Los autónomos son un pilar fundamental de la economía española. Con más de tres millones de trabajadores por cuenta propia, constituyen uno de los elementos imprescindibles del tejido empresarial de nuestro país y, al mismo tiempo, el principal motor de la actividad productiva.
Sin embargo, muchos de ellos cometen errores fiscales que les pueden salir caros, al menos a ojos de Hacienda. En este artículo, vamos a hablar de los cuatro errores fiscales más comunes que cometen los autónomos en España y cómo evitarlos para no tener problemas con la Agencia Tributaria.
A diferencia de los trabajadores asalariados, los autónomos deben presentar sus impuestos por ellos mismos. En la mayoría de casos, recurren a los servicios de gestorías especializadas, pero a veces, lo hacen ellos mismos, lo que puede hacer que se produzcan errores que, a largo plazo, pueden salir muy caros.
A pesar de que, en muchos casos, son trámites sencillos, los descuidos, la omisión de información y, también, la picaresca, han hecho que muchos autónomos se hayan expuesto a multas económicas por no hacer las cosas bien ante Hacienda.
A continuación, exponemos algunos de los errores más habituales que comenten los autónomos con Hacienda. Para que intentes evitarlos si te surge el problema en algún momento.
Uno de los errores más comunes que cometen los autónomos en España es no llevar una buena contabilidad. El registro contable es una obligación para los autónomos pero, al mismo tiempo, es la base sobre la que se rige la presentación de los principales impuestos, especialmente el IRPF (a través de la declaración de la renta) y el IVA trimestral.
Es fundamental llevar un control exhaustivo de los ingresos y gastos para poder presentar todas las declaraciones de impuestos de forma correcta y así evitar posibles sanciones por parte de Hacienda. Además, una buena contabilidad te permitirá tener una visión clara de la situación financiera de tu negocio y tomar decisiones informadas.
Para llevar una buena contabilidad, es recomendable utilizar un programa de facturación y contabilidad que te permita automatizar la gestión de tus ingresos y gastos. De lo contrario, corres el riesgo de que la información no esté correctamente actualizada y que, por tanto, no se ajuste a la realidad de la actividad. También es importante guardar y registrar todas las facturas y tickets de compra para poder justificar los gastos ante la Agencia Tributaria.
Otro error muy común es no declarar todos los ingresos, pensando que la Agencia Tributaria no se va a enterar del fraude. Es importante recordar que debes informar al fisco de todos los ingresos que obtengas por tu actividad empresarial, ya sea por la venta de productos o por la prestación de servicios. La omisión de ingresos puede ser considerada fraude fiscal y estar sujeto a multas y sanciones.
Es recomendable llevar un registro de todas las facturas emitidas y recibidas, y tener en cuenta que los ingresos deben declararse en el trimestre en que se han recibido, con independencia de si se han cobrado o no, especialmente si se utiliza el criterio del devengo.
En algunos casos, el borrador de la declaración de la renta no contempla todos los ingresos obtenidos por el contribuyente, y estos pueden estar tentados de no incluir los restantes. Pero esto es un error, porque lo más probable es que Hacienda detecte el fraude, especialmente en una época tan digitalizada como en la que nos encontramos, donde cruzar datos es fácil y, sobre todo, rápido.
Deducir los gastos correctamente es un aspecto fundamental para el contribuyente, ya que le permite reducir su base imponible y, en consecuencia, pagar menos impuestos. Sin embargo, muchos autónomos cometen el error de deducir gastos que no son deducibles o de no justificar de forma correcta los gastos reales.
Es importante tener en cuenta que solo son deducibles los gastos que estén directamente relacionados con la actividad económica y que se hayan justificado con una factura o recibo. Además, en algunos casos, conviene consultar con un asesor fiscal especializado, ya que no todos los gastos afectos a la actividad se pueden considerar como deducibles o, al menos, no en su totalidad.
También es necesario tener en cuenta los límites y requisitos específicos para cierto tipo de gastos, como los gastos de comida o los gastos de vehículo. Pero, por supuesto, es importante no incluir cualquier gasto como deducible o afecto a la actividad, ya que esto constituye un fraude que puede conllevar sanciones y recargos ante Hacienda.
El último error común es no cumplir con todas y cada una de las obligaciones fiscales. Con carácter general, los autónomos tienen la obligación de presentar las declaraciones trimestrales de IVA, a través del modelo 303, y retenciones de IRPF, así como la declaración anual de la renta y el impuesto de sociedades si procede.
Además, en muchos casos, es importante presentar otros modelos, como el modelo 720 en caso de que tengas bienes en el extranjero, o el modelo 115, para declarar las rentas o rendimientos procedentes del arrendamiento o subarrendamiento de inmuebles urbanos. Y también cumplir con las obligaciones autonómicas.
El incumplimiento de estas obligaciones fiscales puede tener consecuencias graves, como multas e incluso la suspensión temporal de la actividad económica. Por lo tanto, es importante conocer bien las obligaciones fiscales y cumplir con ellas puntualmente.
En definitiva, los autónomos deben prestar especial atención a la gestión fiscal de su negocio para evitar los errores más comunes y las consecuencias que pueden acarrear. Llevar una buena contabilidad, declarar todos los ingresos, deducir correctamente los gastos y cumplir con las obligaciones fiscales son aspectos clave para una gestión fiscal eficiente.