En sentido estricto, una tasación no es más que una evaluación del precio de algo. Cuando algo se tasa, lo que se pretende es averiguar cuál es su valor. Una tasación inmobiliaria consistirá, por lo tanto, en establecer el precio de un bien inmueble. Y en caso de que este bien inmueble sea objeto de hipoteca recibirá el nombre de tasación hipotecaria. Sencillo, ¿verdad? ¡Sigamos!
Como podrás imaginar, dada la importancia y repercusión que puede tener este informe en la finanzas personales del comprador, la tasación debe ser realizado por un profesional. El tipo de profesional dependerá del inmueble en cuestión que se quiera tasar. Por ejemplo, si es una vivienda el tasador será un arquitecto y si es una nave industrial será un ingeniero.
Y ahora te preguntarás: ¿en qué se basan para tasar el inmueble? Te lo aclaramos a continuación.
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Hay 4 aspectos principales que se deben considerar a la hora de hacer una tasación inmobiliaria:
Una vez que se han estudiado estos factores el tasador debe buscar testigos, que no son más que viviendas con características similares a los de la que se está tasando. Así podrá saber cuál es el precio aproximado de la vivienda.
No obstante, importante tener en cuenta que no se puede establecer una tasación inmobiliaria solo en función del precio de otros inmuebles. Así que, tras la evaluación y la búsqueda de testigos, el tasador debe introducir los datos recopilados en un programa que, valorando toda la información, generará el informe final.
Tras haberse realizado el informe, el tasador procederá a comprobar que los datos son correctos y que cumplen lo establecido en el Catastro Inmobiliario. En otras palabras, que se ajusta a lo regulado en el registro de bienes inmuebles según sus características, ubicación, etc.Una vez verificado, el informe es entregado al cliente, que se encargará de llevarlo al banco para iniciar los trámites de la hipoteca.
Estarás pensando que todo esto es muy interesante, pero ¿para qué le sirve realmente al comprador? Muy fácil. Supongamos que estás interesado en la compra de una vivienda y, lamentablemente, no puedes pagarla al contado, por lo que tienes que recurrir a una hipoteca.
¿Crees que te darán todo el dinero que necesitas? Pues vas listo… El banco puede financiar solo una parte del total, que normalmente es el 80% del valor de tasación de la vivienda, por lo que el resto correrá por tu propia cuenta. ¡Más vale que hayas ahorrado ese 20%!
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