La muerte es uno de los negocios más seguros: no hay demanda más inelástica. Además, cuando una persona se muere tiene una oferta muy limitada de opciones entre las que elegir. Nuestra cultura nos empuja a unos rituales concretos, y la familia del difunto se ve en la obligación de seguir unos pasos que ya vienen marcados. Morirse es caro… y en España nos gastamos más que en otros países europeos.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] El negocio de las funerarias y de todo lo relacionado con la defunción se basa en las más de 400.000 personas que se mueren anualmente, según datos del Instituto Nacional de Estadística. A esa cantidad de “clientes”, le tenemos que multiplicar los más de 3.500€ que nos gastamos de media en la defunción de un familiar según un estudio de la Organización de Usuarios y Consumidores realizado en el 2013. Estamos hablando de una cifra que sobrepasa los mil millones de euros anuales. ¡Un negocio muy vivo!
Por supuesto, varían los precios según los gustos y caprichos de cada familia, la ciudad, si hay que pagar la sepultura, si se incinera el cuerpo, etc. Pero, ¿en qué nos gastamos tanto dinero?
¡La suma es para morirse! Por eso los expertos recomiendan que tengamos unseguro de decesos y planifiquemos nuestro final. Un entierro muy normalito puede dejarnos tocados durante varios meses ¡y en esos momentos tan difíciles no estamos como para echar cuentas!