Es posible que durante el último año hayas oído hablar repetidamente sobre SEPA. Se trata de la iniciativa Single Euro Payments Area, por su siglas en inglés, y responde a un proyecto pionero en Europa: la creación de la Zona Única de Pagos en Euros.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] La zona SEPA está integrada por los 27 países que forman la Unión Europea, además de por Liechtenstein, Islandia, Noruega, Suiza y Mónaco. La lidera la industria bancaria europea a través del Consejo Europeo de Pagos, con el apoyo de la Comisión Europea, los gobiernos de los distintos países y varios bancos centrales de los países miembros.La razón de ser de la Zona Única de Pagos en Euros es simple a la vez que compleja: que se puedan hacer y recibir pagos en euros, con igualdad de condiciones, derechos y obligaciones dentro de Europa. SEPA es, por tanto, un paso más en la integración europea tras la llegada del euro.Gracias a SEPA los procesos de pagos internacionales se vuelven tan sencillos como los de ámbito nacional. Principalmente, estos son los elementos de pago que se ven afectados:- Las cuentas bancarias, en las que el Código Cuenta Cliente (CCC) desaparece para dar lugar al Internacional Bank Account Number (IBAN).- Transferencias SEPA, en sustitución de las transferencias normales, que pasan a realizarse en base a los códigos BIC e IBAN.- La domiciliación de recibos es sustituida por los adeudos directos SEPA.- Las tarjetas de débito y crédito, cuya principal novedad es la introducción del chip EMV.En resumen, la normativa asociada a SEPA aporta seguridad y comodidad a los clientes de las entidades bancarias, ya sean familias o empresas. Además, se minimizan los trámites burocráticos relacionados con operaciones internaciones y estas se vuelven mucho más seguras, lo que permite que cualquier cliente con una única cuenta, una única tarjeta y unos instrumentos de pago con idénticas características pueda realizar pagos en cualquiera de los países de la zona SEPA.