Dar de alta la luz en una vivienda no es gratis. Como usuarios y clientes, hay que abonar (en general) lo siguiente: derechos de alta, entre los que se encuentran derechos de extensión, derechos de acceso, derechos de enganche y depósito de garantía. Además, influyen factores como si es un alta nueva, la potencia de los kilowatios y el tamaño de la casa. En total, el precio de dar de alta la luz podría rondar desde los 190€ a 252€.
Sin embargo, como todo depende del caso, en esta guía vamos a explicar cuánto podría costar dar de alta la luz en una vivienda según el caso específico.
El precio de dar de alta la luz depende de varios factores como la potencia contratada y la distribuidora, pero también depende de los derechos de alta.
Las tarifas de derechos de extensión, acceso y enganche están reguladas por el Gobierno y se aplican por igual en todo el territorio español, pero hay que tener en cuenta que las compañías eléctricas pueden aplicar diferentes tarifas, promociones, etc. Al final de este artículo encontrarás un apartado en el que hacemos una comparativa de las mejores compañías eléctricas según su calidad-precio.
El precio de dar de alta la luz por primera vez en una vivienda de nueva construcción implica pagar el importe íntegro de los 3 derechos de alta y depende, exclusivamente, de la potencia que contrates.
Hasta octubre de 2018 había que escoger entre los tramos de potencia eléctrica normalizados. A partir de esta fecha, el Gobierno introdujo una modificación que permite escoger la potencia en tramos de 0,1 kW.
Pongamos, entonces, un ejemplo. Supongamos que decides contratar una potencia estándar para una vivienda, que suele ser de 5 kW.
Cálculo de costes
Coste total de dar de alta la luz:
En conclusión, y aunque aún no estamos teniendo en cuenta las tarifas de la compañía eléctrica, el coste total de dar de alta la luz por primera vez podrían ser unos 194-195€ si contratas 5 kW.
¿Sabías que volver a activar la electricidad tras haber dado de baja el suministro supone un cambio en el precio del alta de luz? Pues sí. En este caso, influye no solo la potencia contratada de la vivienda, sino también el tiempo que lleva dado de baja el suministro.
Los derechos de extensión tienen una vigencia de 3 años. Si el suministro lleva inactivo menos de 3 años, no tendrás que volver a abonar este concepto, pero si estás reactivando fuera del plazo, tendrás que volver a pagar.
Pongamos de ejemplo que reactivas la tarifa dentro del plazo de tres años, conservando la anterior de 5 kW. En este caso, el total quedaría así:
En el caso de que el cliente vaya a dar de alta la luz con la misma tarifa pero diferente potencia, habría que aplicar todas estas sumas al kW deseado, y si quiere conservar la tarifa con el mismo voltaje pero ya han pasado más de 3 años, tendrá que volver a pagar los derechos de extensión.
El Boletín Eléctrico es un documento obligatorio que certifica que la instalación eléctrica cumple con los requisitos de seguridad. Si el inmueble tiene el Boletín Eléctrico (Certificado de Instalación Eléctrica) caducado, el proceso de dar de alta la luz implicará los costes estándar de los derechos de alta y el coste de la renovación del boletín. El precio del boletín se sitúa entre 100€ y 200€.
Por lo tanto, el coste total aproximado sería 294,39€ si el boletín cuesta 100€ y 394,39€ si el boletín cuesta 200€.
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No es sencillo responder a esta pregunta, porque depende del tamaño de tu vivienda, el número de electrodomésticos a utilizar y el estilo de vida que llevas (por ejemplo, si pasas el día trabajando fuera de casa o dentro).
Podemos, sin embargo, establecer algunas pautas generales que guíen a los clientes para saber qué potencia podrían contratar.
Si vives en un piso pequeño o estudio, donde el consumo eléctrico es bajo (pocos electrodomésticos y menor uso de calefacción o aire acondicionado), la potencia recomendada es entre 3,45 kW y 4,6 kW.
Esta potencia suele ser suficiente para una vivienda con iluminación LED, un frigorífico, una lavadora y algunos pequeños electrodomésticos de uso ocasional.
