Con el precio de la gasolina alcanzando máximos históricos, no es extraño que se te haya pasado esta pregunta por la cabeza: ¿qué puedo hacer para ahorrar gasolina?
La compra de un vehículo suele ser la segunda inversión más importante de una familia, por detrás de la vivienda. El problema que tienen los coches es que entre el mantenimiento, la ITV, el seguro, los impuestos… son muy caros de mantener. Vamos, que cuestan un ojo de la cara todos los meses. Y ahora en estos tiempos, se añade el duro gasto en combustible cada vez que tenemos que pasar por la gasolinera.
En este artículo te vamos a ofrecer 10 consejos para ahorrar combustible al conducir. Si los pones en práctica, aprenderás a usar tu vehículo de forma eficiente y evitarás malgastar carburante.
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Al arrancar el coche en los fríos meses de invierno, muchas personas creen que pisando varias veces el acelerador con el vehículo parado ayudarán a que el motor se caliente antes. Esto es un gran error.El coche apenas tardará unos minutos en coger la temperatura óptima del motor y no es necesario dar acelerones bruscos. Lo único que conseguiremos será subir las revoluciones en exceso y malgastar combustible. Si queremos que nuestro vehículo entre en calor, basta con arrancar el motor y esperar un par de minutos.
Si apuras los cambios de marcha en exceso, hasta esperar a que el motor esté muy revolucionado, solo malgastarás combustible de forma ineficiente. En el caso de los vehículos diésel, lo ideal es cambiar de marcha en torno a las 1.500 revoluciones; no es necesario apurar más. Cuando se trata de un coche de gasolina, debe acelerarse hasta las 2.000.Debes gastar especial cuidado con las marchas cortas. La primera, por ejemplo, solo debes usarla para poner el vehículo en movimiento. Una vez que el coche empieza a moverse deberías meter la segunda y, a partir de ahí, cambiar de marcha a bajas revoluciones, antes de que resulte forzado.
La conducción eficiente es clave para ahorrar carburante. Debes conducir manteniendo la velocidad lo más uniforme posible, evitando los frenazos y los acelerones, así como los cambios de marcha innecesarios.Una conducción tranquila y mantenida no solo evitará el trabajo extra del motor y, por tanto, el consumo innecesario de combustible, también te ayudará a conducir de forma segura y a evitar accidentes.
En realidad, este punto forma parte de la conducción eficiente. Debes utilizar a tu favor las inercias de tu vehículo. Por ejemplo, si ves que el semáforo que está a cien metros se va a poner en rojo en breve, suelta el acelerador y deja que la inercia te lleve hasta él sin pisar el freno.También puedes usar la inercia si te encuentras con una bajada mientras conduces por la carretera o cuando te aproximes a las curvas, evitando pisar el acelerador hasta el último momento para acabar pisando bruscamente el freno.
Es tan importante como usar las inercias. De lo que se trata en este caso es de evitar apurar la frenada hasta el último momento usando para ello el freno motor (es decir, reduciendo las marchas), en lugar de pisando el freno de pedal.Si conduces con una distancia de seguridad adecuada te resultará muy fácil hacerlo y te permitirá reducir el consumo de combustible.
Las ruedas son el único elemento de tu vehículo que está en contacto permanente con el suelo. Por eso, deben mantenerse en perfecto estado siempre, sin irregularidades en su forma y sin exceso ni defecto de presión. Los neumáticos deben estar siempre en perfecto estado.Unos neumáticos de buena calidad y bien cuidados no solo contribuirán a que el coche consuma menos carburante, sino que aportarán un extra de seguridad durante la conducción.
Los neumáticos no son la única pieza importante del coche. El vehículo en su totalidad debe encontrarse en todo momento en buen estado de salud y para ello es fundamental hacerle un buen mantenimiento en un taller de confianza.Si haces los cambios de aceite, de líquidos y de filtros en el momento correcto y te preocupas porque todas las piezas y los elementos de tu vehículo se encuentren en buen estado, alargarás la vida del coche y conseguirás que consuma menos combustible.
La calefacción y el aire acondicionado son imprescindibles en cualquier época del año, y más en un país como España en el que hay años que parece que sólo tienen dos estaciones: el verano y el invierno. Sin embargo, mal utilizados, pueden contribuir a un consumo excesivo de combustible.Lo ideal es no usarlos desde el minuto uno, sino arranchar el coche y empezar a conducir con la calefacción o el aire acondicionado apagados, ya que la mecánica de ambos sistema de climatización tardan unos minutos en coger temperatura y empezar a funcionar.Además de esto, debes evitar el uso prolongado e intentar mantener el coche ventilado de forma natural, sobre todo el verano. Si estás conduciendo a baja velocidad por ciudad o con el vehículo detenido en semáforos, por ejemplo, prueba a apagar el aire acondicionado y a abrir las ventanas. Respirarás aire puro y bajarás el consumo de combustible.
Llevar el maletero cargado de cosas que no vas a utilizar contribuirá a que el vehículo pese más y, por tanto, a que el motor tenga que hacer un esfuerzo extra para mover el coche. Se calcula que por cada 100 kgs extra de peso que llevemos, el consumo de combustible sube un 5%. Por tanto, si quieres ahorrar, ve ligero.Con respecto a la baca, este complemento hace que el vehículo pierda aerodinámica y que tenga un consumo mayor de combustible. Así que si solo la usas en ocasiones especiales o en algunas épocas del año, sería buena idea que la desinstalaras.
Es bastante habitual dejar el motor del coche encendido mientras metemos las maletas en el maletero, cargamos la compra del supermercado o esperamos a que la pareja salga de casa y entre al coche.Este comportamiento no supone ninguna ventaja especial para el coche y sí un consumo innecesario de combustible. Por eso, en las paradas prolongadas es recomendable apagar el motor. Si lo dejamos al ralentí, estará quemando carburante.Si tu vehículo cuenta con el sistema Start&Stop, el motor del coche se apagará cada vez que el vehículo se detenga, por ejemplo, en los semáforos, ayudándote a evitar malgastar gasoil o gasolina.
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