Uno de los principales objetivos del Gobierno a largo plazo es sustituir de manera paulatina los vehículos de combustión por coches eléctricos con el fin de reducirla contaminación atmosférica.
Sin duda, es una meta muy ambiciosa, para la cual se están centrando numerosos esfuerzos, a través de incentivos fiscales y ayudas, que se está materializando en aumentos en las matriculaciones de vehículos electrificados que superan ampliamente el 10% en términos interanuales.
Ante esta coyuntura, aparentemente tan favorable a la compra del coche eléctrico, la pregunta que se hacen muchos usuarios es: ¿Es ahora el momento de apostar por este tipo de vehículos? A largo plazo, la respuesta es clara, teniendo en cuenta que en 2035 no quedará otra opción, pero la duda es si apostar ya por este tipo de movilidad o esperar.
La crisis de suministros ha hecho que los fabricantes no puedan abastecer toda la demanda por las restricciones de suministros y materias primas. Y no hay una fecha clara de cuándo se va a solucionar esto. Los precios siguen subiendo y las listas de espera continúan acumulándose, y conseguir un eléctrico se convierte en una auténtica proeza,incluso de segunda mano.
Así que, lo primero que debes plantearte es si realmente puedes permitírtelo o esperar a que los precios moderen su ascenso o incluso caigan. Pero esta pregunta tiene difícil respuesta, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de vehículos eléctricos todavía no se ha normalizado.
Tradicionalmente, los diferentes gobiernos han incentivado la compra de vehículos con una menor emisión de gases a la atmósfera. Los diferentes protocolos firmados y ratificados han incrementado la necesidad de ir sustituyendo los coches más contaminantes por otros de menores emisiones.
Para la compra de coches eléctricos, los ciudadanos tienen una serie de ayudas públicas, entre las cuales destaca el Plan Moves III. Dotado con un presupuesto inicial de 400 millones de euros, estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2023.
Los particulares pueden obtener una subvención máxima de 7.000 € si, además de comprar un coche eléctrico, entregan un vehículo antiguo, de más de siete años. En caso contrario, la ayuda es de 4.500€. El límite de precio de venta es de 45.000 € sin incluir el IVA.
Una de las principales razones por las que el coche eléctrico todavía no ha despegado como cabría esperar es debido a su autonomía. Y si bien los modelos más modernos han incrementado la cantidad de kilómetros que pueden hacer sin necesidad de carga, lo cierto es que la escasez de puntos de recarga a lo largo de la geografía española también es un hecho.
A todo ello se le suma que la recarga de estos coches es todavía demasiado lenta, y muy superior al repostaje de un motor de combustión. La carga más habitual es la que se realiza para uso doméstico, es decir, para cargar el coche desde casa. Suele tardar entre 4 a 8 horas en cargar el vehículo, y una carga rápida puede durar en torno a 30 minutos.
Como en cualquier otro ámbito de nuestro día a día, la respuesta es: depende. Sobre todo, depende del uso que vayas a hacer de él. Es importante considerar una serie de aspectos.
En función de tu estilo de vida y de trayectos previsibles, puedes plantearte comprar un coche eléctrico si tienes la oportunidad de enchufarlo en casa o puedes apañarte con los cargadores de uso público,disponibles en numerosas localizaciones de nuestras ciudades.
En cualquier caso, siempre puedes localizar las electrolineras en tu trayecto y parar a repostar.
El aspecto económico es fundamental. La inversión inicial necesaria para comprar un coche eléctrico es, en la actualidad, bastante importante.
Dependiendo del modelo, son entre 5.000 y 15.000 euros más caros que su equivalente de combustión, aunque el impacto inicial se amortigua con las ayudas estatales.
Este sobreprecio se compensa con el ahorro en combustible. Los motores eléctricos son mucho más eficientes que los motores a combustión desde el punto de vista energético.
Para hacernos una idea de esta diferencia,para recorrer 100 km con un coche eléctrico tendrás que utilizar una energía de unos 13 kWh, mientras que un coche que homologue un consumo de 5 l/100km, necesitaríamos el equivalente a 45 kWh de gasolina para recorrer la misma distancia.
A la eficiencia de los motores se le une que cada kWh necesario para mover el vehículo es más barato que repostar un litro de gasolina.
Según la OCU, con la tarifa eléctrica normal,un eléctrico gasta 4 €/100 km, pero con la tarifa nocturna reducida la cifra se reduce a solo 1,6 €/100 km.
Poniendo como referencia un kilometraje anual de 15.000 kilómetros, el gasto en “combustible” sería, respectivamente, de 600 y 240 euros al año, frente a los casi 1000 € de un coche de combustión normal.
Los coches eléctricos no tienen aceite, ni filtros, ni embrague, ni correas de distribución, por lo que su mantenimiento es mucho más sencillo y, por supuesto, barato.
Se estima que, solo en reparaciones y tareas de mantenimiento, te puedes ahorrar unos 2.000 € a lo largo de 10 años.
Los coches eléctricos gozan de algunas ventajas en grandes ciudades con respecto a otros vehículos, como aparcamientos en la zona azul gratuitos o plazas con recarga en zonas comerciales.
En general, teniendo en cuenta la inversión inicial y la instalación de los puntos de recarga, los coches eléctricos se amortizan dependiendo del número de kilómetros que se realicen.
Normalmente, es en un plazo de entre 5 y 10 años cuando empezamos a notar el ahorro. Y, por supuesto, todo teniendo en cuenta que son vehículos mucho menos contaminantes que sus equivalentes de combustión.