Tradicionalmente, el desempleo en España se ha caracterizado por una tendencia a la temporalidad y a un paro estructural muy por encima de los países de nuestro entorno. Esta situación, que dependiendo del ciclo económico ha variado de forma importante, ha sido la tónica habitual de los últimos años.
Pero, ¿cuál es la situación actual del empleo en España? Si bien en líneas generales se mantiene la situación de otros momentos, lo cierto es que la crisis de la covid-19 ha cambiado el paradigma del empleo en España.
Tomando como referencia la Encuesta de Población Activa, elaborada por el INE para el segundo trimestre de 2022, vemos que el número de ocupados supera los 20 millones de personas por primera vez en mucho tiempo. En concreto, se sitúa en 20.468.000 personas, habiendo crecido un 4,05% en los últimos 12 meses.
La tasa de empleo, es decir, el porcentaje de ocupados respecto a la población de 16 años o más, se sitúa en el 51,38%, superando la barrera psicológica del 50%. En variación anual, esta tasa ha subido 1,75 puntos con respecto a 2021.
La tasa de desempleo se situó en este trimestre en el 12,48% de la población activa. La tasa de temporalidad, por su parte, se sitúa en el 22,3% una de las tasas más bajas de los últimos años, con el mínimo del 21,9% que se alcanzó en el primer trimestre de 2013. Esta tasa es superior en el caso de las mujeres que en el caso de los hombres.
Si atendemos a la tasa de actividad según el sexo, vemos que son los hombres los que continúan concentrando el grueso de esta actividad. En concreto, la tasa de actividad en el caso de los hombres se sitúa en este trimestre en el 63,73%, frente al 53,97% de las mujeres.
La tasa de empleo también es superior en el caso de los hombres, con un 56,73% frente al 46,34% de las mujeres. La tasa de paro, por su parte, es superior en los hombres que en las mujeres. En concreto, los varones tienen una tasa de desempleo del 10,99%, frente al 14,15% de las mujeres.
Existe una desigualdad importante en la tasa de paro de la población en función de la provincia. Las provincias con mayor tasa de desempleo en España se sitúan en el sur del país, y son Melilla (24,66%), Ceuta (22,75%), Granada (22,18%), Cádiz (21,70%) Córdoba (20,67%) y Sevilla (17,89).
Por su parte, las provincias con menor desempleo en España se ubican en la zona central y norte del país. Según el INE, Soria es la provincia española donde menos desempleo hay (7,32%), seguida de Gipuzkoa (7,53%), Segovia (7,74%), Cantabria (8,17%), Girona (8,26%) y Navarra (8,76%).
Madrid mantiene una tasa de paro del 10,18%, mientras que en Barcelona esta tasa de paro asciende al 9,18%.
La rama de actividad que cuenta con más ocupados en España es el comercio al por mayor y al por menor, sector que aglutina casi 3 millones de ocupados en España. Le siguen la industria manufacturera, con 2,5 millones de ocupados, y otras como las actividades sanitarias, la Administración Pública o la educación.
El número de hogares con todos sus miembros en paro alcanzó en el segundo trimestre los 990.300, descendiendo en 167.600 con respecto al año pasado. Por su parte, aquellos que tienen todos sus miembros ocupados se sitúa en los 11.247.100.
Dependiendo del tiempo en el que el trabajador esté buscando empleo, la mayoría de personas desempleadas son parados de larga duración, es decir, llevan más de dos años buscando trabajo (68,4%). Por su parte, el número de parados que lleva entre 1 y 2 años en búsqueda activa de empleo es del 31,6%.
Por su parte, la inmensa mayoría de trabajadores en paro (el 90,5%) ya ha trabajado antes, siendo trabajadores que están en búsqueda de su segundo trabajo o superior. Por su parte, menos del 10% de los trabajadores (el 9,5%), no ha trabajado anteriormente y, en consecuencia, buscan su primera experiencia laboral.
La evolución de la economía y del mercado de trabajo a lo largo del año 2021 fue mejorando a medida que avanzaba el año, después del fuerte impacto de la crisis originada por la pandemia en 2020. Esto ocurría después de seis años ininterrumpidos de crecimiento elevado del PIB, en un entorno, no obstante, de elevada incertidumbre tanto en el ámbito europeo como a nivel mundial.
En 2022 se ha observado cierta ralentización de la economía como consecuencia de la guerra de Ucrania y el consecuente encarecimiento de la energía, que acentuaba unos niveles de inflación que ya venían creciendo el año pasado, lo que ha tenido un impacto notable en el empleo.
Pero, ¿qué pasará en el futuro? Las previsiones de la Comisión Europea para los dos próximos años prevén una continuidad en la recuperación, si bien algo más atenuada como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania y la escalada de la inflación. Para 2022, se prevé un crecimiento del 2,7% en la UE, para seguir creciendo al 1,5% en 2023.
Eso sí, en España, los niveles de paro se mantendrán todavía altos, en el entorno del 13%, frente al 7% de la UE. Estas tendencias de actividad, empleo y paro son más desfavorables en el caso de los trabajadores de más edad y en el caso de los parados de larga duración.
