda corresponde a deuda del propio Estado, mientras que las comunidades autónomas aumentaron su saldo hasta 335 billones de euros. Y la deuda de las corporaciones locales alcanzó los 22 billones de euros.
El cambio de rumbo en las políticas del Banco Central Europeo ha provocado un cambio radical en los niveles del euríbor. Si en los últimos seis años, el principal indicador hipotecario había registrado niveles negativos que habían tenido incidencia en las hipotecas a tipo variable, en la actualidad no para de subir.
En diciembre de 2022, el euríbor ha alcanzado niveles cercanos al 3%, frente al -0,502% con los que empezó este año. Una situación más normal que previsiblemente seguirá intesificándose en 2023, especialmente con una inflación elevada que obligue a los bancos centrales a mantener sus políticas monetarias restrictivas o incluso a intensificarlas.
La crisis de la covid-19 obligó al estado español a poner en marcha una serie de ayudas públicas para mantener el empleo y garantizar la renta de los ciudadanos ante la parálisis económica. Esto provocó un aumento en el déficit público que llegó a superar niveles del 10%.
Sin embargo, gracias a la buena marcha de la economía española y, sobre todo, a la inflación, los ingresos públicos han aumentado en 2022, lo que previsiblemente hará que el déficit termine 2022 en niveles cercanos al 4%, según las previsiones de Scope Ratings.
El principal selectivo español ha experimentado un comportamiento errático en 2022, en línea con el resto de bolsas europeas y mundiales. Sin embargo, la buena noticia es que no ha caído tanto como otros, especialmente porque su exposición a los sectores más castigados no ha sido tan grande como en otros casos.
En 2022, el IBEX-35 lleva una caída anualizada del 4,87%. Este dato contrasta con el de otros índices mundiales como el S&P 500 estadounidense, que ha caído un 18%, el Nasdaq, que lleva registrada una caída del 30% o el Eurostoxx, que lleva acumulada una bajada del 9%.