Independizarse de casa no siempre es tarea fácil, es más, suele ser algo bastante complejo y tedioso, pues supone un gran cambio en la vida de las personas que toman dicha decisión.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] Por ello, toda ayuda es poca para llevar a cabo este importante paso. De esta manera, te dejamos algunos consejos que te pueden ser útiles si estás pensando abandonar el nido:
Flexibilidad con el alquiler: Si no tienes unos ingresos demasiado elevados, deberíamos empezar por buscar una vivienda que se adapte más a nuestras posibilidades financieras, ya que independizarse no es sólo pagar el alquiler, sino de todos los gastos que incurren en él como la luz, el agua, la comida, etc.
Tratar de compartir piso: Precisamente, el hecho de compartir piso posibilita que todos estos gastos mencionados anteriormente sean mucho menores, pues se comparten entre los compañeros de piso. Esto puede llegar a ser un gran desahogo y da la posibilidad de invertir el dinero restante en otras cosas.
Búsqueda de ingresos extra: Se trata de una idea bastante acorde a la realidad si no queremos ir siempre al límite con los pagos, ya sean de la vivienda o cualquier otro gasto al que tengamos que hacer frente. Nos referimos a actividades como dar clases particulares, trabajos de fines de semana, etcétera.
Crear un buen plan económico: Siempre es bueno tener una planificación en mente sobre la cantidad de dinero que se puede llegar a gastar mensualmente. De esta manera tendremos más control sobre la situación y nada nos pillará por sorpresa.
Buscar una buena localización: Al independizarnos, la localización es muy importante. Debemos buscar el equilibrio entre un lugar que sea cómodo, pero también económico.
Cuando estamos en casa de nuestros padres no pensamos nada más que en independizarnos y tan sólo vemos ventajas a esta acción. No obstante, hay que tener en cuenta que todo, la independencia tiene sus cosas buenas y malas.Vamos a descubrir las principales ventajas de la independencia:
Aprendes a crear un presupuesto determinado y por tanto organizar tu economía.
Se aprende a ser independiente y valerte por ti mismo dado que ya no tienes a nadie que te ayude en ciertas situaciones, sobre todo en situaciones de la vida cotidiana.
No existen debates por las tareas domésticas, a menos que compartas piso. Puedes organizarte de la manera que más te guste.
Pero no todo va a ser bueno, independizarse también tiene importantes desventajas entre las que destacan:
La responsabilidad es mucho mayor, ya que todas las decisiones las debes tomar por ti mismo.
Comenzamos a perder la capacidad de saber convivir progresivamente, pues al acostumbrarnos a vivir solos y hacer lo que nos plazca en cada momento, la convivencia puede volver a suponer un cambio radical y en muchas ocasiones no llega de manera positiva.
¿Cómo viviste tu independencia? ¿Crees que fue positiva o volverías sin pensarlo a casa de tus padres? ¡Cuéntanoslo!
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