En el mundo de la inversión hay diferentes tipos de tendencias, escuelas, fórmulas y estrategias. Por ejemplo, es muy habitual hablar de la inversión en valor o de la inversión cuantitativa. Sin embargo, hay un tipo de inversión del que se habla menos y que está teniendo un fuerte tirón en los últimos años. Se trata de la inversión por momentum. Y de eso hablamos hoy. Te contamos todo lo que debes saber sobre la inversión por momentum.
La inversión por momentum se ha puesto de moda en muchos fondos de inversión, aunque normalmente se utiliza junto a algún otro tipo de análisis. La cuestión es que ha permitido obtener unos retornos de lo más interesantes a algunos grandes fondos, y eso ha hecho que aumente notablemente su popularidad. Así que… ¡Vamos a ver en qué consiste!
Para entender la inversión por momentum hay que entender la magnitud física conocida como inercia. Esta ley dice que los cuerpos tienden a conservar su estado, sea éste de reposo o de movimiento. La inversión por momentum aprovecha esta ley física y la aplica a la inversión, asumiendo que los activos también conservarán su estado, sea alcista, bajista o plano.
Por supuesto, no podemos trasladar leyes del mundo físico al mundo financiero así como así. Si lo hacemos, corremos el riesgo de equivocarnos y perder mucho dinero. Es por ello que la inversión por momentum tiene en cuenta otros aspectos. Sin embargo, sí es cierto que seguir la tendencia es una de las principales características de la inversión por momentum, especialmente en el corto plazo.
Algo que hay que entender de la inversión por momentum es que no sólo nos importa el equivalente a la magnitud de la inercia (que sería la tendencia), sino también el equivalente a la aceleración (que sería el ritmo al que crece dicha tendencia). La fuerza de la aceleración nos indica si la inercia va a continuar o está llegando a su fin. La aceleración, en definitiva, nos indica cuánto va a durar el momentum.
Por tanto, la inversión por momentum no se encuadra dentro del llamado análisis fundamental, sino que se basa en el análisis técnico y en el análisis de la psicología de masas. Es por ello que, invirtiendo por momentum, nos expondremos a riesgos por información asimétrica (pero tendremos la ventaja de no tener que estar pendientes de analizar activos en profundidad y poder entrar en todos aquellos que queramos sin mayores dificultades).
Entendida la lógica de la inversión por momentum, cabe preguntarse… ¿Pero realmente tiene sentido esto? Y la verdad es que sí que lo tiene. Piensa que hay toda una serie de actuaciones de los agentes económicos que contribuyen a generar tendencias y profundizar en ellas. Por ejemplo, si una tendencia es alcista, es de esperar que atraiga a nuevos inversores y eso fortalezca aún más esa tendencia. Sucede lo mismo en los mercados bajistas.
Sin embargo, en un mercado lateral, nadie tiene información adicional destacable como para hacer que el precio del activo se mueva, motivo por el cual el precio permanecerá plano hasta que alguna información externa genere movimiento. En ese momento, se puede aprovechar el nuevo momentum generado para tomar posiciones y ganar dinero. Pero, hasta ese momento, es difícil lograr algún beneficio.
El cálculo del momentum tiene poco misterio, realmente. Se trata de coger un activo y comparar el precio de cierre de un día dado con el de hace X sesiones (10, 12 o las que sean – generalmente, se utilizan 10 o12). A partir de esta comparación, podemos encontrar todas las claves para determinar si una inversión es una buena o mala idea.
Así, si el precio actual es igual al de la sesión anterior elegida, el momentum será 0. Si es superior, el momentum será positivo, y, si es inferior, el momentum será negativo. Un momentum mayor y creciente implica que la tendencia se está acelerando y un momentum menor y decreciente implicará lo contrario. A partir de aquí, hay que invertir en consecuencia.
La mejor forma de entender la inversión por momentum es comparándola con el surf. El inversor por momentum intenta estar siempre subido a alguna ola. Da igual si es bajista o alcista. Intenta cambiar de aquellas inversiones que tienen una tendencia con menor aceleración a aquellas con una tendencia con mayor aceleración. De esta forma, siempre está subido a las tendencias más fuertes.
También hay que tener presente que, por las características de este tipo de inversión, el inversor por momentum nunca entra ni sale en el mejor momento. Esto es así por definición. Para detectar una tendencia y su aceleración, ésta ya debe haber comenzado. Y, para salir de dicha inversión, el inversor por momentum analiza cuál es el momentum de la inversión y, si se está debilitando, se sale. Pero, al salirse cuando se está debilitando, se pierde las últimas subidas.
Y está bien que sea así, el inversor por momentum, como decimos, se dedica a surfear las diferentes tendencias. Por ello es muy importante que el inversor por momentum no tenga un gran ego. Si pretende entrar y salir en los mejores momentos, perderá dinero. Hay que estar dispuesto a sacrificar rentabilidad a corto plazo por rentabilidad a largo plazo. En esose basa la inversión por momentum.
Como puedes ver, la inversión por momentum es una forma muy interesante de invertir, porque nos permite aprovechar las tendencias del mercado a nuestro favor. Eso sí, que nadie se crea que, para ganar dinero con la inversión por momentum, basta con subirse a una tendencia. ¡El análisis de las compañías y activos en los que se está invirtiendo sigue siendo fundamental!