Nos ha tocado vivir en la sociedad más consumista de la historia, en la que parece que la felicidad se vincula con consumir y gastar. Algunos nos preguntamos: ¿tiene sentido pasarse más de media vida trabajando cinco días a la semana para no lograr llegar a final de mes? Desde luego que no; suena hasta ridículo. ¿Se puede ser feliz sin gastar dinero?La alternativa es aprender a ser feliz gastando poco dinero. Aunque suene difícil, y en realidad lo es, cualquier persona que se lo proponga puede conseguirlo. Si quieres transformar tus hábitos de consumo y ahorro para ser una de ellas, sigue los siguientes consejos.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí]
Muchas personas usan el consumo como vara para medir su felicidad. Piensan que van a ser más felices por comprarse un coche nuevo cada cuatro años, cambiar los muebles del salón, renovar el smartphone por Navidad o cenar en restaurantes de diseño cada fin de semana. No pueden estar más equivocados, porque se puede ser feliz sin gastar dinero.Si eres una de ellas, lo primero que debes hacer es cambiar tu mentalidad. Tu felicidad no puede depender del dinero que gastes. Has de cambiar el chip y convencerte de que puedes ser extremadamente feliz reduciendo tus gastos y consumiendo menos.
Te resultará más fácil lograr ese cambio de mentalidad si aprendes a diferenciar entre aquello que necesitas para vivir (y que debes comprar) y lo que no es más que un capricho y no te será útil para nada.En otras palabras, debes identificar las cosas realmente importantes de tu vida, las que son esenciales para ti, y comprar solo para satisfacer tus necesidades, no para saciar tus caprichos.
Un truco muy sencillo para evitar incurrir en gastos innecesarios es posponer las compras. Cuando veas algo que quieras comprar, date un plazo de reflexión de al menos tres días (una semana sería lo recomendable).Si pasado ese tiempo sigues “necesitándolo”, adelante. Sin embargo, lo más probable es que ocurra lo contrario: que llegues a la conclusión de que realmente no necesitas comprar eso.
En cualquiera de tus compras, intenta optimizar el binomio calidad/precio. En ocasiones lo más inteligente será comprar el producto más barato, pero en otras merecerá la pena optar por productos de mayor calidad y durabilidad.Por ejemplo, unos zapatos de 70 euros seguramente serán mejor compra que otros de solo 15. No solo serán más cómodos, sino que además te durarán mucho más tiempo. Lo inteligente sería anteponer la calidad al precio.
El centro comercial no es el mejor sitio en el que pasar la tarde del sábado con tus hijos. Y ese restaurante tan bonito y tan caro tampoco es el plan más divertido para el fin de semana. Debes aprender a disfrutar de actividades al aire libre que no conlleven gastar dinero. Esto es clave para aprender a ser feliz sin gastar dinero.¿Porqué no pruebas a consultar la agenda de ocio gratuito de tu ciudad? ¿Y a hacer un picnic en el campo o en la playa con tus hijos? ¿O a practicar deporte en la calle en lugar de bajo el techo de un gimnasio? ¡Eso sí que da la felicidad!, y es gratis ;)Si necesitas una ayudita extra, en Vivus podemos ofrecerte un préstamo rápido de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas) para poder hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. Es muy sencillo y solo te tomará diez minutos. ¡Apenas hay papeleo!