La firma digital es un documento que facilita los trámites digitales con la Administración y otras entidades tanto para las empresas como para los particulares y autónomos. Por ello, en Vivus te queremos explicar qué es, para qué sirve y cómo podemos conseguirlo. Si quieres evitarte desplazamientos, costosos trámites burocráticos y largas colas en las diversas administraciones lee atentamente este post sobre la firma digital.
En primer lugar, vamos a explicar qué es la firma digital o también llamado certificado digital. Muy sencillo, se trata de un documento digital que es la única opción totalmente legal para garantizar tu identidad en Internet. Lo expide la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Al tratarse de un documento totalmente legal y avalado por una institución dependiente de la Administración, la firma de cualquier documento mediante la firma digital garantiza que la persona que ratifica ese documento es realmente esa persona.
La firma digital son dos claves formadas por dos parejas criptográficas. Una de las claves es pública y la otra privada. Ambas se crean a través de un algoritmo matemático y cada una de las claves tan sólo se puede descifrar con su pareja.
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La firma digital permite realizar trámites seguros tanto con la Administración Pública como con Entidades Privadas de forma online. Algunos tipos de trámites permitidos son:
Poder realizar todo este tipo de trámites sin moverte de casa es la principal ventaja que se obtiene de tener una firma digital. También es muy importante que gracias a ella puedes olvidarte de desplazamientos y esperas innecesarias en oficinas de la administración. No obstante, tiene otras muchas ventajas:
Una vez que ya conocemos las bondades de la firma digital y cómo nos puede ayudar tanto en nuestra vida personal como laboral vamos a explicar qué pasos hay que realizar para conseguir la firma digital para personas físicas, es decir, para cualquier ciudadano:
Una vez realizados estos trámites ya se tendrá el certificado y se podrá utilizar. Hay que tener en cuenta que la firma digital tiene una validez de tres años y que pasado este tiempo habrá que renovarla si se quiere seguir usando.