Desde hace varios años, las redes sociales son la nueva plaza en la que quedar para charlar, reír o pasar el rato. Instagram, Facebook, LinkedIn, Twitter… Es rara la persona que no tiene perfil en alguna de ellas. Forman parte de nuestra vida y es difícil imaginarse el día a día sin usarlas. Pero... ¿alguna vez te has planteado blindar tu redes sociales?[¿Necesitas una ayuda este mes? Solicita tu préstamo aquí] Como todo en internet, tampoco las redes sociales están exentas de riesgos. Si queremos evitar que nos roben nuestros datos, que suplanten nuestra identidad o, peor aún, que nos den un susto en el mundo real por culpa de lo que publicamos en redes sociales, más vale que extremos precauciones.
Si quieres echarle una mano al ladrón que te acecha lo mejor que le puedes decir en Facebook es que estás pasando un fin de semana en Londres con tu pareja. Lo siguiente sería dejarle la llave debajo del felpudo…En serio, ten mucho cuidado con la información que publicas en tus redes sociales. Nunca des tu teléfono, tu horario de trabajo o la fecha de tus próximas vacaciones. Tu información personal ha de que quedarse en el ámbito privado. Blindar tus redes sociales en este sentido es clave para tu seguridad.
Seguro que si estás tirado en una playa de Samaná (República Dominicana) querrás hacer un poco de postureo en Instagram. No te culpes, nos pasa a todos. Sin embargo, por los mismos motivos que te hemos explicado en el punto anterior, jamás deberías compartir tu ubicación en redes sociales. Nadie tiene por qué saber cuáles son tus movimientos por el mundo. Puede resultarte difícil, pero es fundamental si quieres blindar tus redes sociales.
Asegúrate de que no todo el mundo puede ver y compartir tus publicaciones. Pocas cosas hay en redes más importantes que la configuración de privacidad. Puedes echar un vistazo a la guía de privacidad de Twitter o a la de Facebook para aprender a configurar tu perfil correctamente.
Tómate en serio tus contraseñas y cámbialas periódicamente. Deberías usar una contraseña única para cada sitio (nada de utilizar una estándar para todo) y esta debería incluir tanto mayúsculas como minúsculas y caracteres raros (tipo &%$ª). Hay muchos gestores de contraseñas que te pueden ayudarte a recordarlas. Por ejemplo, 1Password.
Siempre que te conectes a tus redes sociales desde un ordenador que no sea el tuyo, cierra sesión antes de marcharte. Tampoco permitas que el ordenador recuerde las contraseñas. Y si quieres extremar precauciones aún más, elimina también las cookies de ese ordenador. Deberías hacer lo mismo cada vez que te conectes a una red wifi pública. Son muy peligrosas y podrían darte quebraderos de cabeza. Este punto es clave si quieres blindar tus redes sociales.
La típica solicitud de amistad de una chica o de un chico muy guapetes puede esconder oscuras intenciones. No te fíes y no aceptes solicitudes de amistad de personas que no conoces. Menos aún si ni siquiera te envían un mensaje privado explicándote el por qué de la solicitud. Mucha atención con este punto si tienes hijos pequeños, lo que nos lleva al siguiente consejo.
Por muy responsables que creas que son, jamás los dejes sin supervisión en redes sociales. Deberías acordar unas normas de uso muy claras, utilizar filtros de control y, lo más importante de todo, hablar con ellos para explicarles los peligros de hacer un mal uso de internet.
Es el consejo más rancio de todos y por eso lo hemos dejado para el final. Sin embargo, no por ello deja de ser cierto. Debes instalar un antivirus y mantenerlo actualizado. Es la mejor forma de evitar sustos en forma de virus o troyanos. También te puede ayudar a evitar casos de phising (estafas cibernéticas).Es muy importante que te tomes en serio la seguridad de tus redes sociales. Más vale parecer un loco preocupado porque le hackeen los rusos que la víctima de unos delincuentes. Si quieres ampliar la información puedes consultar el Informe de Buenas Prácticas en Redes Sociales publicado por el Ministerio de Defensa.¿Buscas una ayuda extra? En Vivus te ofrecemos un mini créditos online de hasta de hasta 1.000 euros (300 si es la primera vez que lo solicitas). Con nuestros préstamos podrás hacer frente a cualquier imprevisto que te pueda surgir. La solicitud es muy sencilla y rápida: ¡Diez minutos y sin apenas papeleo!