En viviendas más grandes, con varios electrodomésticos funcionando a la vez (lavadora, lavavajillas, horno, etc.), una potencia entre 4,6 kW y 5,75 kW es la más adecuada.
Si tienes aire acondicionado o calefacción eléctrica, puede que necesites una potencia más cercana a los 5,75 kW.
Para casas o pisos grandes, con varios electrodomésticos funcionando simultáneamente (frigorífico, horno, lavadora, secadora, etc.) y sistemas de regulación de la temperatura eléctricos, lo ideal sería una potencia entre 5,75 kW y 6,9 kW.
Si utilizas más aparatos eléctricos o tienes sistemas de calefacción por radiadores eléctricos, te aconsejamos una potencia cercana o superior a los 6,9 kW.
Cuando pides el alta del suministro eléctrico, tendrás que esperar entre uno y veinte días a que lo den de alta. Además, tendrás que asegurarte de que la vivienda, local o inmueble tenga el Boletín Eléctrico vigente.
Teniendo esto en cuenta, procedamos con la guía.
La documentación necesaria para dar de alta la luz incluye la cédula de habitabilidad y el Boletín Eléctrico, pero también necesitarás: la información necesaria del titular de la vivienda (nombre completo y DNI), datos bancarios del titular, dirección del lugar donde se realizará el suministro eléctrico, número CUPS, potencia deseada para contratar, cédula de habitabilidad y/o licencia de primera ocupación, boletín eléctrico actualizado y, para los residentes en Cataluña, también el Boletín Azul.
Si, además, es una vivienda de segunda mano, tendrás que presentar la documentación de identidad y la factura de la luz anterior, además de verificar que la instalación eléctrica esté en buen estado.
Ahora que ya sabes cuál es la documentación necesaria, puedes comenzar el proceso de alta. El primer paso es elegir una comercializadora de electricidad. Existen muchas compañías en el mercado, por lo que es recomendable comparar tarifas y condiciones para elegir la que mejor se adapte a tus necesidades. Algunas operan en el mercado regulado, mientras que otras lo hacen en el mercado libre.
Puedes contactar con la comercializadora por teléfono, en su página web o visitando sus oficinas. Ellos se encargarán de gestionar el alta de luz con la distribuidora que opere en tu zona.
El siguiente paso sería elegir la potencia eléctrica adecuada para tu vivienda o negocio. Esta potencia determinará el número de electrodomésticos o aparatos eléctricos que puedes usar simultáneamente sin que salten los plomos. Si no tienes claro qué potencia contratar, tu comercializadora podrá asesorarte, aunque en el apartado sobre cuánta potencia deberías contratar te hemos dejado varias referencias.
Una vez que hayas elegido la comercializadora y la potencia, deberás firmar el contrato de suministro eléctrico. Fíjate bien en las condiciones del contrato, especialmente en cuanto a tarifas, posibles permanencias y condiciones de renovación.
Tras firmar el contrato, la comercializadora enviará toda la información a la distribuidora de tu zona, que es la empresa encargada de realizar la conexión física y activar el suministro eléctrico.
La distribuidora tiene un plazo de 5 a 7 días hábiles para activar el suministro, siempre que no haya inconvenientes con la instalación eléctrica. Si todo está en regla, un técnico se encargará de conectar el punto de suministro a la red eléctrica.
Será en este momento cuando tendrás que pagar por el acceso al suministro, abonando los derechos de extensión, derechos de acceso y todos los que ya hemos nombrado, sin olvidar los impuestos como el IVA. Los derechos de alta de la electricidad no se pueden evitar, ya que son una tasa del Gobierno.
En conclusión, el precio de dar de alta la luz puede variar dependiendo de los derechos de extensión, acceso y enganche, así como de la potencia contratada, compañía que aporta el suministro y los impuestos y tasas. Sin embargo, si queremos quedarnos con cifras medias, podemos decir que dar de alta la luz en una vivienda cuesta entre 190€ y 252€.
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