Llega el verano y, con él, las tan ansiadas y merecidas vacaciones. Para muchos, es un momento de desconexión tras un duro año de trabajo. Para otros, supone una forma de conocer nuevos lugares, en ocasiones hacia destinos exóticos. Sea como fuere, contratar vacaciones con antelación no está exento de riesgos. Cualquier imprevisto puede echar al traste nuestras previsiones, además de crear un buen agujero en nuestras finanzas personales.
Pero, ¿se puede hacer algo para prevenir esta situación? Pues lo cierto es que sí, a través de un seguro de viajes para tus vacaciones. ¿Sabes en qué consiste esta posibilidad y si merece la pena contratarlos? A continuación, te explicamos todos los detalles.
Un seguro de viaje para las vacaciones y, en general, para cualquier otro viaje, cubre todos aquellos gastos de viaje no reembolsables en los que se incurreantes de su inicio.
Los seguros de viaje suelen tener varias coberturas, en función de la póliza contratada. Las más habituales son las siguientes:
Si tienes cualquier percance en el lugar de destino, el seguro de viaje se hace cargo de todos los gastos de asistencia médica. En general, cubren los gastos médicos, farmacéuticos, quirúrgicos y de hospitalización, tanto en España como en el extranjero.
Asimismo, la asistencia médica también contempla otros gastos, como los billetes de ida y vuelta de un acompañante de la persona que haya sufrido el siniestro, en caso de que el beneficiario de la póliza tiene que ser hospitalizado.
Los seguros de viaje también contemplan el transporte y la repatriación, en caso de estar en el extranjero, de heridos y fallecidos hacia el lugar de origen, generalmente hasta una determinada cuantía.
La garantía de accidentes de un seguro de viaje normalmente está contemplada también en la póliza, y prevé los supuestos de fallecimiento o invalidez permanente, ofreciendo una suma en concepto de indemnización a los beneficiarios designados por el tomador del seguro.
Evidentemente, se consideran accidentes todas aquellas eventualidades que deriven en una situación fatal para el asegurado y que sean ajenas a su voluntad.
Si tu avión o cualquier otro medio de transporte se ha retrasado, el seguro de viajes también se hace cargo de los gastos que deriven de este retraso. Para justificar estos gastos, deberás presentar facturas de las comidas, del alojamiento y del transporte que hayas tenido que contratar por culpa de ese retraso.
Si el asegurado ha provocado daños materiales o personales a terceros, el seguro de viaje también se encarga de satisfacer todos estos gastos, junto con una indemnización en caso de que así se decrete.
Además, también se ocupa de todas las costas y gastos judiciales, como la fianza judicial, los honorarios del abogado, tasas ola interposición de recursos.
Si ha surgido un imprevisto antes del viaje que te obliga a suspenderlo, el seguro de viajes te cubre una posible cancelación del mismo.
Eso sí, en este caso, debes aportar una causa justificada, como una enfermedad tuya o de alguien que esté a tu cargo o las causas previstas en la ley. No sirve cancelar el viaje porque sí.
El equipaje es uno de los elementos más importantes del viaje. Y, al mismo tiempo, uno de los que más problemas sufre. Es habitual estar esperando en la cinta de un aeropuerto por la maleta y que esta no aparezca, con los problemas que esto puede suponer, especialmente si viajas lejos de casa.
Pues bien, hasta el seguro de viaje más barato ofrece cierta protección para tu equipaje. De hecho, esta cobertura protege contra diferentes siniestros, como la pérdida, el robo, el deterioro o la destrucción, entre otros. Normalmente, estos seguros te reponen no solo el valor de la maleta, sino también todos los artículos de primera necesidad que hayas tenido que adquirir para seguir viajando.
En ocasiones, el siniestro no se produce en el lugar del viaje, sino en el lugar de origen. Ya sea porque has sufrido un incendio o una inundación en tu casa o porque ha fallecido un familiar o ha tenido una enfermedad grave, el seguro de viajes para tus vacaciones también se hace cargo del regreso anticipado.
Si por cualquier motivo te ves obligado a extender tu estancia, ya sea porque sufres una enfermedad que obliga tu hospitalización o porque tu acompañante sufre un percance, el seguro de viajes también ofrece la posibilidad de acometer los gastos, normalmente del hotel y la manutención, durante el tiempo que dure la estancia.
Evidentemente, el seguro no corre con los gastos si esta nueva estancia no ha sido debida a un siniestro contemplado en la póliza, y mucho menos por ocio.
La respuesta es sí, sin duda. Incluso cuando viajas por placer a un sitio dentro del mismo país, el seguro de viajes es un elemento imprescindible para vivir tranquilo durante tu viaje. Lo más probable es que no pase nada, pero si ocurre cualquier imprevisto, estarás protegido y no tendrás que preocuparte por nada.
El propio Ministerio de Asuntos Exterioresrecomienda de manera encarecida contratar un seguro de viajes para tus vacaciones. Y pone un claroejemplo: el traslado de un enfermo en avión medicalizado desde los Estados Unidos a España puede tener un coste en torno a los 50.000 €. En otros casos, incluso es obligatorio contratar un seguro de viaje para poder visitar el país de destino.
No obstante, debes prestar especial atención a la póliza que contratas, ya que las coberturas variarán en función de la duración de la estancia y del país al que vayas a viajar. Es fundamental que la cantidad asegurada para gastos médicos sea suficiente para cubrir un imprevisto de esta naturaleza, por lo que primero deberás investigar cuánto te puede costar en caso de que ocurra cualquier imprevisto.