Emigrar a España es un sueño compartido por muchos latinoamericanos que buscan nuevas oportunidades y un futuro mejor. Sin embargo, dar este gran paso puede ser un desafío cuando los recursos económicos son limitados. ¿Es posible llegar al país, asentarse y empezar desde cero sin dinero? La respuesta es sí, pero requiere planificación, esfuerzo y aprovechar todas las herramientas disponibles.
En esta guía te explicamos cómo preparar tu migración desde países como Venezuela, Colombia y otros de la región. Además, te contamos qué trámites debes realizar al llegar a España, y cómo empresas de microcréditos como Vivus pueden ser una solución rápida para cubrir tus primeras necesidades económicas.
Antes de hacer las maletas, hay que tener en cuenta aspectos clave como el coste de vida, las oportunidades laborales y las opciones de vivienda, especialmente cuando no se cuentan con muchos recursos para emigrar. España es un país que puede ser relativamente barato o algo caro, dependiendo del lugar de destino.
Veamos aspectos como el coste de vida o el salario mínimo interprofesional de este soleado país.
El coste de vida en España varía mucho entre pequeños pueblos y grandes ciudades, como en todos los países. Madrid y Barcelona tienen precios más elevados en comparación con otras áreas como Valencia, Málaga o ciudades más pequeñas. Sin embargo, en términos generales, España se encuentra en un rango de coste de vida medio dentro de Europa.
Uno de los gastos principales a tener en cuenta es la vivienda. Alquilar un piso en el centro de ciudades grandes puede costar entre 800 y 1200 euros al mes, mientras que en zonas periféricas o ciudades más pequeñas los precios pueden bajar a entre 500 y 700 euros. Compartir piso es una opción más económica para quienes buscan ahorrar durante sus primeros meses en el país.
El gasto mensual en alimentación para una persona suele rondar entre 200 y 300 euros, dependiendo de tus hábitos de compra y si eliges supermercados económicos o marcas premium. Comer fuera es accesible; un menú del día en un restaurante cuesta entre 10 y 15 euros, aunque cocinar en casa siempre será más rentable.
Los servicios básicos como electricidad, agua e internet, tienen un coste medio de entre 100 y 150 euros mensuales para un apartamento pequeño. El transporte público es eficiente y económico; un abono mensual en ciudades grandes ronda los 50 euros.
Otros gastos a considerar incluyen el ocio y actividades culturales, que son accesibles en comparación con otros países europeos. Por ejemplo, una entrada al cine cuesta unos 8 euros, y muchas ciudades ofrecen actividades gratuitas o de bajo coste.
En 2024, el SMI está fijado en 1.134 euros brutos al mes, distribuidos en 14 pagas anuales. Esto equivale a unos 1.323 euros brutos mensuales si el salario se percibe en 12 pagas, como ocurre en la mayoría de los contratos. Si hablamos en términos netos, es decir, libres de impuestos, el SMI serían 1.164,9 euros netos mensuales.
En regiones con un coste de vida más bajo, como Extremadura o Castilla-La Mancha, el salario mínimo puede ser suficiente para mantener un nivel de vida aceptable, pero en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, podría ser todo un reto percibir solo el SMI.
¿Y si quieres ahorrar? Un ahorro realista para una persona que vive de manera modesta podría rondar entre el 5 % y el 15 % de sus ingresos mensuales. Alguien que cobre el SMI podría ahorrar por mes 116,49 euros, lo que se traduce en un ahorro de 1.397,88 por año.
Ahora que ya sabemos qué debemos tener en cuenta antes de emigrar a España, llega la hora de los preparativos.
Uno de los primeros pasos es asegurarte de tener un pasaporte vigente y verificar si necesitas un visado para entrar en España, dependiendo de tu país de origen. Por ejemplo, los ciudadanos colombianos no necesitan visado para entrar y permanecer en España (u otro país de la zona Schengen) por un máximo de 90 días en un período de 180 días, y los ciudadanos venezolanos tampoco requieren visado para estancias de hasta 90 días en un período de 180 días.
Si quieres residir, trabajar o estudiar en España por más de 90 días, es obligatorio obtener el visado correspondiente antes de viajar. Las opciones más comunes incluyen visado de estudios, visado de trabajo y visado de residencia no lucrativa (para quienes desean residir en España sin realizar actividades laborales, demostrando medios económicos suficientes).
Además, piensa en cómo vas a gestionar tu economía. Por ejemplo, al llegar, empresas como Vivus pueden ayudarte a cubrir gastos imprevistos con préstamos personales rápidos y accesibles.
Finalmente, infórmate sobre la cultura, idioma y costumbres españolas. Aunque el español es el idioma predominante, algunas regiones tienen lenguas cooficiales, como el catalán o el euskera, y encontrar trabajo en estas regiones sin el idioma puede ser más complicado. En puestos públicos como sanidad o educación es obligatorio hablar estas lenguas cooficiales de manera fluida.
Si tienes un pasaporte de la Unión Europea o la doble nacionalidad no necesitas ningún tipo de visado para entrar al país; basta con presentar tu pasaporte o documento de identidad europeo en la frontera. Durante los primeros tres meses, puedes residir y trabajar legalmente en España sin realizar trámites adicionales.
Sin embargo, si planeas quedarte más de 90 días, será necesario inscribirte en el Registro Central de Extranjeros. Este registro te otorga el Certificado de Registro de Ciudadano de la Unión, un documento que legaliza tu permanencia a largo plazo en el país.
El pasaporte español te abre muchas puertas, ya que no solo te permite vivir y trabajar en España sin restricciones, sino que también facilita el acceso a otros países. De hecho, el pasaporte español está entre los más poderosos del mundo, permitiendo viajar a 187 países sin necesidad de visado.
