Ahorrar en la cesta de la compra es para muchos españoles toda una fórmula matemática. Son muchas las familias que viven agobiadas por llegar a fin de mes. Entre hipoteca, transporte, impuestos, seguros, etc., el sueldo se va en un visto y no visto. Por eso, muchas veces hay que apretarse el cinturón y ahorrar para poder pagar todos los gastos. Para ello, gastamos menos en viajes, en ropa, en caprichos… pero olvidamos ahorrar en uno de los gastos más grandes y frecuentes: la compra.Por supuesto, es un gasto del que no se puede prescindir y en el que no hay que escatimar, pero eso no quiere decir que no se pueda intentar ahorrar un poco. Sin embargo, esto no es tan fácil como parece, y cada vez que vamos al supermercado, acabamos comprando más de lo que teníamos pensado y los precios, según el INE, siguen creciendo mes a mes. Por suerte, te traemos los mejores trucos para ahorrar en tu cesta de la compra. ¡Toma nota!
No hay nada peor que ir al supermercado con hambre, ya que acabarás comprando alimentos que no te hacen falta solo por gula. Por eso, te recomendamos que vayas a comprar después de las comidas o que comas algo antes de salir de casa para evitar caer en gastos innecesarios.
El desperdicio alimentario es uno de los grandes problemas de la sociedad hoy en día. Y todos contribuimos a ello, ya que compramos más de lo que necesitamos y, en ocasiones, acaba en la basura. Haz la compra cada día, comprando solo lo necesario para asegurar que todo lo que compres se va a consumir.
Es aconsejable que vayas a hacer la compra, a ser posible, solo (o, al menos, sin niños). De lo contrario, se van sumando caprichos al carro que, al final, hacen que gastemos mucho más de lo que habíamos planeado.
Planea el menú de la semana y haz la lista de la compra antes de hacer la compra. Solo de esta manera conseguirás ceñirte a los productos de la lista y evitarás recorrer el supermercado de un lado a otro, probablemente echando al carro cosas que no necesitas.
Muchas veces vamos al precio más bajo, sin darnos cuenta de que, en realidad, es más caro. No te fijes en el precio del producto, sino en el precio por kilo. ¡Esa es la única manera de comprobar qué marca es más barata!
Está demostrado que eso de que las marcas blancas son de peor calidad no es más que un mito. Da una oportunidad a los productos del propio supermercado, y tendrás la misma calidad ¡por menos dinero!
Sí, ya sabemos que si comparamos el precio de las bolsas con el de la compra, el gasto es mínimo. Pero si siempre llevas tus bolsas, a largo plazo te ahorrarás un pellizco. Además, reducirás tu consumo de plástico, así que estarás ayudando al medioambiente a la vez que ahorras dinero.
Olvídate de comprar la fruta en cualquier estación del año, cómprala de temporada y ahorrarás un gasto evitable. Lo mismo ocurre con los productos locales, son mucho más baratos, ya que no conllevan un aumento del precio por el traslado. ¡Tenlo en cuenta en tu próxima compra!
Aunque comprar por internet y que te lleven la compra a casa sea muy cómodo, a la larga supone un gasto importante. Haz compras pequeñas y llévalas tú mismo a casa. Al fin y al cabo, en los pequeños detalles está la diferencia y, aunque no lo parezca, tu bolsillo lo acabará agradeciendo.
Cuando compramos bandejas o envases, no nos queda más remedio que llevarnos todo su contenido. Sin embargo, puede que no lo gastemos, se eche a perder y acabe en la basura. Por eso, te recomendamos comprar a granel; solo así controlarás la cantidad de tu compra y evitarás desperdiciar comida.
Ya sabemos que comprar comida congelada o platos precocinados es una solución muy socorrida cuando estamos agobiados o cansados. Pero ¡ojo!, estos productos salen mucho más caros que si compras los ingredientes y lo cocinas tú mismo. Así que, siempre que sea posible, ya sabes, ¡más comida casera y menos precocinada!
A menudo, cuando estés comprando, verás ofertas tan baratas que te resultará difícil resistirte y no comprar. Procura no dejarte llevar por estas ofertas y comprar solo lo que esté en tu lista. Al fin y al cabo, si eso no estaba en la lista, es porque no lo necesitabas y no lo vas a consumir, por lo que, por muy barato que te salga, ¡acabarás perdiendo dinero!
Hay alimentos que se echan a perder muy rápido y, al final, nos toca tirarlo e ir a comprar de nuevo. Para evitar ese segundo gasto, te recomendamos que cocines para varios días y lo dejes en la nevera o lo congeles. Así, además de no desperdiciar ningún producto, tendrás comida guardada para un apuro.
Si vas a hacer una compra pequeña y tienes pensado coger solo cuatro cosas, es preferible que dejes la tarjeta y vayas con el dinero efectivo «justo». Así podrás llevar la cuenta del dinero que vas a gastar y te asegurarás de no comprar nada que no necesites.
Este es el tip por excelencia de todo plan de ahorro. Establece un presupuesto mensual aproximado para la comida y divídelo en semanas. Cuando vayas a hacer la compra, asegúrate de que no superas esa cantidad, aunque eso suponga sacrificar algún capricho. De esta manera, te asegurarás de llegar con el dinero previsto a fin de mes. ¡Eso es lo importante!Ahorrar en el supermercado parece muy complicado, pero no lo es tanto. Solo tienes que seguir los trucos adecuados. Ahora ya sabes cómo hacerlo. ¡Ponlo en práctica en tu próxima compra!