En la actualidad son muchos los que deciden vivir en un piso compartido, ya sea por la experiencia de vivir con amigos o simplemente por ahorrar dinero.A pesar de que se escuchan muchas historias de malas experiencias en pisos compartidos, lo cierto es que no debemos preocuparnos por ello. Mantener una convivencia agradable es posible si seguimos unas sencillas recomendaciones. Estas son aplicables tanto si vivimos con amigos como con desconocidos.
Lo más importante a la hora de vivir en un piso compartido es tener clara una premisa: por muy amigos que seamos, la convivencia genera roces, pero nada que no se pueda solucionar. El reparto de las tareas domésticas y la limpieza es uno de los puntos que generan más conflicto al vivir en un piso compartido. Por ello, es fundamental repartir las tareas relacionadas con las zonas comunes. Se recomienda establecer un calendario y por supuesto, cumplirlo. No es necesario convertirse en maniáticos de la limpieza, pero sí se deben cumplir con los compromisos que hemos adquirido.Aun así, no debemos perder de vista que no se trata solamente de seguir un calendario sino de comprender que la limpieza es algo general y de todos. También si a una persona le gusta cocinar, pero no limpiar, se pueden repartir las tareas, siempre y cuando sea proporcional y se cumpla. Quizá te interese: ¿Piso o residencia? El cuaderno de bitácora de un estudiante sin techo Otra de las cuestiones que generan problemas de convivencia son los horarios. En este sentido, hay que tener en cuenta que cada persona tiene su propio ritmo de vida y horarios y que hay que respetarlos siempre. Si eres de los que se acuesta muy tarde no debes hacer ruido a partir de una determinada hora. Si, por el contrario, eres una persona madrugadora no creas que eso te da derecho a despertar a los demás.Mantener un ambiente agradable en el hogar también depende de nuestra actitud. En este sentido, pese a haber tenido un mal día mantendremos la amabilidad con nuestros compañeros de piso, del mismo modo que no nos gustaría que cuando la situación sea la opuesta nos amarguen el día.Los pagos es otro de los principales problemas. Hay que ser conscientes de que cada mes tendremos que pagar el alquiler. Por ello, debemos intentar poner nuestra parte lo antes posible para no retrasar al grupo y evitar que nuestros compañeros estén pendientes de que cumplamos con nuestras obligaciones económicas. Así mismo, es importante llevar la cuenta de todo aquello que se compra para un uso común, ya sean productos de limpieza, papel higiénico o cualquier otro artículo. Lo recomendable es hacer un bote común y así todo el mundo paga por igual. Quizá te interese: Que tu cambio de piso no sea una pesadillaOtro de los puntos que mayor controversia generan en una convivencia son las fiestas o visitas en casa. Así, cuando convivimos con otras personas debemos avisar cuando vayamos a traer gente o a dar una pequeña fiesta. Ten en cuenta que alguno de tus compañeros puede haber tenido un día duro. Llegar a casa pensando en descansar y encontrarse una fiesta puede que no sea lo que más le apetezca.Estos cinco puntos son esenciales para mantener una buena convivencia y mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, no debemos olvidar que toda buena convivencia se basa en el diálogo y en el entendimiento por parte de todos los compañeros de piso.¿Has vivido en un piso compartido? ¿Cuáles han sido tus principales problemas? ¡Cuéntanos tu experiencia!
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