Hace pocas semanas los españoles fuimos llamados nuevamente a las urnas para votar. Teníamos el deber y la obligación moral de elegir a nuestros representantes políticos. Es lo que se conoce como sufragio universal, y es el garante de nuestra democracia. Había que elegir a las 350 personas que ocuparían los escaños del Congreso de los Diputados de nuestro país. Estos se reparten de forma proporcional aplicando la denominada Ley d´Hondt o Sistema d´Hondt.En este artículo te explicaremos qué es exactamente La Ley d´Hondt y el en qué se basa el sistema, cómo asigna los escaños, cuál es su origen y por qué los partidos minoritarios lo consideran injusto. Además, aplicaremos el método con un ejemplo práctico.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí]
La ley d´Hondt es un sistema electoral de promedio mayor que asigna los escaños dividiendo el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos con los que cuenta cada circunscripción.Fue ideado en 1878 por un matemático belga llamado Victor d´Hondt y, pese a las críticas que recibe, está demostrado que es uno de los sistemas más justos y eficaces para establecer la representación parlamentaria de forma proporcional a los votos emitidos.Este sistema electoral no solo lo utilizamos en España. También en países como Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Estonia, Finlandia, Israel, Japón, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Turquía o Venezuela.La característica principal del La ley d´Hondt es que es un sistema proporcional, no mayoritario. Los sistemas de representación proporcional tratan de asignar los escaños a las listas de manera proporcional al número de votos. Lógicamente, esta proporcionalidad no es exacta, ya que no se puede asignar un número decimal de escaños.Si en lugar de ser proporcional fuese mayoritario, no sería tan representativo. En España, sin ir más lejos, las grandes provincias como Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia o Málaga se llevarían casi toda la representación, mientras que ciudades con menos población como Cuenca, Badajoz o Soria dejarían de estar representadas.
La principal crítica que recibe la ley D´Hondt es que favorece a los grandes partidos. Esto es así porque para obtener un escaño, un partido político necesita obtener un mínimo de representación. En nuestro país, este mínimo es del 3% de los votos. Si no lo consigue, no se le otorga escaño.Como consecuencia de esta norma, algunos partidos pequeños no llegan a conseguir los votos necesarios para obtener un escaño. ¿Y qué pasa con estos votos que, en teoría, no han servido para nada? Pues que se suman a los partidos que tienen más votos para poder dar lugar a más escaños.Esto también afecta al los partidos más votados. Cuando estos no logran el número de votos necesarios para sumar un escaño más, sus votos se suman a los partidos que están por encima de él en número de votos y les permite obtener un nuevo escaño.En definitiva, la Ley d´Hondt favorece a los partidos que ya tienen escaños porque les permite sumar alguno más con los votos que sobran de los partidos que no llegan al mínimo para conseguir su escaño. ¿Es injusto? Realmente sí, pero hay pocas alternativasmejores y más justas.No obstante, hay que indicar que esa “ayuda” que reciben los grandes partidos es, en realidad, un “castigo” para los partidos pequeños.Para un partido que ya cuenta con 80 escaños, por ejemplo, sumar 1 escaño gratis y pasar a 81 es una buena noticia, pero no le supone demasiado. Sin embargo, para un partido pequeño, puede suponer la diferencia entre tener 3 o 4 escaños en el Congreso, e incluso entre estar representado en el mismo o no.
Una vez que se cierran los colegios electorales y se escrutan los votos, se hace el reparto de escaños a través de la Ley d´Hondt. Desde un punto de vista matemático, se calculan los cocientes sucesivos para cada lista electoral. Para ello, se utiliza la siguiente fórmula:Cociente = V / s+1Dónde:
Por tanto, y esto en la Wikipedia lo explican muy bien, los votos que cada lista ha recibido se dividen de forma sucesiva entre cada uno de los divisores (empezando por el 1 y terminando por el número total de escaños a repartir).Posteriormente, según la ley D´Hondt, se asignan los escaños ordenando de mayor a menor los cocientes y asignando un escaño a cada uno hasta que se agoten. Quizás pueda parecer complicado, pero con un ejemplo lo entenderás enseguida.
Supongamos que a la circunscripción X le corresponde 7 escaños, y que el resultado de la votación, a la que se presentan 5 partidos, ha sido el siguiente:
Para simplificar, vamos a suponer que no han habido votos en blanco ni nulos. Por tanto, en total se han emitido 593.600 votos. El 3% de esa cantidad es 17.808 votos, por lo que el partido E no llega al mínimo y queda fuera del reparto de escaños.
A continuación, aplicaríamos la ley D´Hondt dividiendo los votos obtenidos por cada candidatura entre 1, 2, 3… hasta que completemos el número de escaños a repartir, que en nuestro ejemplo es 7. El resultado final sería el que se muestra la siguiente tabla:
Votos obtenidosNº votos / 1Nº votos / 2Nº votos / 3Nº votos / 4Nº Escaños Partido A 240.000240.000120.00080.00060.0003 Partido B 195.000195.00097.50065.00048.7503 Partido C 104.000104.00052.00034.66726.0001 Partido D 41.00041.00020.50013.66710.2500 Total 593.600 Como podemos ver, los partidos A y B obtendrían exactamente 3 escaños cada uno, el partido C obtendría 1 escaño y el partido D no obtendría ninguno, según la ley D´Hondt. Si necesitas una ayudita extra, en Vivus podemos ofrecerte un préstamo rápido de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas) para poder hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. Es muy sencillo y solo te tomará diez minutos. ¡Apenas hay papeleo!