Hacía casi 40 años que en toda Europa y, por supuesto, también en España, no experimentábamos unos niveles de inflación como los actuales, cercanos a los dos dígitos.
Ante esta situación, el Banco Central Europeo ha declarado la guerra a la inflación, subiendo tipos de interés y llevando a cabo una serie de medidas de política monetaria restrictivas que deberían servir para suavizar esta escalada en el nivel de precios.
Pero, ¿cómo afecta la subida de tipos de interés a los ciudadanos? ¿Es beneficioso o, en realidad, nos perjudica? La respuesta rápida es: depende. A continuación, te explicamos todos los detalles.
La subida de tipos de interés del BCE iba a ser una cuestión de tiempo, siendo una política necesaria para evitar un aumento de la inflación. Y, sin duda, el mayor impacto de esta subida de tipos es, sobre el euríbor, que suele descontar estas políticas. En octubre de 2022, el euríbor se ha situado en el 2,677%, frente al -0,477% de hace tan solo un año. Es decir, casi tres puntos básicos de un año para otro.
Este aumento del euríbor ha tenido un efecto importante sobre las hipotecas a tipo variable. Si el euríbor sube, el tipo de interés de nuestra hipoteca también subirá y, por tanto, el importe de la cuota mensual aumentará. Si, por el contrario, el euríbor baja, el tipo de interés de nuestra hipoteca también disminuirá, lo que nos permitirá ahorrar en nuestra cuota mensual.
En el caso actual, para una hipoteca de 200.000 €, un aumento de un punto básico en el nivel del euríbor implica un aumento en la cuota de la hipoteca de unos 100 €. Es decir, desde el año pasado, aquellas personas con una hipoteca a tipo variable habrá visto subir su cuota hipotecaria en casi 300 € al mes.
Pero, ¿qué ocurre para las personas que no tienen firmadas una hipoteca? Existen, al menos, dos consecuencias diferentes y contrapuestas, para ahorradores y para deudores.
En el caso de los ahorradores, un aumento de tipos de interés tiene consecuencias positivas. Esto se debe a que cuando los tipos de interés suben, los ahorradores ganan más intereses por sus depósitos, lo que puede incentivar el ahorro y reducir la demanda de dinero en la economía.
Sin embargo, al mismo tiempo, el efecto para los inversores en valores de renta variable puede ser el contrario. El motivo es que un aumento de tipos de interés lanza un mensaje de que la economía va a crecer menos durante los próximos meses, al menos hasta que se consiga controlar la inflación, lo que tiene repercusiones importantes sobre la bolsa.
Además, la inversión se suele trasladar desde valores de renta variable a otros instrumentos de renta fija, como depósitos a plazo fijo o bonos gubernamentales, que reducen su precio cuando suben los tipos de interés. Como consecuencia de ello, el atractivo de estos productos aumenta de forma significativa.
En el caso de los deudores, el efecto es justo el contrario. La subida de tipos de interés aumenta el coste de la deuda y, por tanto, también su atractivo. Se reduce la demanda de préstamos de todo tipo, tanto personales, como al consumo como, por supuesto, los hipotecarios, lo que reduce también la demanda de ciertos bienes, como la vivienda, un coche, o una moto, que se suelen financiar con deuda.
Pero, además, los tipos de interés tienen efectos indirectos sobre otros productos bancarios, como las tarjetas de crédito, que también cobran intereses, y que podrían subir sus cuotas.
Y todo ello sin olvidar la comisión por descubierto bancario que nos cobra el banco por no tener saldo suficiente. De este modo, los bancos podrían aumentar sus ganancias como consecuencia del aumento de los tipos de interés.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el margen de intermediación de los bancos, que es la diferencia entre el interés que obtienen como ganancia y el interés que tienen que pagar a los ahorradores, también aumentará. Esto puede provocar que las comisiones no sean tan importantes y, en consecuencia, se puedan reducir.
Aunque quizá no seas consciente de ello, la subida de tipos te afecta, aunque sea de manera indirecta. Pero, ¿cómo saber si me beneficia o me perjudica? La respuesta a esta pregunta no es fácil, ya que depende de tus circunstancias.
Por ejemplo, si tienes contratado un préstamo hipotecario a tipo variable, la subida de tipos sin duda es un problema para ti, por el hecho de que encarece el coste de tu hipoteca de manera significativa. Sin embargo, si tu hipoteca está firmada a tipo fijo, en principio no deberías preocuparte porque aumente el euríbor.
Además, si tienes pensado firmar un nuevo préstamo bancario, la subida de tipos puede suponer un contratiempo añadido, porque eleva su coste. Dicho de otro modo, si estás en el lado deudor, este escenario es un problema para ti.
En el lado acreedor, las cosas pintan bastante mejor. La subida de tipos ya ha hecho crecer los depósitos a plazo fijo. Según datos del Banco de España correspondientes a agosto de 2022, el tipo de interés de los depósitos a plazo fijo aumentó al 0,63%, frente al 0,50% de tan solo un año antes.
Sin embargo, como ya hemos apuntado, esto tiene un efecto colateral, ya que reduce el atractivo de la bolsa y otros valores de renta variable. En definitiva, dependiendo de tus circunstancias, la subida de tipos de interés te beneficia o te perjudica.