La pandemia ya es cosa del pasado, pero, sin embargo, su paso por nuestras vidas ha supuesto auténticos cambios a nivel social, de estilo de vida y económicos. Y te estarás preguntando… ¿Qué tiene que ver eso con los gimnasios virtuales? Pues que el auge de los gimnasios virtuales se dio, precisamente, durante el confinamiento. Lógico, ¿no? Hoy, te contamos qué son y qué ventajas tienen los gimnasios virtuales.
Y ya te adelantamos que, aunque suena a algo caro (a fin de cuentas, parece algo muy relacionado con todo el tema de los metaversos y de la realidad virtual – aunque no tiene que ver con ello), lo cierto es que no lo es tanto. Por un módico precio puedes empezar a hacer ejercicio en casa con un gimnasio virtual sin mayor problema. Pero no nos adelantemos. En los siguientes apartados, te explicamos todo lo que debes saber al respecto.
Un gimnasio virtual es exactamente lo que parece: Un gimnasio en el que el monitor no es alguien físico, sino que está dentro de una aplicación y es virtual. Todo el gimnasio es virtual, también. El único real eres tú, que estás en tu casa practicando los ejercicios que te haya propuesto la aplicación (y que tú hayas elegido, claro).
Cabe decir que, aunque en los últimos tiempos se han puesto de moda los gimnasios virtuales en casa, a los que puedes acceder con, por ejemplo, los Occulus de Google, lo cierto es que los gimnasios tradicionales (los físicos) ya llevan tiempo contando con monitores virtuales. Es decir, tú entras a la clase y hay una gran pantalla con un monitor virtual. Sin embargo, vamos a centrarnos en los gimnasios virtuales en casa, pues son los más interesantes y novedosos.
Lo cierto es que no necesitas gran cosa. Cuando pensamos en un gimnasio, tendemos a pensar en máquinas de ejercicios y pesas, mancuernas y barras olímpicas. Es cierto que eso es parte del gimnasio, pero también son parte del gimnasio el aerobic y otro tipo de ejercicios que lo único que te exigen es tu cuerpo.
Es aquí donde los gimnasios virtuales cogen toda su fuerza. Como no necesitas equipamiento, lo único que necesitas son las gafas de realidad virtual en las que correr la aplicación que utilices. Así, puedes practicar boxeo o aerobic sin necesidad de ningún material especial. Tu cuerpo es suficiente para seguir las clases.
Los gimnasios virtuales tienen grandes ventajas respecto a los gimnasios tradicionales,puesto que permiten al usuario un mayor control sobre su tiempo y su entrenamiento, haciendo mucho más fácil el entrenar (salvo por el lado de que, para algunas personas, el ejercicio es una obligación, así que alejarse de un gimnasio físico reduce el entrenamiento que realizan, aunque esto lo veremos en el siguiente apartado).
Así que, en primer lugar, la primera gran ventaja de los gimnasios virtuales es que puedes adaptar tu tiempo de ejercicio. No necesitarás hacer una hora de aerobic porque es lo que dura la clase, por ejemplo. Puedes hacer media hora o dos horas, según necesites. Una segunda ventaja es que puedes hacerlo sin depender de los horarios prefijados por el gimnasio. Podrás hacerlo cuando desees.
En tercer lugar, mejorarás tu confianza. Muchas personas no van al gimnasio porque sienten que, al estar empezando, no tienen un nivel alto, y se sienten mal viendo a otros que van mucho más avanzados. Este problema no lo tendrás con un gimnasio virtual. Y, por supuesto, una cuarta ventaja es que puedes hacer ejercicio en la comodidad de tu hogar, sin que nadie te juzgue y sintiéndote siempre en un lugar “seguro y protegido”.
Ahora bien, dependiendo del tipo de persona que seas, debes saber que los gimnasios virtuales también tienen puntos negativos. Y no sería justo mencionar únicamente los positivos. Así que vamos a ver cuáles son las principales desventajas que tienen los gimnasios virtuales, para que las tengas en cuenta si te estás planteando utilizar este tipo de ejercicio:
La primera gran desventaja es que tienes que comprar las gafas de realidad virtual, y, aunque no son especialmente caras (y acaba compensando respecto al coste mensual de un gimnasio), lo cierto es que es un gasto y conviene tenerlo en cuenta. Por suerte, es un gasto que puedes financiar con un microcrédito, si lo ves necesario.
En segundo lugar, tienes el problema de la falta de rutina. Si eres una persona a la que no le gusta demasiado hacer ejercicio, ir a un gimnasio físico te puede dar una rutina y facilitarte el hecho de hacer ejercicio. Si no tienes un gimnasio físico, es posible que hagas ejercicio cuando te apetezca, y eso romperá tu rutina y te dificultará ser constante en la práctica del ejercicio. Este es un problema que no tienen quienes disfrutan de hacer deporte y les gusta.
Por último, también es un problema la falta de sociabilidad. A fin de cuentas, para muchas personas, hacer deporte es algo social, no individual. Si no vas a un gimnasio, vas a perder esa parte social del deporte que realices. Y no todo el mundo está dispuesto a ello. Si, para ti, hacer deporte es una forma de socializar, los gimnasios virtuales no son para ti.
Para acabar, hablemos del precio. Como hemos dicho, lo único que necesitas para disfrutar de un gimnasio virtual son las gafas de realidad virtual. Estas gafas están disponibles en varios precios, pero, sin duda, nuestra recomendación es que apuestes por unas de alta calidad, porque, hoy en día, la diferencia entre unas buenas y unas malas gafas se notan mucho. Puedes tener gafas de la mayor calidad por unos 400€.
Como puedes ver, los gimnasios virtuales han llegado para quedarse. Y es que, aunque es cierto que hay personas que prefieren la actividad social de ir al gimnasio, no todo el mundo busca eso. Algunas personas sólo quieren mantenerse saludables sin perder demasiado tiempo ni demasiado dinero. Y, para ellos, un gimnasio virtual es una de las mejores decisiones.