En los últimos tiempos se ha puesto bastante de moda el prestar dinero entre particulares. Y, a priori, puede parecer una oportunidad de lo más interesante, pero… ¿Lo es realmente? ¿Son los préstamos entre particulares sin intereses un chollo o una trampa? Hoy, analizamos el caso y resolvemos esta duda, para que no corras riesgos innecesarios (ni pierdas oportunidades tontamente).
En los siguientes apartados verás en qué consisten los préstamos entre particulares sin intereses, por qué están tan de moda y cuáles son sus puntos positivos y negativos. Y, a partir de ahí, podrás decidir si son una oportunidad para ti o, más bien, son un peligro del que deberías alejarte. ¿Qué me dices? ¿Vamos? ¡Vamos!
Los préstamos entre particulares sin intereses son contratos de préstamo en los que no hay intereses de por medio, como su nombre indica. Es decir, préstamos en los que lo único que hay que devolver es el principal, y nada más. Ahora bien… ¿Por qué querrías hacer un préstamo de este tipo? ¿Qué sentido tiene prestar dinero a un tercero sin beneficiarte en nada?
Bueno, piensa en, por ejemplo, un préstamo entre familiares. Tu hermano puede necesitar dinero porque quiere montar un restaurante, por ejemplo. Y tú tienes ese dinero y podrías prestárselo. Pero si se lo prestas directamente, haciéndole una transferencia, Hacienda podría pedir su parte. ¿Qué opciones hay?
Ahí es donde aparecen los préstamos entre particulares sin intereses. Le prestas el dinero a interés 0 y arreglado. ¡Pero cuidado! Porque, si no se hace de la forma correcta, Hacienda puede seguir entendiendo que se trata de una donación, así que puede seguir exigiendo su parte. En este sentido, conviene entender bien el funcionamiento de estos préstamos y hacerlos correctamente.
Para evitar que Hacienda reclame el pago de algún impuesto por este préstamo de dinero, lo primero que hay que hacer es redactar un contrato. Además, la redacción del contrato será algo positivo no sólo de cara a Hacienda, sino de cara a cualquier posible malentendido que surja en el futuro entre las partes implicadas.
Este contrato deberá incluir datos como la fecha de la firma del mismo, los datos personales de los implicados, el tipo de interés (que, en este caso, será de 0% y así deberá estar explicitado, para que Hacienda no haga tributar al prestamista en la declaración del IRPF) y datos tales como el importe del préstamo, los plazos de devolución, la forma de devolución, etc.
A este último respecto, es muy importante señalar que los plazos deben ser realistas. Por ejemplo, si una persona hace un préstamo a otra a 40 años, pero resulta que quien recibe el dinero tiene 60 años, Hacienda puede considerar que no se trata de un préstamo, sino de una donación, porque ambos saben que es muy improbable que ese préstamo acabe devolviéndose.
¡No! La persona que reciba el préstamo deberá presentar el contrato a Hacienda con el modelo 600, para que se autoliquide el impuesto de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados. Pero no te asustes: Esta es una operación exenta de pago. Gracias a este contrato y a la comunicación clara con Hacienda, estarás protegido en el caso de que Hacienda quiera buscarte las cosquillas.
Depende. Si lo que quieres es prestar (o regalar) una pequeña cantidad de dinero a otra persona (digamos, 2000 o 3000€), tienes alternativas más sencillas. Podrías darle el dinero en efectivo y Hacienda no sabría que esa donación ha existido. Esta es una opción más inteligente para aquellos casos en los que la cuantía sea pequeña.
Ahora bien, si la cuantía es mayor (digamos, más de 10.000€), la opción de hacer una donación por esta vía se complica un poco, porque no es fácil (ni buena idea) sacar tanto dinero del banco y mucho menos que la otra persona lo utilice (debería ir viviendo de ese dinero en efectivo y ahorrar lo que cobre por otras vías hasta alcanzar esa cifra). En estos casos, hay que recurrir o a la donación formal o al préstamo sin intereses.
La donación formal, por supuesto, debe pasar por Hacienda. Eso implica que tendrás que pagar impuestos. En cambio, si haces un préstamo con interés 0, tal y como se ha explicado más arriba, no será necesario pagar nada a Hacienda. Y, en el caso de que, efectivamente, lo que quieras hacer sea una donación, lo único que tendrías que hacer es devolver a la otra parte el dinero en efectivo de las cuotas que te vaya pagando por el préstamo.
Por supuesto, en el caso de que no quieras hacer una donación, sino que, realmente, quieras hacer un préstamo, pues esta es la única opción disponible para estar blindado de cara a Hacienda y para que todo esté claro entre las partes interesadas. Así que, en ese aspecto, no hay mucho más que decir.
En conclusión, los préstamos sin intereses entre particulares no tienen por qué ser una trampa mortal, porque no tienes por qué asumir ningún riesgo ni coste a través de ellos. Sin embargo, tampoco son un chollo, porque, efectivamente, se trata de un préstamo como tal, no una donación, y hay que devolver el dinero (salvo que hagas algún truco un poco más oscuro, como el ya mencionado de devolver el dinero de las cuotas en efectivo al prestatario).
Como puedes ver, los préstamos entre particulares sin intereses son muy interesantes, pero tienes que hacerlos correctamente para evitar cualquier problema con Hacienda en el futuro. Con un simple contrato y haciéndole saber a Hacienda que tal préstamo existe, te ahorrarás cualquier problema. Esperamos que este artículo te haya resuelto todas las dudas que pudieras tener al respecto.
