La crisis nos ha hecho daño, mucho daño, es indiscutible, pero también es cierto que ha cambiado muchas cosas. En todo el mundo, en Occidente y donde más nos afecta, en España, país en el que todavía millones de personas siguen sufriendo sus graves consecuencias. Nos ha cambiado la mentalidad. Ahora damos importanciaa cosas que antes nos traían sin cuidado como por ejemplo el desperdicio de alimentos.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] Ya no está bien visto el desperdicio de alimentos. Por una razón de solidaridad y también por compromiso con la preservación del medioambiente.No es de recibo que en un país como España a lo largo del año vayan a la basura 63.000 toneladas de alimentos que sobran en cafeterías, restaurantes y servicios de catering.Son datos ofrecidos por la 'Federación Española de Hostelería y Restauración' (FEHR), que explica que se ha llegado a esta situación por falta de personal y porque para estos establecimientos resulta cada vez más fácil acceder a alimentos de menor precio.La escasez de personal quizá tenga relación con la mala planificación que se aprecia en el sector; por miedo a "quedarnos cortos" muchas veces se compra más de lo que se necesita. Y al final, se tira.Luego están aquellos otros alimentos que acaban en los contenedores porque en algún momento se rompe la cadena del frío.Si en España las cifras resultan complicadas de digerir, más lo son todavía a escala internacional, porque sucede que, según estimaciones de la FAO, en el mundo todos los años van a la basura 1,6 millones de toneladas de comida, una tercera parte de todos los alimentos que se producen.
Pero hay gente que no se resigna, que reacciona. Es el caso del joven David Rodríguez, que reside en Boston. Ha desarrollado una app llamada FoodForAll que permite adquirir al final del día los alimentos que quedan sin vender en los restaurantes a un precio mucho más reducido, con un descuento del 80 por ciento.En Alemania ha surgido otra iniciativa interesante, el foodsharing, con la que unos chavales crearon una plataforma sin ánimo de lucro para combatir el exceso de comida redistribuyéndolo. Se ordenan los productos por fecha de caducidad. Funciona con voluntarios. Todo un éxito en el que han colaborado restaurantes y supermercados. Y la comida no solo va para gente sin recursos, sino para todo el que la pide: estudiantes, obreros, abogados...En España, también tenemos iniciativas interesantes como promovida por el padre Ángel. Son los restaurantes Robbin Hood. En ellos, a mediodía los comensales pagan un precio más elevado para que por la noche puedan cenar caliente, en ese mismo local, aquellos que, de otra manera, no podrían hacerlo.¿Qué te parecen estas iniciativas para evitar el desperdicio de alimentos? ¿Conoces alguna medida más? ¡Cuéntanos!Si necesitas una ayudita extra, en Vivus podemos ofrecerte un préstamo rápido de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas) para poder hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. Es muy sencillo y solo te tomará diez minutos. ¡Apenas hay papeleo!