Los microcréditos son un tipo de préstamo que hay que utilizar con sabiduría. Nosotros nos dedicamos a ofrecerlos, pero no queremos que alguien se vea perjudicado por ello. Los microcréditos no son para utilizarse en cualquier situación, sino en algunas donde pueden resultar muy útiles. Hoy, precisamente, te contamos 10 gastos que se pueden cubrir con un microcrédito.
Porque, sí, una de las primeras formas de utilizar sabiamente un microcrédito es cubriendo gastos que sean importantes y para los que no dispongamos de dinero en ese preciso momento. Hay más formas, de las que hemos hablado en este artículo o en este otro. Pero, hoy, nos centramos en gastos que puedes cubrir. Eso sí, recuerda hacerlo sólo cuando preveas ingresar el dinero en poco tiempo.
Un primer gasto que se puede cubrir con un microcrédito es una escapada ocasional. ¡Cuidado! No recomendamos viajar y pagar vacaciones en base a microcréditos, pero, a veces, tienes unos días libres imprevistos y, justamente, no tienes dinero en ese momento. Si sabes que sí lo vas a tener en las siguientes semanas, puede ser buena idea adelantar el dinero con un microcrédito, disfrutar de esa escapada y pagarlo al cabo de un mes.
Por supuesto, también puedes pagar formación con un microcrédito. Hay muchas formaciones online que tienen un coste muy inferior al valor máximo que puedes obtener por un microcrédito. Ahora bien, no nos engañemos. Es poco probable que esa formación te vaya a reportar beneficios en el plazo de devolución del microcrédito, así que sólo deberías hacer ese gasto en base al microcrédito si tienes previsto ingresar el dinero en las próximas semanas.
Lo hemos comentado en alguna ocasión: Uno de los mejores usos que se le puede dar a un microcrédito es la compra de equipo profesional para empezar a desempeñar un trabajo como autónomo. Y esto incluye desde un ordenador hasta una motosierra, dependiendo de cuál sea el trabajo que vas a desempeñar.
La idea es sencilla: Si tienes una cartera de clientes más o menos apalabrada (aunque no sea muy grande), pero no tienes el equipo necesario para prestar el servicio, puedes pedir un microcrédito, comprar el equipo, prestar el servicio y devolver el microcrédito con el dinero que hayas ganado. Y, a partir de ahí, tienes el equipo necesario para trabajar y generar un ingreso mensual. ¡Para eso están pensados lo microcréditos!
Como sucede con las vacaciones, no es recomendable comprar bienes de consumo a crédito. Sin embargo, algunos electrodomésticos son imprescindibles hoy en día y, si se te rompen a mediados de mes, puede que necesites recurrir al microcrédito para poder hacer frente al coste de comprar uno nuevo.
Por supuesto, es preferible que tengas un colchón de seguridad ahorrado para estos eventos imprevistos, pero, si no es el caso, recurrir a un microcrédito (siempre y cuando vayas a poder pagarlo en las semanas siguientes) es una buena idea. No sacrificas calidad de vida y no te encuentras con un gran problema, porque el microcrédito, si lo devuelves a tiempo, no tiene sobrecoste.
Sucede lo mismo con cualquier compra extraordinaria imprevista. De nuevo, es preferible contar con un colchón de ahorro, pero no siempre se dispone de él. Si es el caso, recurrir a un microcrédito puede ser una buena idea. De nuevo, y no nos vamos a cansar de insistir en esto, siempre y cuando preveas que vas a ingresar el dinero necesario para hacer frente al pago del mismo en las siguientes semanas.
A veces, nos invitan a eventos familiares en los que hay que desembolsar un dinero o somos nosotros los que tenemos que celebrar uno de esos eventos. Generalmente, estos eventos se planifican a varios meses vista. Pero si, por cualquier motivo, uno de ellos se te echa encima y no tienes dinero para hacerle frente, puedes recurrir a los microcréditos para salir del paso.
Con los arreglos del coche sucede como con la compra de equipo para prestar un servicio. A fin de cuentas, el coche es necesario para ir a trabajar (al menos, así es en muchos casos), por lo que, si se te estropea, necesitas arreglarlo para seguir ingresando. Si no tienes liquidez en ese momento, es buena idea usar un microcrédito para pagar los arreglos y, con el dinero que cobres ese mes, repagar el microcrédito. Es como traer dinero del futuro.
También puedes utilizar los microcréditos para pagar ciertos impuestos. Esto es algo que se ve muy a menudo en ciertos emprendedores que no tienen una situación especialmente holgada. Puedes pagar, por ejemplo, parte del IVA trimestral con un microcrédito y repagar el préstamo con el dinero que cobres al mes siguiente, en las próximas facturas. Sin embargo, no deberías hacer esto continuamente, porque es indicativo de que tu negocio no va del todo bien.
Por último, ya vimos que podemos utilizar el microcrédito para iniciar una actividad económica y emprender. Sin embargo, no es el único uso relacionado con el emprendimiento que podemos darle. Por ejemplo, si esa misma maquinaria que compramos con un microcrédito se nos avería al cabo de, digamos, un año, podemos recurrir al microcrédito para comprar nueva maquinaria y poder seguir prestando el servicio.
Si podemos seguir prestando el servicio, lo razonable es que podamos seguir ingresando dinero y, al hacerlo, podremos pagar el préstamo que hemos pedido. De lo contrario, no podremos seguir prestando el servicio y perderemos nuestra fuente de ingresos. Aunque, por supuesto, lo ideal sería que nuestro negocio fuera lo suficientemente solvente como para pagar esa compra de maquinaria en base al ahorro de meses previos.
Como puedes ver, estos 10 gastos que puedes cubrir con un microcrédito no son demasiado infrecuentes, lo que significa que un microcrédito puede venirte muy bien en muchas ocasiones. Eso sí, como decíamos más arriba, recuerda que esto sólo debes hacerlo si prevés ingresar el dinero del microcrédito antes del plazo de vencimiento… ¡Si no, es muy arriesgado!