La cuesta de septiembre es uno de los momentos más complicados del año para las familias españolas desde el punto de vista económico. Para muchas personas, es incluso más duro que la propia cuesta de enero, sobre todo por la vuelta al cole de los más pequeños.
Por suerte, la cuesta de septiembre es un simple obstáculo más en el camino. Existen formas de ahorrar casi sin esfuerzo.
El gasto de las familias en septiembre es importante. Según la OCU, cada familia gasta de media unos 500 euros por niño o adolescente solo en la vuelta al cole, a lo que se le unen otros gastos igualmente importantes, como las actividades extraescolares o la vuelta a la rutina deportiva, entre otros.
A continuación, te explicamos varios ejemplos de cosas en las que te puedes enfocar para ahorrar y superar la cuesta de septiembre sin problemas.
La vuelta al cole es, sin duda, el mayor gasto que tienen que asumir las familias durante el mes de septiembre. Sin embargo, al mismo tiempo, es una de las partidas más susceptibles de optimizar desde el punto de vista económico.
En general, si quieres ahorrar en la vuelta al cole, es importante seguir una serie de pautas, como comprar los libros de segunda mano o a través de programas como Releo, aprovechar los descuentos que ofrecen las comunidades autónomas o solicitar becas y ayudas públicas, entre otros. Y, en la medida de lo posible, aprovechar todo el material de años anteriores o el que hayan utilizado hermanos mayores.
Además, es importante que guardes las facturas y justificantes de todo lo que tenga que ver con guarderías y material escolar,ya que muchas comunidades autónomas establecen deducciones fiscales con las que podrás ahorrar en tu declaración de la renta. Aunque este ahorro tendrás que dejarlo ya para la primavera del año siguiente.
Al margen de los todos los gastos escolares relacionados con la vuelta al cole, existen otra serie de partidas superfluas que pueden reducirse alo largo de todo el año, pero que en septiembre cobran especial protagonismo.
Se trata de uno de los gastos más importantes de todas las familias. En septiembre, las compañías suelen ofrecer descuentos y promociones a nuevos clientes para los que es necesario cambiar de compañía,pero que no exigen permanencia. De hecho, la proliferación de los operadores móviles virtuales y la competencia cada vez mayor en el sector han hecho que existan más tarifas móviles y más tipos de cliente con necesidades diferentes.
Siempre hay que comparar entre todas las tarifas y empresas para encontrar un producto que se adapte a nuestras necesidades y conseguir pagar menos. Y, en la medida de lo posible, repetir este ejercicio en años posteriores.
Septiembre es un buen momento para pensar si realmente necesitas ese paquete televisivo que contrataste hace unos años. Por mucho que te guste el fútbol, y que las promociones televisivas te atraigan especialmente en esta época del año,debes revisar con detalle las ofertas existentes y contratar aquella que mejor se ajuste a tus necesidades y, sobre todo, a tu presupuesto.
Muchas compañías exigen la contratación de varios servicios que, muchas veces, no son necesarios, y existen plataformas que te ofrecen mucho más por menos dinero.
Hasta hace poco tiempo, las entidades bancarias se veían obligadas a buscar fórmulas para reducir el impacto de los bajos tipos de interés en sus balances. Sin embargo, en la actualidad, y con la subida de tipos anticipada por el Banco Central Europeo, que ha tenido su impacto sobre el euríbor, el margen de intermediación ha aumentado, lo que ha provocado que los bancos puedan volver a obtener ingresos por las vías tradicionales.
Sin embargo, lo más probable es que tengas contratado un producto de hace unos años que tenga comisiones elevadas y que no se ajustan a la realidad actual del mercado. Por esta razón, septiembre es una buena época para revisar tus productos bancarios para detectar si, en algunos de ellos, es posible ahorrar.
Las vacaciones de verano son un merecido momento de desconexión, y esto hace que se hagan excesos que no se producen en otra época del año. Y septiembre es el momento ideal para resarcirse de ellos, apuntándome al gimnasio.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, el gimnasio se acaba abandonando, con suerte, tras unos meses. Y dado que septiembre es todavía una época ideal para salir de casa, ¿Por qué no probar antes a correr al aire libre? Es una actividad sencilla, efectiva y, sobre todo, gratuita.
Las vacaciones también han provocado que el presupuesto familiar se encoja como en ningún otro momento del año por las vacaciones. Por eso, en esta época del año es momento de evitar los excesos y comer y cenar todo lo posible en casa,después de un verano en el que, posiblemente, hayas cometido más excesos de la cuenta. Tu bolsillo y tu salud te lo agradecerán.
En definitiva, superar la cuesta de septiembre es más sencillo de lo que crees si sabes cómo hacerlo. Lo importante es fijarse en los gastos superfluos y evitar grandes desembolsos. Así, tus finanzas personales no tendrán por qué sufrir en una de las épocas más complicadas del año para la economía familiar.