Las vacaciones son sinónimo de desconexión, de disfrutar de nuevos paisajes, ambientes y lugares diferentes a los que estamos acostumbrados. Y, por qué no decirlo, también permiten disfrutar de algún que otro lujo. Pero hay parajes mágicos donde disfrutar de verdad, y uno de ellos es sin duda el Mediterráneo.
Aguas cristalinas, islas de ensueño y una luz especial que alumbra todos los pueblos y costas del mare nostrum. “Los atardeceres más rojos, el primer amor”. Como canta Serrat, el verano comienza en Algeciras y llega hasta Estambul. Sin duda, un auténtico lujo al alcance de cualquier persona.
El Mar Mediterráneo es un mar que baña las costas de numerosos países del sur de Europa y del norte de África, extendiéndose hasta Oriente Medio. Fue testigo de la evolución y caída de varias civilizaciones antiguas como los egipcios, los fenicios, hebreos, griegos, cartagineses y romanos. De hecho, estos últimos lo llamaban “marenostrum”, ya que, gracias a él, fue posible la expansión política, económica y cultural de su imperio.
Se extiende a lo largo de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, y tiene 46.000 kilómetros de costa. Su litoral es, en la actualidad, uno de los principales destinos turísticos del mundo, gracias a sus aguas cristalinas y cálidas, su hermoso paisaje y la facilidad con la que pueden navegar miles de embarcaciones por sus aguas.
No es de extrañar, por tanto, que sea un deseo para muchos y una suerte de utopía para otros. Sin embargo, en la actualidad, muchos de sus destinos están al alcance de cualquier bolsillo, aunque sí es cierto que otros sean más bien prohibitivos.
Desde Marruecos hasta Estambul y desde Egipto hasta la Costa Azul. Las posibilidades que ofrece el litoral mediterráneo son enormes y muy heterogéneas, pensadas para cualquier viajero y todos los bolsillos.
A pesar de todas las posibilidades que ofrece, a continuación os dejamos con algunos de los mejores destinos, especialmente para el verano.
La Costa Azul, también conocida como Riviera Francesa, comprende una parte del litoral mediterráneo en el sureste de Francia y la totalidad del Principado de Mónaco. Es mundialmente conocida por el cine, la atípica corte monegasca y a su microclima resguardado de los vientos mediterráneos. En ella se encuadran algunas localidades mundialmente conocidas como Niza, Cannes, Saint-Tropez o Mónaco, entre muchas otras.
La Costa Blanca es el nombre que se le da a la costa del Mediterráneo que baña la provincia de Alicante, en el sureste de España. Tiene 200 kilómetros de extensión y ofrece maravillosas playas y parajes, una gastronomía sin parangón en toda Europa y un excelente clima para disfrutar todo el año.
Cerdeña es una isla italiana situada justo al sur de la isla de Córcega, entre Italia y España. Comprende cerca de 2.000 kilómetros de costa, playas de arena y un interior montañoso con senderos para excursionismo. Es, además, una de las islas menos explotadas desde el punto de vista turístico, lo que le proporciona un doble atractivo.
La región conocida como Cinque Terre (también conocido como “cinco tierras”) es una porción de costa italiana en el que se ubican cinco de los pueblos más bonitos de la Riviera italiana. Está compuesta por cinco pueblos antiguos: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore, construidos en la falda de la colina que pende sobre la costa del mar.
Croacia es otro de los principales destinos turísticos del Mediterráneo. Reconstruida después de la última Guerra de los Balcanes, en Croacia ya quedan pocos vestigios de ese conflicto. Posiblemente, el lugar que mejor ejemplifica esta renovación del país es Dubrovnik, asediada en 1991 y convertida hoy en una de las ciudades más deseadas por los visitantes al país.
Montenegro es el nuevo destino de moda del Mediterráneo. Al igual que Croacia, fue también una de las repúblicas yugoslavas que sufrió el impacto de la Guerra de los Balcanes. Quizá por eso, los montenegrinos acogen con simpatía y encanto a quienes se animan a descubrir este rincón del Mediterráneo, con algunos de los paisajes más impresionantes de toda Europa.
Chipre es un país diferente, en una posición estratégica entre Asia y Europa. Tiene historia y misticismo, con espectaculares playas de agua cristalina, pueblos rurales donde parece haberse detenido el tiempo, grandes ciudades abandonadas por el conflicto con Turquía y ciudades costeras donde el turismo está explotando a pasos agigantados. Pero es un destino barato y que, sin duda, te sorprenderá.
Marruecos es el país africano más cercano a Europa. También le baña el Mar Mediterráneo, además del Océano Atlántico. Al otro lado del estrecho de Gibraltar se esconde un mágico destino, ya que alberga espectaculares lugares y apasionantes historias. A pesar de estar a menos de 12 kilómetros de la península ibérica, su cultura, historia, clima, gastronomía y paisajes son tan diferentes que te harán sentirte en otro mundo diferente.
La costa mediterránea de Egipto ha sido, tradicionalmente, la zona de veraneo de los turistas nacionales, aunque no está tan explotada para los extranjeros. Sin embargo, el aumento en la calidad de los servicios y los alojamientos han provocado que atraiga cada vez más turismo de diferentes lugares del mundo.
Grecia es sinónimo de historia, cultura y gastronomía, aunque también de playas y paisajes paradisíacos. Desde su capital, Atenas, hasta un sinfín de islas diferentes, en Grecia tendrás múltiples destinos y posibilidades a tu alcance.
Como hemos visto, los destinos turísticos del Mediterráneo son muchos y muy variados,y pensados para todos los bolsillos. Desde los países del Norte de África hasta Medio Oriente, pasando por buena parte de los países del sur de Europa. Cultura, gastronomía, historia y belleza a partes iguales; y lo mejor de todo, un lujo al alcance de todos.