Un contrato de futuros, o futuros a secas, es un tipo de contrato bastante común en el mundo de las inversiones. Como su propio nombre indica, se trata de un contrato a largo plazo cuyo objetivo es hacer una cobertura respecto a la evolución de un determinado precio en el futuro.[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí]
Se trata de un acuerdo entre dos partes que se comprometen a intercambiar un activo, al que se denomina activo subyacente, en una fecha futura establecida de antemano y a un precio determinado. Este activo puede ser financiero, inmobiliario, físico e incluso una materia prima.Como consecuencia de este acuerdo, surgen obligaciones para las dos partes. La parte compradora de un contrato de futuro tiene la obligación de comprar el activo correspondiente cuando llegue la fecha de vencimiento, mientras que la parte vendedora tiene la obligación de entregarlo al comprador en dicha fecha.Por ejemplo, dos inversores pueden llegar a un acuerdo de futuros respecto a 1000 acciones de Iberdrola. El contrato se firma el 1 de enero de 2018 y en él se especifica que el precio de futuro será de 12 euros por acción y la fecha de vencimiento el 1 de julio de 2018. Cuando llegue esta fecha, el comprador desembolsará 12.000 euros al vendedor (12x1000), independientemente del precio de las acciones en ese momento, y este le entregará a cambio las 1000 acciones.El precio del futuro es, por tanto, el precio que tiene el activo hoy pero trasladado a la fecha de vencimiento del contrato. Se tienen en cuenta los intereses y otra serie de variables que en el ejemplo hemos obviado para simplificarlo. Por otra parte, lo normal es que al aplazarse el pago, el vendedor imponga un precio algo superior al del mercado para compensar el tiempo que tardará en cobrar el dinero.
Si nos centramos en el mercado financiero, hablaríamos de futuros financieros, que en España se encuentran regulados por el Real Decreto 1282/2010, de 15 de octubre y se negocian en el Mercado Oficial de Opciones y Futuros Financieros de España (MEFF) bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).Los futuros financieros son productos financieros derivados cuya cotización varía en función del activo subyacente. Tanto el importe nominal, como el objeto y la fecha de vencimiento de dichos activos quedan estandarizadas en las condiciones del contrato que las dos partes interesadas firman. Un futuro es un instrumento negociable en bolsa. Por ejemplo, en Eurex, una de las bolsas de derivados más grandes del mundo.Las tres operaciones con futuros más importantes son las siguientes:
Para terminar, destacar que tanto para la compra como para la venta de activos, los intervinientes deben aportar garantías como señal de cumplimiento de su compromiso.¿Hemos conseguido aclarar tus dudas?Si te ha surgido un imprevisto y necesitas dinero rápido puedes solicitar un préstamo Vivus. Te ofrecemos hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas). Además, la solicitud es muy sencilla y rápida, ¡en tan solo 10 minutos y sin apenas papeleo!