Ya sea por tradición, porque juega todo el mundo o, simplemente, porque te quedes fuera si le toca a tu vecino, la Lotería de Navidad es el sorteo más con mayor número de adeptos del año.
Sin embargo, una cosa es lo que diga la tradición y otra lo que dicen las matemáticas. Las probabilidades de que te toque la Lotería de Navidad son escasas, por no decir nulas. De hecho, es más sencillo que te caiga un rayo a que te toque el Gordo.
Pero, ¿cuáles son las probabilidades de que te toque la Lotería de Navidad o, al menos, algún premio? A continuación te lo explicamos.
En resumen, tienes un 15,30% de probabilidad de que te toque alguno de los muchos premios que reparte la Lotería de Navidad. Eso sí, las diferencias son bastante abultadas entre el gordo o que te toque un reintegro o incluso la pedrea.
Así, por ejemplo, apenas tienes una probabilidad de 1 entre 100.000 de que te toque el Gordo o el segundo y tercer premio, mientras que si acudimos a la probabilidad de los reintegros, estos aumentan hasta el 10%. En total, las probabilidades son las siguientes:
A pesar de estas estadísticas tan poco halagüeñas para los jugadores, la realidad es que la Lotería de Navidad es el sorteo que más premios reparte de todos los que se juegan en la actualidad.
Sin ir más lejos, la Lotería Primitiva cuenta con un total de 13.983.816 de combinaciones distintas, por lo que la probabilidad de obtener uno de seis aciertos es del 0,0000069%. En el caso del “cuponazo” de la ONCE, la probabilidad es aún menor, ya que de acertar es de una entre 15 millones.
Es decir, la Lotería de Navidad es la que más premios reparte y, al mismo tiempo, la que más probabilidad tiene de que te toque. Ningún sorteo tiene un 15% de probabilidad de que te toque algo.
Si comparamos la probabilidad de que nos toque el Gordo de la Lotería con otros eventos extraños, y hasta cierto punto imposibles en ciertos casos, las matemáticas vuelven a estar en nuestra contra.
De hecho, es más fácil morir en un accidente de avión, nacer con un dedo de más, ser celíaco o nacer un 29 de febrero que te toque la Lotería de Navidad. Y, en realidad, si piensas en cualquier evento raro, seguramente sea más probable que te toque la Lotería de Navidad.
Si cualquier persona sabe que las matemáticas están en su contra, ¿por qué seguimos jugando a la Lotería de Navidad? De hecho, no gastamos poco en Lotería de Navidad, ya que según la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, cada español gastó en el año 2021 una media de 66,60 € en sus décimos.
Las motivaciones que explican este comportamiento tan anti matemático hay que buscarlas más allá de las meras probabilidades. Y una de las principales motivaciones para jugar es la ilusión.
Ya sea realidad o leyenda, seguro que has oído hablar de alguien, lejano o próximo a nosotros, que ha sido sorprendentemente agraciado.
Los medios de comunicación potencian el elemento social de la lotería, ya sea preparando el evento con el siempre efectivo sentimentalismo, retransmitiendo del acontecimiento como si fuera una ceremonia (el hecho cobra especial relevancia al darse solo una vez al año), o, por último, haciéndose eco de la suerte de los afortunados tras la celebración.
Además, el hecho de que el sorteo se celebre a las puertas de la Navidad le da esa áurea de magia. Para muchos, es como un premio, que les permite sentirse de nuevo como un niño, y como un autoregalo que, además, puede tener premio.
Pero existen otros factores que influyen también de manera significativa en que todos, en mayor o menor medida, compren décimos de Navidad. Existe un cierto efecto arrastre incluso entre los más escépticos por miedo de que el décimo de tu vecino o de tu compañero de trabajo sea efectivamente agraciado.
En cualquier caso, conviene ser conscientes de que la probabilidad de que toque la Lotería de Navidad es prácticamente nula. Para los expertos, es un impuesto sobre los sueños, donde el único que gana es el estado. Ya lo dice el refranero español: No hay mejor lotería que el trabajo y la economía. Y, sin duda, tiene razón.
