Pocas cosas se organizan con tanto cariño como unas vacaciones, y no faltan los motivos. Tras un año de duro trabajo, mucho estrés y no pocos sofocones en la oficina, llega la hora de desconectar y disfrutar junto a nuestros seres queridos de unos días de merecido descanso. Con paciencia y tiempo elegimos un destino, un hotel y, por supuesto, un régimen de alojamiento.
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La correcta elección del régimen de alojamiento puede suponer que nuestras vacaciones sean un éxito o un desastre y, a pesar de ello, mucha genta no le da a esta decisión la importancia que se merece. ¿Nos paramos a pensar detenidamente cuál es el régimen adecuado a nuestras necesidades? Vaya por delante que en función de la decisión que tomemos, el ahorro puede llegar a ser considerable, y también la calidad y el aprovechamiento de nuestras vacacionesHoy día, básicamente, los hoteles ofrecen cinco regímenes diferentes de alojamiento diferentes: sólo alojamiento, alojamiento y desayuno, media pensión, pensión completa y todo incluido. Por tanto, nuestra decisión va desde elegir un hotel en el que sólo dormir (sólo alojamiento), hasta otra opción que incluya en la tarifa todo lo que consumamos dentro del hotel, con o sin bebidas (pensión completa o todo incluido, respectivamente), pasando por opciones intermedias.La decisión de elegir un régimen u otro dependerá del tipo de vacaciones que tengamos planteadas. En mi opinión, la variable fundamental para tomar una decisión es el destino elegido. No es lo mismo un destino cultural en el que vamos a visitar lugares que un destino de playa en el que casi todo el tiempo estaremos en el hotel.Por ejemplo, si nos vamos de vacaciones a visitar Roma, Londres o París, no tiene absolutamente ningún sentido elegir una pensión completa o un todo incluido. Lo más racional sería quedarnos con el sólo alojamiento o con el alojamiento y desayuno (quizás media pensión si incluye la cena y tenemos pensado cenar en el hotel) ya que casi todo el tiempo estaremos fuera del hotel visitando la ciudad.Mientras tanto, si nuestro destino es la playa, por ejemplo, Costa del Sol o Islas Canarias, ¿qué sentido tendría un solo alojamiento si vamos a estar casi todo el día dentro del hotel disfrutando de sus instalaciones? En estos casos, sin duda, la mejor opción es la pulsera del todo incluido, que nos permitirá comer y beber todo lo que deseemos y prácticamente a cualquier hora del día.Normalmente, las diferencias de precio entre un régimen y otro son notables, pero suelen estar muy estudiadas en función del tipo de turismo que reciben. Así, por ejemplo, en un hotel de costa juegan con los precios para que el todo incluido sea la opción más interesante, pues lo que ofrece el hotel básicamente es el paquete vacacional completo: piscinas, restaurantes, zonas de ocio… y con esto tratan de diferenciarse de la competencia.En definitiva, existe un régimen de alojamiento para cada tipo de cliente porque cada persona tiene unos intereses diferentes, de forma que la decisión de elegir uno u otro dependerá única y exclusivamente de nuestras preferencias. ¿Has decidido ya con cuál te vas a quedar tú este verano?Si necesitas una ayudita extra, en Vivus podemos ofrecerte un préstamo rápido de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas) para poder hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. Es muy sencillo y solo te tomará diez minutos. ¡Apenas hay papeleo!
