Hubo un tiempo, una década atrás, en el que el número de contraseñas importantes que teníamos que recordar se contaba con los dedos de una mano: el PIN de la tarjeta, el del teléfono, la del email, la de nuestra tienda online favorita, algún que otro foro que solíamos visitar… ¿Y un gestor de contraseñas?
A unas malas, siempre estaba la opción de usar la misma contraseña para todos los servicios: 1234, la fecha de tu cumpleaños, la de tu aniversario, el nombre de tu mascota… Éramos menos originales que un mueble bar de los 80.
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Pero qué fácil era recordar claves, ¿verdad? ¡Igualito que hoy! ¿Serías capaz de apuntar en una lista el número de servicios que utilizas que requieren una contraseña de acceso? Imposible. Hoy en día todo tiene contraseña y, si no queremos ser víctima fácil de hackers, más vale que no usemos la misma para todo.
Llegados a este punto, hay varias opciones: memorizar todas y cada una de tus contraseñas (muy difícil), apuntarlas en algún sitio (arriesgado) o permitir que un gestor de contraseñas las genere y las almacene por ti (recomendable).
Empecemos por el principio. Un gestor de contraseñas es un programa informático capaz de almacenar un gran número de contraseñas. Para acceder a él solo necesitaremos una contraseña maestra, que esa sí que debemos memorizar.
Los hay gratuitos y de pago, y en ambos casos suelen funcionar de forma parecida: pueden instalarse en el sistema operativo de tu ordenador o de tu dispositivo móvil (teléfono o tablet) y también en forma de extensión para tu navegador favorito.
Estos gestores no solo almacenan claves, también las generan de forma automática y te alertan de cuando las tuyas son demasiado débiles. LastPass, Dashlane, Keeper, KeePass o True Key son algunos de los más populares y utilizados, pero hay muchos más.
Es la pregunta más repetida, y es normal. Si apuntásemos nuestras contraseñas en un folio y lo escondiésemos en un cajón de la mesita de noche o en nuestra caja fuerte, nadie podría encontrarlo. ¿No es esto más seguro que confiar en una empresa desconocida que dice querer convertirse en la garante de nuestra vida digital?La respuesta es no.
Los gestores de contraseña son muy seguros y muy confiables. Las empresas detrás de ellos cifran sus contraseñas con potentes algoritmos, prácticamente imposibles de descifrar por los hackers. Incluso aunque estos logren entrar en el servicio, lo más probable es que no puedan acceder a las contraseñas almacenadas en él.Sin lugar a dudas, son mucho más seguros que usar la misma contraseña en varios servicios diferentes o que transcribirlas a una libretita que llevemos con nosotros a todas partes o que escondamos en algún lugar secreto.
Eso sí, como en todo, hay que tomar algunas precauciones. La principal es no usar una contraseña maestra sencilla, como la fecha de nacimiento de tu pareja o el nombre de tu hijo seguido de 1234. Esta clave debe ser compleja y muy segura. Además, no debes compartirla con nadie.
Para más énfasis, como medida de seguridad extraordinaria, cada vez más gestores utilizan la verificación en dos pasos. Por ejemplo contraseña maestra + huella dactilar o envío de SMS a tu teléfono móvil, por lo que la seguridad de tus claves está más que garantizada.
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