Estoy seguro de que todos los que habéis sido buenos y buenas durante el año 2015 habréis recibido premios en forma de regalos de Papá Noel y de los Reyes Magos. Sin embargo, ¿os gustan todos esos regalos? Algunos os habrán hecho mucha ilusión y sacado de algún apuro, pero seguro que hay otros que simplemente no os han gustado y no sabéis qué hacer con ellos. ¿Me equivoco?
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Hay quién dice que a caballo regalado mejor no mirarle el diente. Sin embargo, ¿por qué quedarnos con un regalo que simplemente no nos proporciona ninguna utilidad? En este artículo vamos a repasar algunas opciones sobre qué hacer con los regalos de Navidad que no nos han gustado.La primera opción es la más sencilla de todas: devolverlo. Si el regalo viene acompañado de un ticket regalo no tendremos el menor problema. En caso contrario, si sabemos la tienda de procedencia del regalo, suele ser habitual que acepten un intercambio de ese artículo por otro de la misma tienda aunque no tengamos el justificante de compra.Si la devolución del regalo no es posible, otra posibilidad es volver a regalar el regalo. Que a nosotros no nos sea de utilidad no significa que a otra persona de nuestro entorno no pueda serle útil. Hay quién cree que este comportamiento es poco ético. Sin embargo, ¿no es más práctico que ese regalo acabe en manos de alguien que lo va a usar mejor que abandonado en un cajón de casa?Una tercera alternativa es vender el regalo y de paso ganar un dinero extra con él. En estos casos, internet se convierte en nuestro más fiel aliado. Existen infinidad de webs dónde vender fácilmente cualquier artículo. Quizás la más conocida y con la que podemos llegar a más público es eBay, pero no es la única. Wallapop es otra opción interesante si no queremos complicarnos enviando el regalo por paquetería y preferimos entregarlo en mano a un comprador que esté cerca de nosotros.Un acto de altruismo por nuestra parte con el regalo no deseado puede ser otra opción. Por ejemplo, donarlo a una ONG. Unicef, Cáritas, Save the Children o Manos Unidas, por citar algunas, pueden ser nuestras intermediarias para hacer llegar ese regalo a una persona sin recursos que seguro quedará muy agradecida por nuestro acto anónimo de generosidad.Por último, teniendo en cuenta que el problema de los regalos no deseados no es solamente nuestro, sino también de nuestros amigos, ¿por qué no quedar un día con todos y hacer un intercambio de regalos entre nosotros? Además de pasar un rato divertido podremos dar salida a nuestro regalo y, con suerte, volver a casa con otro que nos sea de mayor utilidad.