Si decides residir en España, deberás completar algunos trámites básicos como empadronarte en el municipio donde vivas, solicitar tu DNI y darte de alta en la Seguridad Social. Esto último es clave para obtener la Tarjeta Sanitaria, que te dará acceso al sistema de salud pública. Además, como ciudadano español, podrás disfrutar de ventajas económicas, como tarifas universitarias reducidas y beneficios fiscales.
Si no tienes un pasaporte europeo o español, deberás solicitar un visado o permiso de residencia para emigrar a España de forma legal. A continuación te detallamos todas las opciones.
Podrás pedir la residencia por cuenta ajena o propia. La residencia por cuenta ajena está destinada a quienes han conseguido un contrato laboral antes de viajar. El empleador debe tramitar la autorización correspondiente ante las autoridades españolas.
Por otro lado, la residencia por cuenta propia es para quienes desean emprender o trabajar de manera autónoma. Requiere demostrar solvencia económica para el proyecto y la cualificación necesaria para ejercer la actividad profesional.
Ambos visados permiten residir en España por períodos superiores a tres meses con opción renovable.
La Visa Working Holiday es una excelente alternativa para jóvenes que desean trabajar y vivir temporalmente en España. Esta visa, que permite una estancia de hasta 12 meses, es ideal para combinar el empleo con actividades recreativas o formativas. Puedes trabajar hasta seis meses y participar en cursos de formación por un período similar.
Si tu objetivo es estudiar, hacer voluntariados o participar en programas de formación, la visa de estancia es la opción indicada. Hay dos modalidades principales: la estancia de corta duración, que permite una estadía máxima de seis meses, y la estancia de larga duración, con una duración de hasta un año y que permite estudiar e incluso trabajar hasta 20 horas semanales.
Al llegar a España tendrás que realizar una serie de trámites que legalizan tu estancia y te permiten acceder a servicios básicos como la sanidad, el empleo o la educación. Estos trámites varían según tu situación, pero aquí te detallamos los principales:
El primer paso es empadronarte en el ayuntamiento de la ciudad donde vayas a residir. Este registro es obligatorio y acredita tu domicilio en España, además de ser necesario para otros trámites, como solicitar el Número de Identidad de Extranjero (NIE) o acceder al sistema de salud pública.
Si vienes con un pasaporte europeo, deberás inscribirte en el Registro Central de Extranjeros si planeas quedarte más de 90 días. Este trámite te proporciona el Certificado de Registro de Ciudadano de la Unión, que legaliza tu permanencia y te permite trabajar o estudiar sin restricciones.
En el caso de personas sin ciudadanía europea, es obligatorio tramitar el NIE, un documento indispensable para trabajar, abrir una cuenta bancaria o realizar cualquier actividad legal en el país. Este trámite suele hacerse en la Oficina de Extranjería o en una comisaría de policía autorizada.
Otro paso clave es darte de alta en la Seguridad Social, especialmente si vas a trabajar en España. Así podrás cotizar y acceder a la sanidad pública y otras prestaciones sociales. Para ello, necesitarás tu contrato laboral o, si eres autónomo, los documentos que acrediten tu actividad económica.
Finalmente, si piensas conducir en España, verifica si tu carnet de conducir es válido o si necesitas canjearlo por uno español, dependiendo de tu país de origen. Además, si necesitas apoyo económico para tus primeros gastos, empresas como Vivus pueden ayudarte con préstamos para extranjeros mientras te adaptas.
La pregunta del millón. Si viajas como turista o planeas residir de manera legal, las autoridades españolas exigen que demuestres medios económicos suficientes. Por lo general, se estima un mínimo de 100 euros diarios por persona, con un total aproximado de 900 euros para una estancia de 90 días. Esta cantidad cubre los gastos básicos de alojamiento, alimentación y transporte.
Pero... ¿necesito un crédito? Para aquellos que buscan establecerse en España a largo plazo, un fondo ideal para los primeros meses debería rondar entre 3.000 y 5.000 euros, dependiendo de tu estilo de vida y la ciudad elegida. Si no cuentas con los fondos económicos necesarios, una alternativa podría ser aprovechar herramientas como los micropréstamos de Vivus para cubrir imprevistos y gestionar tus finanzas durante el periodo de adaptación.
La respuesta depende mucho de qué esperas encontrar. En ciudades grandes, como Madrid o Barcelona, hay más trabajo, pero el coste de vida es elevado, con pisos aros que podrían obligarte a vivir en el extrarradio. Por ello, muchos extranjeros escogen vivir en ciudades más apartadas como Valencia, Málaga o Bilbao, aunque, debido a este cambio de tendencia, estas ciudades también empiezan a encarecerse.
Si prefieres un ritmo de vida más tranquilo y económico, las regiones rurales de España son una excelente opción. Ciudades pequeñas como Granada, León o Cáceres combinan historia, cultura y precios mucho más bajos para vivienda y servicios.
Y, si lo que quieres es basarte en estadísticas, según datos recientes, la ciudad de Guadalajara presenta la mayor tasa de empleo del país, con un 58,64%, superando a ciudades como Madrid y Barcelona. Además, su proximidad a Madrid permite acceder a oportunidades laborales en la capital, mientras se disfruta de un coste de vida más bajo, especialmente en términos de vivienda.
Por otro lado, ciudades como Zamora destacan por ser de las más económicas para vivir en España, con un coste de vida un 7,5% por debajo de la media nacional, aunque con una tasa de empleo baja por no ser un centro de actividad económica. Si tienes un trabajo online, quizás esta sea tu ciudad.