Hace unas semanas salió a la luz un anteproyecto de ley que pretendía cambiar la cuota de autónomos tal y como la conocemos. Sí, esa cuota que algunas personas pagan para poder trabajar. Esa cuota va a cambiar. Y, como siempre que un gobierno cambia algo, nos preocupamos, porque no suele cambiar para mejor.
Pero, ¿qué sabemos exactamente? Hoy hablaremos de ello. Te vamos a contar todo lo que se sabe sobre la nueva cuota de autónomos.
Y ya te adelantamos que lo que se sabe no es positivo. Si eres autónomo, no te va a gustar lo que vas a leer. Sin embargo, conviene tener presente que se trata de un anteproyecto de ley y que es posible que jamás llegue a ver la luz (no, al menos, con las condiciones que se plantean y que vamos a explicar en este artículo).
El proyecto de ley presentado para reformar el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) busca hacer que la cotización a la Seguridad Social a través de la conocida “cuota de autónomos” se realice en función de los ingresos reales que tienen los autónomos, estableciendo hasta 13 tramos distintos con cuotas que van desde los 183 euros hasta los 1266 euros.
Esa cuota de 183 euros puede resultar un caramelito para tantos autónomos que, actualmente,están pagando casi 300€. Sin embargo, no hay que confundirse. La cuota de 183€ será para aquellos autónomos que cobren menos de 600 euros. Para cualquier autónomo que ingrese más de 1.126€ al mes, la nueva cuota supondrá un sobrecoste. Será más cara que la que hay actualmente.
Y, por supuesto, la mayoría de los autónomos cobran más de 1.126. Básicamente, porque si cobras menos que eso, ni siquiera te compensa hacerte autónomo (imagínate estar ganando 900 euros y pagar casi 300€… ¡Un 33% de lo que ingresas!). Por lo tanto, la cuota de autónomos que proponen en esta propuesta de ley será mayor para la mayoría de los autónomos.
Asimismo, la propuesta de ley habla de reducir la tarifa plana actualmente existente a dos años, pero con una condición: unicamente para aquellas personas que ingresan menos que el Salario Mínimo Interprofesional. Si ganas más, se te acabó la tarifa plana. Actualmente, la tarifa plana dura hasta 3 años y no depende de cuánto ingreses. Además, está por ver si se mantendrán algunas de las bonificaciones actualmente existentes.
En definitiva, que, aunque el ministro diga que las asociaciones de autónomos están encantadas con esta propuesta de ley, la realidad es muy distinta. No es una propuesta que guste a los autónomos, porque les perjudica seriamente. Y es probable que, si se termina aprobando o se percibe que así vaya a ser, se produzcan protestas.
Si esta propuesta de ley llega a tener futuro, la inmensa mayoría de los autónomos pasarán a pagar mucho más para poder trabajar (recordemos, la cuota es una obligación para poder trabajar de forma independiente en este país). Algunos tendrán una cuota ligeramente inferior a la actual, pero casi imperceptible. Por tanto, la inmensa mayoría saldrá perdiendo y los beneficios serán mínimos.
Esta propuesta de ley pone de manifiesto algo que ya se sabía desde hace mucho tiempo: pese a que la retórica de la cuota de autónomos es que es una especie de “salario en diferido”, que es un dinero que es tuyo y que se guarda para la jubilación, el paro y otras cosas similares, lo cierto es que no es así. La cuota de autónomos es un impuesto, y esta propuesta de ley así lo pone de manifiesto.
Porque, si la cuota de autónomos es para uno mismo, ¿por qué no se permite a los autónomos seguir eligiendo la base mínima actual, con la que están más que contentos (la mayoría de los autónomos eligen la cuota mínima)?
O, mejor planteado, ¿por qué se aumenta esa cuota mínima? ¿Acaso hay una demanda por parte de los autónomos de que aumente la cuota porque la perciben como beneficiosa? ¡No! Al contrario. Eligen pagar lo mínimo.
Por lo tanto, cuando hablamos de una subida de la cuota de autónomos, hablamos de una subida de impuestos. Y se trata de la enésima subida de impuestos a unos trabajadores que, a menudo, no tienen ningún tipo de facilidad: es mucho más difícil encontrar un alquiler, es mucho más difícil recibir un préstamo, tienes la incertidumbre de no saber si ese mes vas a cobrar (y aun así tienes que pagar la cuota), etc.
Las cuotas de autónomo altas no son deseables por las mismas razones por las que no son deseables los impuestos de sociedades altos: porque impiden el desarrollo económico tanto personal, como empresarial, como nacional.
Los impuestos (e, insistimos, la cuota de autónomos actúa como tal, aunque se venda de otraforma) son arena en los engranajes de los planes vitales de las personas a quienes se les aplican.
Pero, además,las cuotas de autónomos altas son aún menos deseables que los impuestos de sociedades altos porque muchos autónomos ni siquiera están en una situación mínimamente viable a nivel económico.
Muchos autónomos han acabado siéndolo porque no encontraban un trabajo y no les quedaba más remedio. Son personas que sobreviven y a las que una subida de la cuota puede suponerles la diferencia entre poder seguir trabajando o que no valga la pena.
